León cerró la magra campaña peruana en la presente Sudamericana. Y también dejó la sensación de que podía, aunque dos errores evidenciaron su desnivel.

 

Deportivo Quito no fue un rival de temer en el Heraclio Tapia. Lo que ocurrió fue que León estuvo lleno de defectos propios del pésimo nivel doméstico (Foto: Jesús Suárez / DeChalaca.com)León cosechó una dolorosa derrota en el Heraclio Tapia y prosiguió con la lamentable tendencia de los equipos peruanos en la presente edición de la Copa Sudamericana, que se retiraron del torneo arañando apenas un punto en ocho presentaciones y con la sensación de que existen factores que son tomados como secundarios en los equipos que obtienen la clasificación a este torneo, pero que al final se convierten en indispensables como el hecho de amalgamar mejor a sus planteles desde inicios de temporada y no sobre el límite de la competencia. Asimismo, también es debatible el hecho de que el modo de clasificación a este certamen no debe ser tan condescendiente con equipos que ocupen la quinta, sexta o sétima casilla en el torneo doméstico. Y es que estos detalles, acaso por una cuestión de nivel, son los que terminan pasando factura y denigrando más la imagen del torneo local en el contexto internacional.

Lo que ocurrió esta tarde en Huánuco, por ejemplo, dejó en evidencia de que sin una buena planificación es muy complicado ser competitivo en otras lides. El caso de León, golpeado por el abrupto alejamiento de Anibal Ruiz a la dirección técnica así como la salida de tres jugadores en el plantel, mermó la estructura de su oncena, la misma que en el balace final fue incapaz de generarle obstáculos al frente colectivo de Deportivo Quito. Como bien se pudo observar, a los cremas del centro les costó una vida pisar territorio contrario y generar situaciones de gol, y cuando lo hizo quedó terriblemente descompensando. Ello ocurrió tras la primera conquista (la de Johan Vásquez), ya que en el acto una buena reacción ecuatoriana derivó en el tanto del empate, la cual obligó a que los hombres de Jean Ferrari asumieran el compromiso de proponer, cosa que lo hicieron con serios defectos.

A criterio personal, la oncena huanuqueña jamás se sintió capaz de dominar las acciones, y cuando pudo hacerlo (tras el 1-0) evidenció la gran tara de los equipos peruanos: la desconcentración. Ello fue evidente en el gol del empate parcial y sobre todo tras la acción que ocasionó el penal que luego transformó Saritama: un ingenuo despeje de Juan Diego Lojas en el área, el mismo que fue anticipado antes de lanzar el zapatazo. Fueron pues, dos acciones de terror para los que estuvieron presentes en el Heraclio Tapia; situaciones como estas, que muchas veces no pasan de una mera anécdota, son los que finalmente ocasionan una sucesión de eliminaciones. La prueba mayor del desnivel que existe ante rivales que, en este mismo contexto, tampoco generan cosquilleos ante rivales de mayor fuste.

Foto: Jesús Suárez / DeChalaca.com

Comentarios ( 2)add
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escrito por ironi , August 23, 2012
por eso todos se burlan de nosotros los peruanos.
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escrito por erick , August 23, 2012
Vergüenza Nacional
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