Recuerdos como de ceniza
Hace algunas horas se conmemoró el 86° aniversario de Universitario de Deportes, sin muchos aspavientos y con la mirada bien puesta en lo que será su desenlace en la primera etapa del Descentralizado. Días atrás, la Camara de Conciliación y Resolución de Disputas de la FPF le restó dos puntos por una deuda con el ex entrenador Ricardo Gareca, y si bien muchas voces se elevaron por tal medida, hubo una que terminó de colmar la paciencia. No por lo impertinente y desatinado (ya fuera por eso), sino por lo patético que puede resultar el hecho de observar cada mañana a uno de sus jugadores más representativos de los últimos tiempos (a estas alturas ya parece una joda, ¿cierto?) enfrezcado en líos verbales con un sinsentido escalofriante.
Germán Leguía, el popular 'Cocoliche', fue un virtuoso del balón. Si bien saltó al ruedo a través del 'Muni', su recuerdo imperecedero está en Odriozola. En aquella casa que lo cobijó durante dos etapas y por las que derrochó su indescifrable talento. Partió con olor a gloria a España, y tras algunas escalas por otros paises, volvió a aterrizar con los cremas para quemar sus últimos cartuchos. Fue, pues, uno de los '10' más destacados que pasó por esta institución, acaso el último gran conductor que tuvo la 'U'. Sin embargo, pese a su tamaña estampa como jugador -a veces el tiempo se convierte en un mal complice-, por estos días es vilipendiado hasta el hartazgo. Él se lo buscó -eso está claro-, pero no debió ser así. Igual, él se lo buscó.
Actualmente, pues, más parece un personaje jocoso. Por lo peculiar y gracioso. Probablemente el destino le estaba reservando un lugar en el recuerdo, pero única y exclusivamente con el traje de corto. Empero, el rompió el pacto y optó por lucir con saco y corbata. Y se metió al lío de comadres, para mal. Por ello, por su bien, señor Germán, póngase mute. De una vez.
Recorte: revista Ovación

Ya mas en serio, y eso que soy de la U, este tipo de "dirigentes' son los que no deberian tener cabida en nuestro futbol.