Perdónalos, porque no saben lo que hacen
En la semana que se cumplió un aniversario más del deceso de 'Lolo' Fernández, uno de los integrantes del staff de DeChalaca.com -hincha de la 'U'- hace una autocrítica en torno al momento dirigencial que atraviesa la escuadra merengue.
Aquel martes 17 de setiembre de 1996, los homenajes para un ídolo eterno y el paseo por la vieja y querida cancha de Odriozola eran tal vez insuficientes para alguien que supo hacer grande a la 'U'.
Leo con atención en el tomo II del libro La 'U' y su Historia, del ingeniero Rafael Quirós Salinas (acaso el mejor presidente que ha tenido el elenco crema en sus 86 años de existencia), lo difícil que fueron los primeros momentos, aunque luego todo se tornó agradable, consiguiendo en 1928 el ansiado ascenso a la Primera División, ganando el primer clásico de la historia, la primera vuelta olímpica en 1929, el nacimiento de la famosa garra, los grandes goles del gran 'Lolo' Fernández, el subcampeonato de la Libertadores en 1972 y tantos otros logros más que hicieron que la 'U' fuese un club respetable a nivel internacional.
Vuelvo a la actualidad y la pregunta invade mi cabeza: ¿cuándo se “jodió” la 'U'? Ensayo una primera respuesta, y veo que fue con Jorge Nicolini, un tipo que le dio todo al club -mucho dinero incluido -, pero que lamentablemente hizo que se cayera en el mecenazgo para poder sobrevivir. Luego, vino Alfredo González y una debacle disfrazada con el tricampeonato; Javier Aspauza, que nunca encontró el rumbo -institucional- ni nada que se le parezca; Gino Pinasco, una persona a la que le quedó grande la presidencia de la 'U'; y Jaime León, con la mal llamada Junta Transitoria, porque en realidad es una administración judicial presidida por Eduardo Guinea.
La realidad, sin duda, embarga una aguda crisis a todo nivel. Por ello, me pregunto: ¿es acaso tan difícil hacer las cosas medianamente bien en una de las instituciones más importantes del país? Estoy seguro que no. Apuntemos. 1) Orden institucional. Bien reza el dicho, el respeto empieza en casa y parece que en la casa de la 'U' nadie se respeta. 2) Transparencia. Si el club va a estar una vez más hipotecado al “mecenas” de turno -llámese Julio Pacheco–, pues que sea público. En estos tiempos nadie regala su dinero sin recibir nada a cambio -más aún cuando el mismo Pacheco ha dicho que esa no es su filosofía-, y es urgente y necesario que el socio crema conozca las condiciones de los préstamos efectuados.
Habría que recordar que hay una Ley que cambiara el rumbo institucional, la cual obliga a tener que convertirse en alguna de las tres formas planteadas -conversión a una sociedad anónima abierta, conformar un fondo exclusivo para el equipo de fútbol profesional o la concesión privada del equipo profesional-. Cualquiera que se adopte será una realidad a la vuelta de la esquina.
Empero, esa vuelta de la esquina demanda y exige que los socios tengan claro su panorama. No vaya a ser que mañana se encuentren con que no hay elecciones, o que el candidato único sea Julio Pacheco, o que gane otro socio y aparezca una deuda más cuantiosa o, peor aún, que el club sea declarado en quiebra.
Por todo ello, perdona a la 'U', 'Lolo', aunque se sabe lo que hacen y nadie dice nada para querer ver la realidad.
Foto: archivo
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