Perfectos desconocidos
Arsenal y Juventus mantienen una crisis de resultados desde hace algunos años. Los londinenses, dado sus problemas financieros, han apostado siempre por la cantera, algo que ha hecho apreciar al mundo el buen juego de la filosofía de Arsene Wenger, pero que siempre termina por caerse en los momentos críticos de la temporada. Los de Turín por su parte mantienen una línea peor. Pese a realizar varios fichajes al inicio de la temporada, no han logrado mantenerse en los primeros puestos de la Serie A y han terminado esta temporada sin clasificarse a una competición continental.
Todo tiempo pasado
La realidad de ambos equipos era bastante diferente hace cinco años. El Arsenal finalizaba la temporada siendo subcampeón de la Champions y la Juventus obtenía el bicampeonato en Italia, llegando a los 29 scudettos.
El Arsenal contaba con grandes figuras en ese momento. 
Liderados por un Thierry Henry que era uno de los tres mejores jugadores del mundo, Wenger tenía en sus filas a Jens Lehmann, Ashley Cole, Sol Campbell, Aliaksandr Hleb, Robert Pires, Frederik Ljungberg y José Antonio Reyes. Eso sí, varios de estos jugadores tenían pensado abandonar el equipo tras esa final y lo hicieron.
Por otro lado, la Juventus también contaba con un gran plantel, el mejor de la Serie A. Gianluigi Buffon se colocaba bajo los tres palos, además estaban Fabio Cannavaro, Alessandro Del Piero, Pavel Nedved, David Trezeguet, Adrian Mutu, Lilian Thuram, Gianluca Zambrotta, Zlatan Ibrahimovic y Patrick Vieira, que a inicios de esa temporada había llegado del Arsenal. El problema de los turineses llegó con el escándalo del famoso calciopoli, que terminó con el descenso a la Serie B del equipo y la fuga de casi todas sus estrellas y su técnico en ese momento, Fabio Capello. El retiro de los últimos dos títulos y el tener que jugar el ascenso es clave para entender el momento actual de este equipo.
Escalando la memoria
La delicada situación financiera de los gunners obligó a Wenger a reemplazar a sus figuras con jóvenes jugadores que si bien estaban empapados de su filosofía de buen juego, carecían -y carecen- de la experiencia que se necesita para competir al más alto nivel europeo. Tras la partida definitiva de Thierry Henry en el verano del 2007, la posta la cogieron Cesc Fabregas, Theo Walcott, Manuel Almunia y otros jugadores. El alsaciano logró mantener a su equipo entre los primeros lugares de la Premier League, no dejando en ningún momento de acceder a la Champions. Pero como el mismo Wenger ha reconocido, no tiene una plantilla que pueda aguantar el nivel de exigencia de la liga más competitiva del mundo. 
Así, la aparición de equipos como el Chelsea y el Manchester City han comenzado a relegar a un equipo que enamora a todos con su juego, pero que no tiene el dinero para hacer un fichaje rutilante que asuma el liderazgo del joven equipo. En esa línea, no es de sorprender que el Arsenal tenga grandes jugadores pero ninguno al nivel de Henry, quien resolvía los partidos con su clase. Así, mientras el equipo del norte de Londres carezca de un delantero goleador y de algunos jugadores más, que por su experiencia puedan manejar el grupo, se seguirá viendo un equipo que trata bien la pelota pero que no puede mantener una regularidad que lo lleve a títulos.
Sin recuerdos
El caso de los biaconeri es distinto. Tras su ascenso a la Serie A para la 2007-2008, el equipo comenzó a rearmarse lentamente. Pese a pasar por esa transición, lograron quedar terceros y clasificar a la siguiente Champions League, en donde se dieron maña para mantener su paternidad sobre el Real Madrid en la década, aunque fueron eliminados en octavos por el Chelsea. Claudio Ranieri, que cumplía su segunda temporada al frente del equipo, fue relevado del cargo por Ciro Ferrara que cogió el equipo luego de que este encadenara una serie de resultados desafortunados, logrando que se mantenga en puestos de clasificación de Champions. La irregularidad del equipo se mantendría tanto en la Serie A como en la competición europea, de donde fue eliminado en fase de grupos tras una vergonzosa goleada 1-4 frente el Bayern Munich en Turín. Ferrara fue despedido del cargo en enero de 2010, siendo reemplazado por Alberto Zaccheroni -actual seleccionador de Japón- pero este tampoco pudo levantar al equipo y lo dejó séptimo y clasificado para la Europa League.
El cambio en la presidencia de la institución no tuvo efectos positivos en el equipo. Así, pese a la llegada de Andrea Agnelli y la contratación de Luigi Del Neri como DT, el equipo ha tenido su peor temporada desde que volvió a la Serie A y ha terminado una campaña para el olvido, sin siquiera poder clasificar a una competencia continental.
Es difícil poder decir exactamente cuál es el problema de la Juventus. Mantiene una plantilla de nivel como para poder pelear entre los primeros puestos de su liga, pero siempre termina cayendo luego de buenos inicios. Así, lo que se podría suponer es que hay problemas en la misma institución que están afectando indirectamente al equipo. Asimismo, la falta de continuidad en los proyectos está haciendo que el equipo no encuentre una identidad de juego, algo que necesita si se toma en cuenta que no hay grandes estrellas en la plantilla y que su fuerza debe ser el conjunto. Al igual que el Barcelona pre Ronaldinho, el equipo podría estar necesitando de la llegada de un crack que lidere a su equipo en el juego y permita el retiro tranquilo de Del Piero. Eso sí, los problemas financieros del equipo son otra traba importante en el desarrollo a futuro del equipo más grande de Italia.
Fotos: AFP, nationalturk, img.blesk.cz, cnn.net
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