After Party: Goles por todas partes

ABUNDANCIA. La semana en el mundo regaló goles por doquier. Messi y sus cinco al Leverkusen, el partidazo de los últimos tiempos entre Godoy Cruz y Atlético Nacional y el Independiente - Boca del domingo fueron los puntos más altos. Por eso, el fútbol peruano, más allá de la crisis que lo carcome, no podía quedarse atrás y regaló también una jornada repleta de goles: 21, que dan un promedio nada despreciable de 3 por partido.
GOLEADORES QUE APARECEN. Los flashes mediáticos están a esta hora sobre Chirinos, el hombre que no es un juvenil ni por asomo (tiene 24 años) pero sí era desconocido por la mayoría hasta el sábado por la noche. Pero no fue el único apellido asociado con el gol que pidió cámaras esta fecha; también le ocurrió a Di Cosmo, el argentino que se convirtió en el primer jugador de esa nacionalidad en anotar con camiseta de Melgar desde -pónganse de pie los que quieran en Arequipa- que el 'Luifa' Artime lo hiciera hace diez temporadas. Un excelente complemento para Meza Cuadra pues no solo remata con violencia, sino que trajina y genera sus propias acciones de gol.
GOLEADORES QUE REAPARECEN. No solo Rengifo, quien charapa auténtico o no ha regresado con todo al fútbol peruano. Hay muchos más: Ramón Rodríguez, quien ya se hace ídolo de la naciente hinchada de Real Garcilaso; Pando, quien ha complementado perfectamente al 'Ratón' con otros dos goles al hilo; Serrano, quien abrió el camino para el triunfazo de Cobresol en Chiclayo; Cruzado, quien con un doblete aplacó la lluvia en Huancayo, y Arzuaga, quien volvió al Perú luego de tres años para pedir su revancha con un penal ejecutado con categoría. Que todos estos hombres de gol estén enchufados le hace bien al campeonato.
GOLES QUE IGUAL SE GRITAN. Dos de manera muy especial. Uno en el Cusco, donde Fernando Masías le pegó con el alma a 3' del final para darle a León un triunfo importantísimo, pero también para reclamarle con la vida a Carlos Daniel Jurado por, a decir del 'Flaco', haberlo expectorado del plantel de Cienciano para este 2012. El otro en Chiclayo, en el arco norte del Elías Aguirre, ese contra el cual el viento siempre sopla para permitir rarezas como la de Tomás Zambrano, quien acaso convirtió el gol más feo de los cuatro que lleva en su carrera, pero lo gritó tanto o más que cualquiera de los anteriores. Porque lo importante de los goles, al fin y al cabo, es eso: que siempre suman.
Foto: Adrián Quicaño / diario La Voz de Arequipa
