Sin ascenso no hay paraíso

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Jorge Frisancho | @wolfs_venom15 Redactor |
En plena cuarentena mundial debido al coronavirus, una noticia que llegó desde Norteamérica sorprendió a todos: aunque aún no es oficial, la Liga MX ha decidido cancelar el Ascenso MX (segunda categoría) y anular los ascensos y descensos, al menos por cinco años, para dar paso a la Liga de Desarrollo.
El impacto empezaría a gestarse en este primer semestre de 2020 debido a la pandemia que provocó la paralización de la actividad futbolística en todas sus categorías, con lo cual Alebrijes de Oaxaca sería uno de los grandes perjudicados dado que ya tenía medio boleto para la Primera División debido a que ganó el torneo Apertura 2019 de la Liga de Ascenso. Por otro lado, con el surgimiento de la Liga de Desarrollo, los clubes de la Primera División ya no estarían obligados a cumplir con una Bolsa de Minutos de jugadores jóvenes, debido a que este nuevo torneo contempla que solo pueden participar futbolistas menores de 23 años: es decir, aquellos que surgen de sus propias divisiones menores -o fuerzas básicas, tal como se las conoce en México-. De este modo, allí podrían empezar a obtener el roce deseado y posteriormente podrían jugar en la Primera División por méritos propios.
El porqué
Una de las principales razones que llevan a una decisión tan radical es la menor cantidad de espectadores y público seguidor del Ascenso MX respecto de la Liga MX, lo cual ha llevado a inferiores ingresos por derechos de transmisión y bajas taquillas en los estadios, dado que el producto ha perdido bastante atractivo para el público mexicano. Aunado a ello, se observa que los clubes que participan de este torneo afrontan serios problemas económicos, lo cuales se han agudizado debido a la crisis financiera que vive el país azteca. Todos estos factores han impulsado a una medida que tiene un aspecto más profundo que sería la clave para entender más el asunto.
De manera sorpresiva, dado que son la parte interesada directamente, la votación llevada a cabo entre los clubes del Ascenso MX tuvo como resultado final siete votos a favor de la desaparición de este torneo de manera inmediata y el surgimiento de la llamada Liga de Desarrollo: Atlante, Atlético Zacatepec, Cafetaleros de Tapachula, Celaya, Dorados de Sinaloa, Tampico Madero y, paradójicamente, Alebrijes de Oaxaca. Cinco se manifestaron en contra Cimarrones de Sonora, Correcaminos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Mineros de Zacatecas, Universidad de Guadalajara y Venados de Yucatán.
Sin embargo, las principales autoridades del balompié mexicano no piensan dejar abandonados a estos equipos, pues han decidido otorgarles inmediatamente a cada uno un monto individual de 5 millones de pesos mexicanos (aproximadamente 200,000 dólares americanos) como indemnización por el término abrupto del torneo. Asimismo, les otorgarían un monto anual de 20 millones de pesos (aproximadamente 800,000 dólares) para que mantengan sus proyectos de crecimiento.
El gran porqué
Por otro lado, se ha dado a conocer un ambicioso proyecto que podría ser el factor determinante detrás de esta decisión. Con miras al Mundial 2026, se plantea la creación de una Superliga Norteamericana conformada por 56 equipos: 36 provenientes de la MLS y los 20 clubes de la Liga MX, con los que buscan generar mayor competitividad y hacer un producto más atractivo para el público de todo el continente norteamericano. Vale recordar al respecto que en la MLS compiten los canadienses Montreal Impact, Toronto FC y Vancouver Whitecaps, por lo que la integración sería plena.
En otras palabras, si se juntan dos hechos como los problemas económicos de los clubes que participan en el Ascenso MX y el deseo de unificar a las dos ligas de Primera División más importantes de Norteamérica, esta decisión toma más sentido y muestra que todas las partes interesadas saldrían, a priori, “ganando”: primero, los clubes de la MLS ganarían mayor roce competitivo al enfrentarse a clubes de la Liga MX; segundo, estos últimos obtendrían ingresos por derechos de televisión y patrocinadores superiores a los actuales debido al nuevo público proveniente de Canadá y Estados Unidos; y tercero, los clubes del Ascenso MX recibirían un monto fijo anual para seguir con sus proyectos y podrán sanear un poco su preocupante y angustiante situación económica.
¿Es conveniente y prudente que se anule el sistema de ascensos y descensos en México?
En estos momentos, no lo es. Si se considera que toda la actividad futbolística está paralizada por el coronavirus y los clubes están agobiados por los problemas económicos surgidos debido a la pandemia, tomar una decisión de esta categoría con todas las implicancias que conlleva es demasiado apresurada. Sin embargo, ya desde hace algún tiempo atrás el Ascenso MX venía siendo torpedeado, desde el hecho de que se impidió al cierre de la temporada 2017/18 que los clubes participantes ascendieran debido a que no poseían una licencia para poder disputar la Liga MX -en aquella oportunidad, Cafetaleros de Tapachula había ganado ese derecho deportivo al vencer por un global de 6-3 a Alebrijes de Oaxaca-. Además, se permitió a Tiburones Rojos de Veracruz quedarse en la Liga MX tras pagar un monto de 120 millones de pesos mexicanos (unos 5 millones de dólares americanos), a pesar de haber descendido por resultados en la cancha.
En aras de promover la competencia y no distorsionar los resultados finales del torneo, las máximas autoridades del balompié mexicano deberían replantear la idea de suprimir el descenso, pues le resta emoción a un campeonato ya venido a menos por el sistema de promedios y por las decisiones polémicas respecto de este tema descritas en el párrafo anterior. De no haber descensos, los clubes que se queden sin opciones de luchar por el título perderán interés en seguir compitiendo, lo cual podría afectar el desarrollo de la parte final del campeonato -en este caso puntual, la conformación de la ronda final por el título que se define al tomar en cuenta a los ocho primeros equipos de la tabla de la fase regular-. Que los temas comerciales no superen a los deportivos y que no provoquen un esperpento como el que se quiere hacer -y ya se está haciendo en cierta escala- en el país azteca.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: diario El Universal; Diario de México
