Ni Maradona ni los Kirchner

A don Lucho Puiggrós no le debo más que palabras de respeto. No solo las que merece alguien que, contra viento y marea, se ha encargado tercamente de lanzar propuestas sesudas para modernizar el fútbol peruano e importar conceptos (hace 10 años, cuando nadie hablaba de Champions en el Perú porque pocos tenían cable, él era el único que siempre lo hacía). Sino también las que cualquiera le debe a la persona que le dio la oportunidad de lanzarse en este apasionante mundo de escribir sobre fútbol.
Casi inequívocamente, he estado siempre de acuerdo con don Lucho en sus apreciaciones sobre el fútbol en general. Pero debo hacer explícito que discrepaba de él en un punto: su crítica recurrente al fútbol argentino, el cual siempre me atrajo por su pasión y paridad de fuerzas. Me refiero al torneo local, ese que con dos campeones al año ofrece la posibilidad de generar una vuelta olímpica cada seis meses -y con ello muchas portadas, camisetas y afines vendidos-. Siempre pensé que don Lucho exageraba y que así como no se podía comparar al Descentralizado con los torneos de la AFA, tampoco podía medirse a estos con la misma vara que a los de Europa.
Pero ya en los dos últimos años, cuando la importación al Perú del concepto Apertura - Clausura (mal hecha, porque acá salía un solo campeón al año y no dos) demostró su rotundo fracaso cuando había equipos que peleaban la baja y a la vez el título u otros que debían perder para campeonar, comencé a sospechar que don Lucho la había visto con antelación. Y después del ver el River - Boca del último domingo, un soso 1-1 con dos anotadores que bien podrían haber marcado los goles del mismo superclásico hace 12 años, me terminé de convencer de que el fútbol argentino vive una seria crisis, a la que le encuentro dos motivos prinicipales.
1. Haber inventado torneos continentales ad hoc para sus equipos. Esto fue lo que siempre espetó Puiggrós y en lo que el tiempo le ha dado la razón. Torneos como la Supercopa, la Copa Master, la Mercosur y ahora la Sudamericana (que hasta antes de esta edición daba, de modo absurdo, clasificación por invitación a Boca y River) no promueven el surgimiento de clubes nuevos en la región y están hechos para vender antes que para jugar. Son malos enlatados que le restan valor a la Libertadores porque las juegan los mismos equipos de modo de poder engordar sus palmarés de modo sencillo y así buscar que sus -grandes- hinchadas tengan siempre algún motivo para celebrar.
Así, en realidad, los clubes argentinos grandes la tuvieron siempre fácil para ganar afuera y no elevaron su nivel de competencia en estos años: ¿qué cosa significativa ganaron que no fuera los títulos de Boca gracias al plan Macri? Poco o nada. Sí, Estudiantes es hoy campeón de América. Como lo era en 1969-70, el último bienio de crisis fuerte en el fútbol argentino (eliminado por Perú del Mundial de México). El estilo pincharrata es el estilo de Bilardo, no el estilo albiceleste. Quizá sea más que una curiosa coincidencia.
2. Haber manejado el descenso en sus campeonatos con promedio, para blindar a los grandes. Este despropósito ha hecho que equipos como Racing o Independiente terminen siendo los parias que son hoy. Comparsas de paso en los campeonatos domésticos, muy lejanos de tener algún tipo de competitividad internacional. ¿Por qué? Porque siempre se salvan gracias al promedio. Como Rosario Central o Gimnasia y Esgrima La Plata, otros dos clubes con historia que, bajo un sistema normal, ya se habrían ido hace rato al Nacional B. Hasta River habría tenido que pelear una promoción, pero no lo hace porque el promedio hace que siempre sean los mismos clubes ascensoristas (unos más veces, otros menos) los que estén peleando el subibaja.
En el Perú, la ADFP está a punto de cometer el despropósito de instalar este sistema, en visible intención de procurar un "blindaje" para evitar casos como el de Cristal 2007 o Alianza Lima 2008. Dicho de otro modo, tapar campañas mediocres con un promedio que evite que un mal año se castigue como se debe: con el descenso. Bien haría la prensa deportiva, en vez de perder tiempo elucubrando sobre adónde jugará Vargas el próximo año, en armar una campaña para evitar que este sistema se aplique en el medio. Este es el tipo de temas importantes para el desarrollo del fútbol al que realmente hay que prestarle atención.
De las causas a las consecuencias
Así, lo que el fútbol argentino ha experimentado es una pérdida progresiva de competitividad que, sumada a una intensiva industria exportadora de jugadores, ha hecho que exista un descalce entre lo que pueden ofrecer regionalmente sus clubes y lo que su selección le promete al mundo. Todo es sintomático. Hace una década, era imperdible hojear las páginas de El Gráfico cada martes y sentir cómo ellas parecían temblar para transmitir la vivencia de lo que había ocurrido en el clásico del domingo; hoy, El Gráfico es un mensuario artificioso hasta cuyos artículos históricos saben a refrito. Hace una década, los domingos a las ocho había que ver Fútbol de Primera cual cita imperdible; hoy, cualquier programa local de la misma hora es una mejor opción.
De ello se desprenden las consecuencias. Hay algunas positivas, como que en medio de la crisis, sean los equipos que han trabajado siempre con orden y visión de largo plazo, como Vélez o Lanús, los que hayan mantenido mayor regularidad. Pero predominan las otras, como que la búsqueda eterna de un sucesor de Maradona (Latorre, Ortega, Gallardo, Aimar, Riquelme, Saviola, ahora Messi) haya decantado en la búsqueda del propio Maradona para un puesto para el cual no estaba capacitado. Ensayé acá hace algún tiempo cuáles podrían haber sido los motivos de Grondona para ponerlo; pero si los mismos argentinos no hubieran querido tenerlo, el pope de la AFA jamás lo habría colocado allí. O como que el fútbol haya terminado televisivamente estatizado por el gobierno, un absurdo total respaldado por un clamor populista de que algo en la organización del espectáculo ha andado mal en los últimos años. Pero esas no son las razones por las que Argentina y su fútbol viven una crisis: son los efectos, los reflejos.
No creo que el impacto de esta crisis se vea necesariamente en el próximo Mundial, porque Argentina, así como Brasil, produce por defecto a los mejores futbolistas del mundo y tiene un peso individual suficiente como para pararse frente a cualquiera y hacerle partido. Pero hoy, 2009, creo dos cosas. Primero, que don Lucho Puiggrós tenía razón. Y segundo, que alguna vez Uruguay también tuvo el mejor fútbol del mundo, y que comenzó a dejar de tenerlo poquito a poco.
Foto: Reuters, AP

CARLOS
He mencionado una y mil veces que el fútbol peruano debe dejar de ser centralista. Ese es el más grave y crónico de los males del fútbol peruano que nadie se atreve a denunciar. Nadie lo hace. Porqué? Vaya uno a saber.
Lo menciono también siempre: La mediocridad y lentitud de nuestro fútbol. Lo mediático que se ha vuelto y que motiva a ver payasos de circo en vez de jugadores de fútbol con honrosas excepciones. De 20 "lesiones" en un partido, 19 son falsas y la otra es duda. Todo es teatro. Más vale como salgo en la cámara de TV a que es lo que ve el pobre hincha que paga su entrada para ver un partido de fútbol, y termina viendo un circo con muchos payasos haciendo hora, fingiendo lesiones, reclamando y gritando a los árbitros y muchos despropósitos más.
Ni Puiggrós tampoco tiene toda la razón, Porque por idiosincracia, no todo lo importado de Europa es bueno.
Bilardo y Menotti no importaron nada de Europa y le dieron a Argentina 2 Campeonatos del Mundo.
Además, no hay que nadar contra la corriente, el fútbol peruano no está en el nivel del fútbol argentino, por más devaluado que esté.
Qué jugador de primera división de calidad y competitivo del fútbol argentino llega al Perú? NINGUNO.
Los periódicos acá hacen escándalo cuando Pizarro, Farfán, Guerrero, hacen un gol, empatan, pierden, se lesionaron, se les escapó el perro o algo asÃ. Los argentinos inundan el mundo por su calidad y condición de exportables, y para ellos es lo más normal su legión en el extranjero.
Es muy interesante y valedera tu alternativa, pero tendrÃa más riqueza si promovieras el fútbol peruano en sus entrañas, y no solamente en Lima.
En lo que sà discrepo, es en el comentario sobre El Gráfico, las trayectorias y jerarquÃa se respetan. Para los que nos criamos leyendo a la Mejor Revista de Fútbol Latinoamericana de todos los tiempos, creo, muy particularmente, que El Gráfico merece otro trato, por más que sea mensual hoy en dÃa.
Recuerdo mis épocas universitarias en La Colmena en Lima (entre el 83 y el 90), esperando que llegue la revista para devorarla de la primera a la última página. Con mis amigos los Hermanos Córdova (Jorge y El Bocha, que será de sus vidas), con mis patas del alma César MesÃa, "San Lorenzo" para los fundadores de la Trinchera Norte, y Alberto Alarco (Vamos Boys Campeón), con el Cabezón Medardo Arce (El Brujo), Gonzalito Garay, Pepe Hurtado.
El Gráfico marcó no una sino muchas épocas. No me olvido del entrañable "TÃo Barra" a la salida de Norte en el viejo y querido Estadio Nacional.
Roberto si tu ahora mencionas POPE, es por El Gráfico. Y si dechalaca.com califica con puntaje el rendimiento de los jugadores fue porque El Gráfico lo hizo hace más de 40 años.
El Gráfico marcó una señal eterna, y eso se respeta... Por más que ahora, a lo lejos desde mi Talara, vea con mucha pena, que solo salga una vez al mes.
Trabajemos por el fútbol peruano aportando ideas como las tuyas, Roberto.
Pero más saludable es, que dechalaca.com nos abre la puerta de la democracia mostrando nuestros comentarios, asà sean discrepantes, pero con altura.
Gracias Dechalaca.
Sobre el fútbol argentino en sÃ, para mi todo su sistema se comenzó a ir al tacho al no tener la mayorÃa de sus clubs la capacidad de mantener jugadores insignia en sus equipos. Aquellos tiempos en los que River tenÃa por ejemplo al "Mencho" Medina Bello y Francéscoli, Boca al "Beto" Márcico y el "Mono" Navarro Montoya, el Vélez de Chilavert y el "Turu" Flores, el San Lorenzo del "Gallego" González y Ruggeri, Racing con "El turco" GarcÃa y el "Lagarto" Fleita se acabaron y sus actuales equipos no poseen jugadores con los cuales identificarse. Su torneo ha perdido mucho nivel y atractivo trayendo como consecuencia que el nivel de su periodismo también decaiga: al tener tan poco que analizar en lo futbolÃstico se dedican a comentar lo externo (chismes o trascendidos como dicen algunos).
Para nuestra mala suerte en nuestro medio son muy afines con el fútbol argentino y si nuestra prensa deportiva tiene un nivel tan bajo, me parece que en gran medida se debe a la influencia que este tiene en nuestro paÃs. Lamentablemente esto se ve reflejado muchas veces en el nivel (es mi opinión personal) de muchos comentarios de hinchas que se leen en foros o páginas de fútbol como esta: sin sustento o conocimiento de lo que se dice, muchas veces repitiendo lo que la prensa deportiva amarilla publica, comentarios llenos de matonerias apoyadas en el anonimato o tomando como verdades y hechos los rumores muchas veces inventados por los propios medios.
Me parece sumamente interesante -como siempre- tu comentario. Ciertamente las interrupciones en los partidos y las portadas bochincheras son parte de este runrún con el que convivimos diariamente en el fútbol peruano.
Me gustarÃa, sÃ, saber qué formas de promover el fútbol peruano en sus entrañas y no solamente en Lima, citándote textualmente, nos podrÃas sugerir. Por lo pronto, nosotros tenemos en DeChalaca.com una página enteramente dedicada a la Copa Perú, que ha cubierto este año las incidencias y resultados de más de 70 ligas en los 24 departamentos. Creemos de esa manera estar contribuyendo de algún modo al desarrollo integral del fútbol peruano.
Respecto de El Gráfico, creo que pensamos más o menos lo mismo. A mà también me da muchÃsima pena que hoy sea solo una revista mensual. Es cierto, si todos utilizamos algunos términos o otorgamos calificaciones, es porque El Gráfico alguna vez lo comenzó a hacer. Es, en lo que a crónica se refiere, el gran referente del periodismo deportivo latinoamericano. Todos los que la hemos leÃdo -y esto lo digo sobre la base de lo que alguna vez puedan haberme dicho la mayorÃa de periodistas deportivos que conozco- hemos aprendido algo de El Gráfico. Pero por eso mismo, por el recuerdo de lo que supo ser, la casa de un genio como El Veco o un maestro del análisis táctico como Juvenal -que en una sola foto panorámica te pintaba con cÃrculos y flechas cómo funcionaban dos equipos-, no puedo dejar de decir lo que hoy me parece que es respecto de lo que fue. Ah, eso sÃ: por lo general, la sigo comprando.
Siempre tomo como ejemplo lo que hizo Menotti antes del Mundial 78, formando las selecciones del Interior, Capital, Rosario Sante Fe y la principal. De allà salieron Fillol, de Monte, Luis Galván de Santiago del Estero, Passarella, de Chacabuco, Ardiles y Kempes de Córdoba, Gallego, los Killer y Luque de Rosario, Valencia, Oviedo, de Córdoba, Valdano, Campeón 86 de Las Parejas. Pero a todos ellos se les seleccionó a partir de una evaluación inicial, y posterior seguimiento individual.
Los entrenadores de equipos provincianos deben hacerle seguimiento a los jugadores con más potencial para seleccionarlos. Pero este proyecto debe ser complementado con una legislación deportiva de carácter obligatorio.
Asà como hay exigencia de bolsa de minutos para sub 20, también debe haber obligatoriedad de los clubes provincianos de, por ejemplo, tener no menos de 8 jugadores locales en el plantel y no menos de 3 en cancha.
Te doy nombres de chicos que destacan en el norte. Por ejemplo: Luis Patiño Plaza, del San José de Tumbes, Roberto Huerta de Morropón, Danny Kong, refuerzo de la UDCH, hoy en San José de Tumbes, César Chiquito Flores, ex Torino, hoy Grau de Piura, Oliver Pizarro, talareño del ADT de Tarma. Estos 5 chicos, por ejemplo, fácil la hacen en 2da y porque no, en primera.
Hay que promover jugadores. Hay que hacerles seguimiento. Hay que darles importancia y motivarlos.
Ya entramos en el hartazgo con Vargas, Pizarro, Jefferson Farfán, la Fiorentina, Alianza, "U", Chiquito Flores, y todas esas noticias que ya no lo son.
Gracias por tu generoso concepto, Roberto Castro. Soy un apasionado del fútbol, de mi Torino de toda la vida, pero al fútbol en general lo veo con objetividad, y eso es lo que veo que hay en el Perú.
La prensa amarilla como tú dices, es nociva, negativa. Esa prensa te alza y te tumba. Destroza a Burga y a todos sus delfines, pero es una de las principales causantes del desastre futbolÃstico que vivimos.
Esa telenovela de Vargas parece que la editaran en calidad de promoción con el empresario del lateral de la Fiorentina.
Felizmente diriges un medio que no tiene esa tónica tan censurable, y te felicito por dechalaca.com.
P.D: Hay un comentario anterior que dejé cuando se convocaron a lectores para que aporten ideas en cambiar el fútbol peruano. Te repito que todo tiene que comenzar por desenredar esa telaraña legal tejida por Burga y Delfino que les permite perpetuarse en el cargo e impedir que otra gente llegue a él. Ojalá lo leas.
Un abrazo.
Beto Arica.
Estan malogrando la competitividad y por consecuencia el desarrollo del futbol en los demas paises de sudamerica.
Por sus intereses la Libertadores y la Sudamericana son semestrales pra aprovechar la apertura de "pases" de invierno y verano para vender futbolistas, la Copa Libertadores debe ser anual.