Que no Pando el cúnico
Para los que siguieron la transmisión del partido, bien podrían sacar la conclusión de que Real Garcilaso, con la puntería mejor afilada, tuvo todo para obtener una goleada de escándalo. Su rival, Cobresol, realizó un partido netamente defensivo en el que su portero, Michael Sotillo, se erigió como el valor más alto. Es más, sus dos cartas en ofensiva, Antonio Serrano y Diego Chávarri, no terminaron el partido por sendas lesiones.
Pero el 'Vendaval Celeste' padeció más de la cuenta. Si bien es elogiable la función que viene realizando Freddy García al frente del equipo cusqueño (tanto como que es -sino el único- uno de los equipos que prácticamente no ha variado en su formación estandar, además de jugar siempre con el mismo esquema), esta tarde presentó una evidente desconexión ofensiva de parte de los creativos -Fabio Ramos e Israel Chávez- al momento de habilitar a los atacantes celestes.
Es cierto que Cobresol, defensivamente, hizo un trabajo loable, pero la balanza siempre estuvo inclinada. Por ello, era obvio que el oxígeno se le iba a extinguir a los dorados, detalle que quedó en evidencia a los 85'. En ese minuto, luego de lamentarse en gran parte del partido con los continuos yerros en definición, Andy Pando le dio un giro radical a su actuación y vulneró la valla del correcto Sotillo. Luego, sobre los 95'+, la historia se repitió: Pando apareció para sellar el 2-0.
Real Garcilaso no gusto; de hecho, su marcado dominio le otorgó un ritmo monótono al partido, el cual recibió varias críticas en la transmisión cusqueña. No obstante, el 'Vendaval Celeste' demostró que, hasta en los momentos más complicados, puede sacar un arma infalible para hacer respetar la casa y mantenerse en puestos de vanguardia. Por eso, en el Cusco, la afición del Real Garcilaso bien podría decir "que no Pando el cúnico".
Foto: José Carlos Angulo
Mostrar/Ocultar comentarios
