Viaje planificado
Imagínese lector que usted arma sus vacaciones y en ellas está incluído un viaje. Dentro o fuera del país, cualquiera de los dos, si se trastocan las fechas, e incluso las horas, por ejemplo, porque se pospone el vuelo por mal tiempo, sin duda la complicará la vida. Ahora imagínese que juega fútbol profesional y le dicen que se tiene que levantar a mitad de la madrugada, hacer el trámite usual en el aeropuerto y aterrizar en una ciudad de altura para jugar un par de horas después. Duele la cabeza de solo pensarlo, ¿no? No lo imagine más y pregúnteles a los jugadores de Sporting Cristal cómo se siente porque lo acaban de vivir.
Cierto es que pudieron salvar el partido y quizás, ganarlo, pero eso sería solo porque el fútbol “no tiene lógica”. Lo que era de esperarse es que se diera un choque como el que se dio: un cuadro celeste adormecido y mareado, por el sueño y por la altura. Viajó así por las malas condiciones climáticas que se dieron en la noche anterior al día de partido. No pudo viajar y apuró un traslado de última hora que le pasó una factura gruesa. Es verdad que una nueva postergación hacía más enredado el ya caótico torneo, pero, ¿no era este un verdadero motivo de peso para suspender el juego? Una convocatoria masiva a la selección dejó “cojos” a varios (casi todos) los equipos, pero estaban todos iguales y con tiempo para replantear estrategias. Esto fue lo que motivó la suspensión de cuatro partidos antes de la fecha doble de Eliminatorias. Pero un caso de fuerza mayor no parece ser de mayor importancia para el público en general.
Diga usted lector, que Cristal lleva una ventaja amplísima en la tabla y tiene casi asegurado su concurso en la final, porque si estaba peleando algo, lo que sea, sería apropiado discutir esta injusticia. El equipo que mejor viene jugando lo hizo bastante mal en Huancayo y resulta ineludible armar el vínculo entre el viaje apurado y el bajo rendimiento, más allá de que los mismos jugadores insisten que “no es excusa”. No solo se afecta el resultado deportivo sino también el espectáculo pues este pudo y debió ser un mucho mejor partido. Como para pensarlo, ¿no? Cuando un equipo no puede cumplir con su itinerario planificado para viajar a una ciudad de altura, el partido debe postergarse. Mirando hacia el futuro, por supuesto.
Foto: Jhefryn Sedano
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