El paradigma de las dos torres

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Mariano Elías | @marianoeliasfut Redactor |
Ningún sistema gana partidos. Eso está claro. Y menos en un contexto como el fútbol peruano, en el que frecuentemente los técnicos cambian de planteamiento según la situación que les toque afrontar. Así, hay equipos del llano que tienen propuestas más conservadoras y lentas cuando van a jugar a la altura, y equipos que se hacen fuertes en ataque cuando son locales, pero que prefieren cuidarse al ser visitantes.
Ha habido en estas últimas semanas, sin embargo, una propuesta que hace un tiempo no se veía en el torneo local: Alianza Lima viene utilizando a dos nueves netos como Adrián Balboa y Federico Rodríguez como parte de su sistema predeterminado e ideal. Es verdad que el último fin de semana los íntimos formaron con un 4-2-3-1, pero fue porque ‘Rocky’ estaba suspendido.
El hecho de jugar con dos delanteros referenciales le reporta una serie de ventajas a Pablo Bengoechea. La más importante es que le facilita mucho más la labor de salir jugando largo. En ocasiones anteriores, tuvo que ser Aldair Fuentes quien se desprendiera de su posición para buscar ganar siempre el balón aéreo. Con los dos delanteros y sin un enganche, ahora el cuadro blanquiazul tiene muchas más chances de ganar por arriba sin desordenarse y comenzar a generar jugadas en ataque.
Si bien hay equipos como Carlos A Mannucci o Alianza Universidad que a veces alinean con dos delanteros netos, estos frecuentemente tienen uno que retroceder mucho más y a otro más referencial. Tal es el caso de Lionard Pajoy y Joyce Conde en el cuadro azulgrana y de Osnar Noronha y José Carlos Fernández en el carlista, respectivamente. Hoy parece ser Alianza Lima el único equipo que vaya a jugar casi siempre con dos delanteros de esas características: dos pivoteadores, que vayan siempre al área y que también resuelvan las jugadas.
Otra de las grandes ventajas de este uso de dos delanteros netos es el hecho de que, al jugar la mayor parte de equipos de la Liga 1 con uno solo, muchas de las zagas rivales no están habituadas a marcar de esa forma, y no saben bien a quién tomar en qué situación, cuándo salir o cuando quedarse. Se vio con la muy confundida zaga de Ayacucho en la derrota 2-0 que sufrió en Matute.
Tal recurso es algo que algunos equipos podrían tomar en cuenta, como por ejemplo Sport Boys en su reciente victoria por 2-1 sobre Municipal. Marcelo Vivas alineó a Sebastián Gonzales y a Sebastián Penco como hombres de área, y ambos se alternaron siempre el pivoteo y la finalización. Aquel día estuvo la intención, aunque finalmente el argentino salió cambiado por Manco al 64’ para formar un 4-2-3-1 con Gonzales de único delantero.
Ningún sistema gana partidos. Y ningún sistema es sagrado. Un 4-4-2, con todas sus variaciones, puede tener, como ya se vio, a dos atacantes de diferentes características. Sin embargo, hoy hay pocos planteles en el Perú que, como en el caso de Alianza Lima, pueden colocar a dos referentes de área juntos -algo que en décadas pasadas era moneda más corriente-. La idea está en hacerlo funcionar. Y si se logra bien, puede marcar cierta diferencia en el torneo local.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
