Podemos ir llevando La Paz
EMOTIVAMENTE. Perú mereció, como tantas veces, ganar un partido que acabó empatando y quizá pudo hasta perder. Quedó la sensación, como tantas veces, de que se dominó buena parte del juego y se fue superior al rival. Se percibió, como tantas veces, que se sufrió más de lo necesario cuando el rush boliviano del comienzo del segundo tiempo, sobre todo luego del empate de Chumacero. Como tantas veces, las emociones no pueden estar conformes con el resultado.
OBJETIVAMENTE. Hay una indescriptible satisfacción por comprobar que el trabajo serio siempre recompensa. Por haber planificado con suma antelacón un partido como este y haber preparado un equipo especial para él; un equipo que acabó corriendo tanto o hasta más que una Bolivia que se demoró demasiado en darse cuenta de que no iba a poder ahogar a un equipo acostumbrado a jugar en la altura. La selección, pues, acalló a los que se llenaron la boca hablando del supuesto despropósito que significaba hacer descansar al equipo base en la visita a La Paz; era una apuesta, totalmente válida desde que se caía en la cuenta de que en el Hernando Siles puede, según cómo amanezca Bolivia, perder hasta el Barcelona. La apuesta esta vez pagó.
MATEMÁTICAMENTE. El resultado aporta apenas un punto de los 5 que Perú debe recuperar (perdió 3 ante Colombia y 2 ante Argentina). Es, en esos términos, bastante poco y genera una mochila pesada para Asunción, donde la blanquirroja deberá buscar que seguir descontando ese pasivo. Ahora bien, todo depende del crisol con el que se mire la situación. Se sabe del entorno de la selección que el presupuesto de Markarián para esta fecha doble es de 4 puntos; y al menos quien escribe considera que hoy por hoy para Perú es más probable ganar en Asunción a un Paraguay en estado de descomposición -y llegando la blanquirroja con un equipo descansado- que hacerlo en La Paz.
FUTBOLÍSTICAMENTE. Perú fue superior a Bolivia en el primer tiempo de cabo a rabo, y eso lo reconoció hasta Azkargorta. Más bien, el DT español dijo en conferencia de prensa que en el segundo tiempo mandó Bolivia, y eso no es tan cierto. Indudablemente el cuadro altiplánico le dio un vuelco de 180 grados a su propia situación, pero Perú, tras el remezón producto del empate de Chumacero, se volvió a parar bien en el campo. Eso sí, se dieron ventajas: Martins recibió demasiadas veces solo en tercer cuarto de cancha, y a lo mejor Markarián pudo emplear a Ampuero más en funciones de primera línea, donde Joel Sánchez estaba batallando en una posición atípica. El DT optó por Cueva para acabar corriendo en campo rival, pero a lo mejor esa sí acabó siendo una apuesta demasiado arriesgada.
ESTADÍSTICAMENTE. Lo anterior se refuerza cada vez que se recuerda el tiro al palo de Martins que bien pudo darle a Bolivia el segundo. Pero si se va a las cifras, el segundo Perú lo tuvo hasta tres veces. Sin contar la de Cominges al inicio del partido, que fue anterior al gol de Mariño, se perdieron goles casi hechos Ávila, Aguirre -tras combinación con Sánchez- y Cueva. Estuvo para cualquiera, pero para la blanquirroja con mayor frecuencia.
ANALÍTICAMENTE. Muchos se preocupan hoy de redefinir objetivos en término de rivales: desgañitamientos por saber si es ahora Uruguay o ahora Chile el adversario por desplazar en la tabla. Pero hay que saber ver Eliminatorias y darse cuenta de que los rivales directos, históricamente, se definen en las tres últimas jornadas. Por ahora Perú tiene que tener una sola cifra firme en la mente: lograr 24 puntos, que equivaldrían a cartón lleno en casa, y eso te lleva al Mundial. De allí que haya que recuperar afuera, como se dijo en un acápite anterior, un total de 5 puntos.
SUMARIAMENTE. El paso por La Paz deja una sensación positiva: la de que se sabe qué se está haciendo paso a paso y que eso se intenta lograr de la mejor forma posible. Hay quienes dicen que hoy con eso no basta y que lo único que importa es sumar; eso último es verdad, pero lo otro ayuda y bastante. Hay números indiscutibles: segundo empate en Eliminatorias en la capital boliviana y, sobre todo, la ruptura de una racha horrible que impedía sumar de visita en el Premundial, cosa que se ha logrado tras 16 años. Todo eso contribuye a tener seguridad de que este proceso, con todos sus defectos y virtudes, va a mantenernos peleando en la tabla eliminatoria lo más lejos que se pueda.
Fotos: Aldo Ramírez / DeChalaca.com, enviado especial a La Paz

Si queremos vivir, en Asunción hay que ganar. Además, intentar ganar en alguna de las otras visitas, aparte claro, asegurar los 12 puntos que faltan jugar en Lima.
Hay 2 realidades que aún nos dan esperanza: primero, que esta vez hay un cupo más (4 1 1) que las veces anteriores. Segundo, que todo es tan parejo que los que ayer estaban arriba (Uruguay y Chile) hoy se están cayendo y los que estaban abajo (Colombia y Ecuador) están arriba.
Arriba Perú, a aprovechar el pésimo momento de Paraguay y a confiar en que la clasificación es posible. A dejar la vida!
No sacábamos puntos de visita desde Octubre del 2004, cuando empatamos 1-1 en Asunción, o sea 8 años. Hace 16 años no sacábamos puntos de La Paz.
Me parece que este es el partido que debÃamos ganar, no sé porqué todos piensan que Paraguay va a ser mas fácil. El Defensores del Chaco siempre es muy difÃcil y Paraguay no es malo, solo está bien dormido, espero que no despierten contra nosotros.