Bayern - Raja Casablanca: Estrellas de pascua
A Bayern Munich le bastó hacer un partido discreto ante el modesto Raja Casablanca, al que derrotó 2-0 con tantos de Dante y Thiago Alcántara, para coronarse campeón del Mundial de Clubes. Los de 'Pep' Guardiola volvieron a ratificar que son el mejor equipo del planeta.
El capo: Magia pura
Tal como ante Guangzhou, nuevamente Thiago Alcántara se erigió como el jugador más destacado de Bayern, esta vez en el triunfo ante Raja Casablanca, con lo que ratificó así su buen momento en el equipo dirigido por Guardiola. El ‘Mago’ fue el pilar en el mediocampo alemán, distribuyó bien el juego, se juntó con Kross, Ribéry y Shaquiri y hasta marcó un soberbio gol: a los 21’, tras una excelente definición, con lo que sentenció la victoria de su equipo.
La clave: Aceleró, mató y guardó
Quedó claro que al partido le sobró un tiempo; es más, hasta poco más de un tiempo, pues a Bayern le bastaron 25’ para pasar por encima a Raja Casablanca y sentenciar el partido. Pese a una insinuación en el arranque del cuadro marroquí, los europeos salieron a proponer dese el inicio y evitar así cualquier sorpresa. Por ende, el primer gol no tardó mucho en llegar. A los 6’ Dante quedó solo frente a Askri y con un soberbio derechazo puso el 1-0. Y a los 21’, tras una buena jugada por izquierda, Thiago Alcántara sentenció el partido tras una estupenda definición al ingresar al área.
Lo demás fue un simple trámite: Bayern pudo ampliar la cuenta, pero no pretendió hacerlo. Solo un error de Neuer en salida le dio la posibilidad a los locales de descontar, pero ni aún así pudieron hacerlo. En el complemento, Bayern no se esforzó por buscar un nuevo gol, salvo el remate al travesaño de Shaquiri. Lo demás fueron algunos intentos entusiastas de Raja, que igual por su carencia en ofensiva, no pudo, pese a que dispuso de algunas chances, lograr al menos el descuento.
El tapadón: Puños fuertes
Manuel Neuer, pese a ser poco exigido durante el partido, estuvo atento las pocas veces que su equipo requirió de sus servicios. A los 83’ el golero alemán evitó con los puños el 1-2 tras un fuerte remate de Mabide y aunque el golero dejó el rebote, este no pudo ser aprovechado por Moutouali.
El jugadón: También juegan
En el arranque del segundo tiempo, Bayern tuvo la ocasión de ampliar la ventaja. Tras una gran jugada previa y habilitación de Thiago hacia la derecha para la trepada de Lahm, el desborde y centro raso no pudo terminar en gol, pues el suizo Shaquiri estrelló su disparo en el travesaño, impidiendo el 3-0 para los campeones de Europa.
El cambiazo: Para refrescar posiciones
Con el triunfo asegurado, Guardiola dispuso de algunas variantes para refrescar algunas posiciones de su equipo, sobre todo en ofensiva, aunque fue de más ayuda el ingreso de Javi Martínez por Toni Kroos que los de Mario Mandzukic y Mario Götze por Thomas Müller y Xherdan Shaqiri. Por el lado marroquí, solo el ingreso de Vianney Mabide por Chem-Eddine Chtibi, le dio a su equipo cierta mejoría en el mediocampo, aunque el también ingresante Badr Kachani por Abdelilah Hafidi fue uno de los pocos que estuvo cerca de marcarle al elenco alemán.
El blooper: ¿Mucha confianza?
Hubo un momento en el que Bayern pareció muy confiado, o al menos esa es la impresión que dejó el portero Manuel Neuer en una acción de juego. Fue a los 37’ cuando el ‘1’ del cuadro alemán salió de su arco para intentar dar un pase largo, pero su atrevimiento casi le cuesta caro a su equipo (al menos pudo complicarle algo el partido), pues su despeje quedó muy corto y fue a parar a los pies de Chtibi, que con el arco a su disposición no tuvo la suficiente precisión como para marcar el descuento. Sin duda, ese error generó la molestia de Guardiola y sus compañeros, pues aunque no haya terminado en gol, pudo haber animado al elenco marroquí en post de una hazaña: el empate.
La cancha: Igual hubo fiesta
La afición presente en el Marraquech Stadium gozó de una verdadera fiesta y, aunque sabía claramente que las posibilidades de su equipo, el Raja Casablanca, eran bastante remotas, igual no dejó de alentar durante los 90’ y aplaudir cada intento de gol de su equipo. El júbilo fue mayor a la hora de la premiación de todo el plantel, con la obtención del nada despreciable segundo lugar en el Mundial de Clubes.
Kazuki Ito: Tudo bem
La cuarteta arbitral encabezada por el brasileño Sandro Ricci no tuvo mayores problemas para conducir un partido bastante tranquilo, que salvo el gol de Dante, algo discutido aunque bien validado, no propició mayores reclamos de los jugadores. Es más, el juego fue bastante fluido, tanto que apenas se mostraron dos tarjetas amarillas, ambas para el elenco local.
Fotos: AFP
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