Lo que ya no viene es...
Aunque Macaya Márquez piense que puede haber un mañana, Fútbol de Primera ha muerto. Y merece más que un minuto -o dos horas- de silencio, aun a la distancia.
Los domingos por la noche han presentado, para el fanático con cable en el Perú, una disyuntiva en los últimos 13 años y medio, desde que Fox Sports emitía el programa. ¿Fútbol local, en alguno de los programas tempraneros (DxTV, Teledeportes, Versus)? ¿O Fútbol de Primera por ese "Canal 13" que nadie podía sintonizar directamente?
Por increíble que le suene a algún argentino que lea estas líneas, la segunda opción era muchas veces elegida aun cuando el televidente no supiera demasiado sobre el torneo de la AFA. Porque el nivel de producción era tal que sus imágenes atrapaban por sí solas: cánticos de tribuna que escarapelaban el cuerpo o declaraciones precisas que "calentaban" partidos que se habían jugado horas antes, pero que parecían en vivo por el impecable compactado que se hacía de los relatos.
Se ha dicho que a Fútbol de Primera lo ha asesinado el hecho de haber perdido la exclusividad de la emisión de los goles, que cuando el fútbol argentino era controlado por Torneos y Competencias solo podían verse en el programa. Es cierto: un formato con relatos vivos pierde gracia si esos goles ya se han visto hasta el hartazgo por televisión abierta. Pero también es verdad que, indirectamente, fue producto de la canibalización que TyC hizo de sus exitosos productos.
Le pasó primero a El Gráfico, que en los noventa, al ser vendido por Editorial Atlántida, se convirtió en una revista más concebida para el marketing que para la juiciosa crítica. Y ahora al fútbol televisado, que nunca hizo mayores esfuerzos -aquí sí, de inteligencia marketera- para despercudirse de la antipatía que en países con incipiente cultura de mercado como los nuestros generan las transmisiones por cable. Por ello, ha podido ser fácil víctima de una captura estatista como la del gobierno de Cristina Kirchner, al cual el llamado Fútbol para todos le ha generado pérdidas por 180 millones de pesos argentinos solo en el pasado Torneo Apertura, y en el actual Clausura un costo equivalente a 2.5 veces lo que TyC requería para transmitir un torneo.
Pero cuesta aceptar que Fútbol de Primera haya sido solo sus goles. Al menos, para quienes lo vemos desde fuera de Argentina era el resumen ideal de dos horas para saber todo lo que había ocurrido en la liga más importante del continente, incomparable con el insípido resumen de una hora con dos locutores en off que Fox Sports emitió el último lunes a las 15:00 y repitió a las 23:00 (hora peruana) al que le ha puesto el mismo nombre, quizá como la última esperanza de vida del programa con la que sueña Macaya Márquez. Y por supuesto, fue escuela para la producción en televisión del continente: en el Perú muchas veces se intentaron imitar sus cuñas y cortinas musicales, generalmente sin mayor suceso. Acaso el que mejor lo ha conseguido es Fútbol en América con sus excelentes compactos previos al resumen de cada partido, y hay que reconocer que si no se logra tanto nivel de realización es porque nuestro producto fútbol tiene, en general, menos que ofrecer: es incomparable, por ejemplo, la fina ironía de los hinchas argentinos hacia sus pares rivales en la puerta de los estadios cuando los asaltan los micrófonos con el "gallina-pavo-cagón" que el hincha promedio que hoy abunda en los estadios peruanos repite sin mayor creatividad.
Lo que ocurre, al parecer, es que todos en el continente vemos con buenos ojos lo que muchos hinchas y analistas argentinos -incluso de los más respetados- ven con malos ojos. A Macaya, que para muchos de nosotros es un maestro del comentario serio y sosegado y la lectura táctica inteligente, en muchos foros y páginas especializadas de su país lo tildan de decrépito y acabado. A Marcelo Araujo, que por acá es un ícono imitable del relato original y divertido, en Argentina le espetan ser vulgar y ex aliado de la dictadura, como que fue aplaudidísima su salida del programa hace un par de años. Y a Fútbol de Primera, por considerarlo el monopolio que nunca permitió ver los goles antes de las 22:00 de Buenos Aires, le celebran el final que hoy en el resto de América Latina lloramos.
Foto: zonacinemania.com
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Y sÃ, el nivel de producción era muy bueno asi como el nivel creativo y artÃstico. Esa comunión que lograban entre imágenes y música era excelente. Aparte, tenÃan el mérito de dejar que el fútbol y lo que lo rodea fueran los protagonistas, no los reporteros, narradores o comentaristas.
Lástima por su desaparición pero no daba para más.
Esperemos que ahora Fox pueda transmitir mas partidos del futbol argentino por fecha y no tan solo limitarse a la emisión de 2.
Ojala algun dÃa en el Peru pueda haber el mismo fanatismo q se vive en tierras gauchas.
El año pasado ya con 18 años yo, vinoa jugar mi Ãdolo Veron y el 2do equipo que más amo (después de mi Torino claro, los demás me dan igual) y vinieron al San MartÃn y me pasó que le pedà a mi viejo que me acompañe al estadio del RÃmac, mi viejo con desidia aceptó,pues él solo va ver al Torino y a nadie más le llega el fútbol solo vive para el Torino, la cuestión es que me acompañó y cumpli uno de mis grandes sueños de ver jugar al Bruja Verón y aunque perdimos 2a1 casà no salgo vivo del San Martin por gritar el gol pincha ajaja, lo bueno es que fuia Oriente donde la gente tiene una pisca de civilización pero fue increible tan increible como ir un domingo para ver a mi Torino ganar, empatar, perder o siqueira meter un gol para quedarme sin garganta..