Razones de peso

La Comisión de Bases del Descentralizado 2012 ha anunciado que el torneo de Primera División del próximo año se disputará en el mismo formato que las temporadas 2009 y 2010; esto es, con 44 jornadas divididas en 30 de torneo regular y 14 de series (mal llamadas liguillas) divididas en dos grupos de equipos de acuerdo con su ubicación par o impar en la tabla de la primera etapa.
Como siempre, el tema causa escozores, interrogantes y un aluvión de críticas -la mayor parte poco fundamentadas-. Como siempre, conviene hacer algunas puntualizaciones al respecto y tener claro que las razones económicas pesan demasiado como para relegarlas de un análisis que tiene que partir por considerarlas.
¿Por qué en 2012 no se puede seguir jugando con 30 fechas como se ha hecho este 2011?
PRINCIPALMENTE, PORQUE EL AÑO QUE VIENE NO HABRÁ COPA AMÉRICA. No hay un evento mayor que genere una paralización forzada en el calendario. Por tanto, la atención mediática y de la afición no tiene por qué desviarse a otro evento futbolístico, y esto es tanto o más importante que el efecto deportivo en términos de que los clubes no puedan contar con sus planteles completos -ya que el número de convocados de la selección procedentes del torneo local es cada vez menos representativo-. De ese modo, hay un espacio por cubrir en el calendario y lo más lógico es que la Primera División se encargue de ello.
¿Pero es inevitable tener un torneo de 44 fechas?
SÍ, Y LA RAZÓN NUEVAMENTE ES ECONÓMICA. Para variar, diversos clubes han recibido ya por adelanto dinero de la televisación de sus partidos correspondientes al año 2012, y por ello se ven obligados a cumplir con un número de fechas que les permitan llenar espacios. En 2011 ello se intentó vía el Torneo Intermedio, pero los problemas de sincronización entre calendarios de los torneos de Primera, Segunda y Copa Perú impidieron generar un formato más amigable. Una precisión importante es que las 44 fechas (esto es, el año menos ocho semanas) le permiten a la televisión satisfacer su necesidad de tener fútbol que mostrar entre la primera semana de febrero y la primera de diciembre, que es el periodo habitualmente establecido con sponsors para la transmisión de fútbol.
Dadas las 44 fechas, ¿el sistema de series es el más adecuado?
A FALTA DE UNA MEJOR PROPUESTA DE LOS CRITICONES, SÍ. Se escuchan muchas quejas sobre el formato sin tomar en cuenta las premisas anteriores, pero a la vez se dan pocas soluciones para el rompecabezas. En DeChalaca.com lo hemos venido diciendo desde 2008: para llenar 44 fechas y garantizar igualdad de condiciones a los participantes, lo único que puede hacerse es jugar 30 fechas de fase regular y 14 de series (así todos los clubes juegan igual número de partidos de ida y vuelta). En ese punto surge el otro tema: cómo conformar las series. Hay dos alternativas: i) partir la tabla en dos al cabo de la fecha 30, con los ocho primeros jugando por el título y los ocho últimos por el descenso (de modo análogo a lo que ha hecho este 2011 la Segunda División, por ejemplo); y ii) jugar con series agrupadas de un modo relativamente equitativo como el de pares e impares. La primera opción, con seguridad, generaría muchos quejidos de los clubes que temieran quedar del puesto 9 hacia abajo ("vamos a jugar por nada", dirían, como si hubieran aspirado en algún momento al título); por ende, la segunda acaba siendo la óptima.
¿No hay otra forma de mantener un torneo de 30 fechas y llenar el calendario?
SÍ: TENER UN TORNEO PARALELO COMPETITIVO Y BIEN LLEVADO. Si el Intermedio no hubiera sido blanco de tantas críticas malintencionadas, columnitas llenas de barro con ventilador y rajes en corto sin propuestas alternativas a cambio, este año podría habérselo potenciado para conformar una Copa nacional que permita completar el calendario y mantener la Primera División con un calendario regular de 30 fechas. En DeChalaca.com creemos con firmeza que es necesario que exista un certamen que integre a los equipos de distintas categorías y que el principal problema para conformarlo es la diversidad de calendarios que existe entre Primera (de febrero a diciembre), Segunda (de mayo a noviembre) y de Copa Perú (de febrero a diciembre, con equipos diversos comenzando sus participaciones en mayo, julio y setiembre de acuerdo con su grado de avance en la temporada anterior). Por ello, se nos ocurre que una alternativa para una Copa nacional es desarrollarla en los primeros meses del año, entre febrero y abril: se podría integrar a los clubes de Primera (que podrían comenzar su torneo una vez culminada la Copa), a los de Segunda (que tendrían la actividad que les falta antes de mayo) y a los de Copa Perú que comiencen su participación a partir de las etapas posteriores a la Distrital (que, se entiende, habrán sido los que mejores resultados hayan tenido la temporada anterior y por tanto habrían de tener mejores chances de tener roces con clubes de categorías superiores). A ese torneo se le podría dar un premio deportivo: clasificación a la Sudamericana para el campeón si este es un club de Primera División, y si lo ganara un club de Segunda o de Copa Perú, podría dársele ascenso directo a la categoría inmediata superior (ya que la Conmebol no acepta más clubes de ascenso en certámenes internacionales).
¿El sistema de competición va a arreglar por sí solo los problemas del torneo local?
AYUDA BASTANTE, PERO HOY EL PROBLEMA ES ECONÓMICO. Y es económico no solo por los problemas de deudas en las que algunos clubes -ojo, algunos, no todos- han caído con el tema de planillas, que podrían acentuarse para los próximos años con la crisis económica internacional en ciernes, sino porque en general el sistema no incorpora esa variable en su análisis. Las comentadas críticas al sistema de torneo lo demuestran: se raja y se raja sin partir de la premisa de que el campeonato tiene premisas económicas que satisfacer. Medidas como la que se anuncia en torno de que los clubes que tengan deudas no puedan inscribir jugadores (que ojo, no es lo mismo que no contratar, ya que a una entidad privada nadie le puede impedir que contrate lo que quiera) podrían constituir un primer punto para comenzar a sanear el sistema, así como regresar al esquema en que los puntos perdidos por clubes, por la razón que fuere, no sean ganados por los ocasionales rivales -algo en lo que ya se había avanzado y nadie entiende bien por qué se dio marcha atrás-. El tema es sencillo: hay que seguir viviendo el fútbol como un deporte, pero entendiéndolo como un negocio. Es la única forma de sacar esto adelante.
Foto: manquepierda.com

Al menos el tipo de campeonato no es el peor problema de nuestro fútbol!
los ganadores de semifinales van a la final y la libertadores.el tercer lugar la disputan los perdedores de la semifinal po un cupo a la libertadores y el perdedor de este partido no clasifica a ningun sitio.los cuatro segundos disputaran su clasificacion a la sudamericana semifinales,final los primeros 2 cupos y el tercero entre los perdedores de la semifinal el ganador va a la sudamericana.
Por otro lado deberiamos potenciar los intermedios, desaparecer la insensates de la copa Peru en donde un equipo de nueve gorditos de Ñuñunhuayco estan un nivel abajo de pertenecer a "Primera Profecional". esto no es mas que nuestro reflejo plasmado en el Futbol, haber si nos maquillamos un poquito.
Es cierto que no se llega a completar las 44 fechas, pero el final seria mas atractivo y con varios estadios llenos, sobretodo si es que por lo menos en los dos primeros grupos los equipos entran con cero puntos y en el de descenso si ingresarian con los puntos que consiguieron en las 30 primeras fechas.