Verde bipolar
Como casi siempre para cualquier equipo, jugar en el Cusco le resultó complicado a Sport Huancayo que, si bien rescató un punto contra Cienciano, tuvo más de un dilema sobre la forma en la que debía afrontar el partido. Esto es porque en el primer tiempo, mientras el cuadro imperial tuvo todo para llevarse por delante el marcador, los huancaínos se olvidaron que el fútbol se juega, precisamente, jugando y no metidos en una serie de faltas y reclamos que acabaron por perjudicar sus intereses. En este punto resulta más que llamativo lo que sucedió a los 25’, cuando luego de una falta de Renzo Reaños el árbitro Víctor Hugo Rivera amonestó al lateral para de inmediato tener que sacar otras tres amarillas ante los reclamos, uno tras otro, de Rafael Farfán, Ryan Salazar y Sergio Ibarra. La situación fue tan rápida e inverosímil que incluso a los colegas de Radio Metropolitana se les pasó un par de sanciones.
Ya en la segunda etapa, Wilmar Valencia aprovechó por completo el tiempo que tuvo en el vestuario para cambiarle el chip a sus jugadores y, de paso, realizar un par de variantes que terminaron de lavarle la cara a su equipo por lo hecho en el inicio. Con Willyan Mimbela y Andrés Formento en la cancha el buen fútbol del ‘Rojo Matador’ (de verde en esta ocasión) empezó a aflorar para dolor de cabeza de un Cienciano al que le quedó corto su gol de ventaja. Con ambos en la cancha, el dominio se invirtió al punto que Sport Huancayo pudo llevarse la victoria de no ser por un remate de Mimbela que se estrelló en un palo minutos antes del empate de Rafael Farfán.
Al final, el resultado pareció dejar insatisfechos a ambos equipos. Para los cusqueños ni hablar, ya que jugar de local los obliga a vencer siempre, mientras que para la visita la sensación de tener mejores armas de las que creía tener les hizo ver que la cosecha de puntos pudo ser más productiva de lo que fue en el Garcilaso si lo hecho en el complemento se hubiera expandido a los 90’.
Foto: José Carlos Angulo
