Los cambios en Asunción no respondieron a lo que el partido pedía y Perú no tomó un segundo aire a partir de ellos. Esto ha sido una constante durante toda la Eliminatoria.

 

A Perú le sigue costando tomar ese segundo aire para sacar adelante los partidos a partir de los cambios. Ante Paraguay volvió a ratificar ese defecto (Foto: Aldo Ramírez / DeChalaca.com, enviado especial a Asunción)Al medio tiempo del partido en el Defensores del Chaco, creo que la gran mayoría de entendidos de este deporte coincidían en que se debía hacer una variante que fortalezca el centro del campo para tocar más y tener la pelota; lo que también iba a servir para controlar mejor los embates de paraguayos. Lamentablemente, el leer los partidos no es una virtud del actual proceso y con los cambios, Perú nunca ha ganado ese segundo aire o boost  necesario para sacarlos adelante.

Si en un inicio se le podía dar crédito al comando técnico sobre este tema, tras lo visto ante Argentina, Bolivia y Paraguay, ya se puede señalar esto como uno de los problemas más serios de la selección. En La Paz, la bicolor podría haberse llevado el partido si se buscaba cambiar la idea inicial -jugar con un punta movedizo y no un ‘9’- y ante Paraguay cambiar el 4-cuadrado-1-1 a un 4-3-2-1 que por lejos es la mejor formación que le va a Perú.

Más bien, la selección ha perdido puntos a partir de los cambios. Dos ejemplos claros fueron el partido con Ecuador, que lo cambió el ingreso de Méndez, y el reciente contra Bolivia con el ingreso de Martins y Segovia. En ambos casos, Perú no supo responder a sus ingresos y perdió y empató, respectivamente. De cara al futuro toca pensar, que si las cosas no se están dando en el partido, el cambiar la idea inicial no está mal. Adaptarse a las circunstancias es clave en el fútbol y ahí la blanquirroja sigue en deuda, con intereses.

Foto: Aldo Ramírez / DeChalaca.com, enviado especial a Asunción

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