Atlético Nacional campeón: Pausa y Borja

Tal como ahora, durante las anteriores dos ediciones de la Copas Libertadores, el torneo tuvo una pausa intempestiva antes de sus finales. Solo algunos le supieron sacar provecho o adapatarse a este lapso como Atlético Nacional. En 2014, por ejemplo, debido a la Copa del Mundo jugada en Brasil, los duelos por las semifinales del torneo tuvieron que aplazarse dos meses. Fue así que del 14 y 15 de mayo en que Defensor Sporting, Bolívar, San Lorenzo y Nacional sellaron su clasificación, tuvieron que enfrentarse recién el 22 y 23 de julio.
¿La complicación para los cuatro equipos? La apertura del mercado de pases que podía quebrar sus planteles. Defensor Sporting pudo retener a su figura Giorgian De Arrascaeta, ya traspasado a Cruzeiro. San Lorenzo, entretanto, solo dejó ir a Carlos Valdés por inconvenientes internos entre ambas partes. Nacional de Paraguay también mantuvo su base. Quien sí movió su plantilla, en cambio, fue Bolívar, pues William Ferreira, autor de 153 goles con la ‘Academia’, partió a México. Pero el equipo se reforzó con Óscar Rodas y Carlos Tenorio. El contexto, pues, obligó a adaptarse a cambios intempestivos a los cuatro clubes.
Condición exprimida
La Libertadores 2015 obligó también a sus semifinalistas a preparar sus planteles al cambio del mercado de pases en la pausa de la Copa América en Chile. Guaraní de Paraguay e Internacional de Brasil no movieron la base de su plantel que llegó hasta esta instancia. Pero Tigres y River, a la postre finalistas, sí tuvieron cambios sustanciales en sus enfrentamientos y el cierre de sus campañas.
A Tigres llegaron Jürgen Damm, uno de los futbolistas con más proyección en el fútbol mexicano, y André Pierre Gignac, uno de los pases más emblemáticos en el fútbol latinoamericano en el nuevo milenio. El francés llegó y fue una de las figuras en la semifinal ante Internacional. Anotó un gol en el partido de vuelta. Por otro lado, River Plate también se reforzaba aunque en otra magnitud. Al cuadro ‘Millonario’ llegaron Pablo Aimar, Javier Saviola, Luis ‘Lucho’ Gonzales, Tabaré Viudez y Lucas Alario. Solo el ‘Payasito’ no jugó. Gonzales, Viudez y Alario sí tuvieron una participación clave para definir el tercer título continental para River.
Le da los cinco
Jonathan Copete y Víctor Ibarbo eran los dos atacantes de lujo en el plantel de Atlético Nacional para enfrentar la Copa Libertadores. Entre ambos anotaron 5 goles para el ataque verdolaga hasta los cuartos de final ante Rosario Central. Ibarbo, sin embargo, no disputó la llave ante el cuadro rosarino. Tras la pausa por la Copa América Centenario, Ibarbo y Copete se marcharon del club, pero Orlando Berrío aparecía como una de las opciones para suplirlos desde una banda. Sin embargo, faltaba un ‘9’ que pueda compensar la potencia y contundencia de los antes mencionados.
Miguel Borja llegó, pues, a compensar la salida de Ibarbo y Copete. El atacante de 23 años llegó de Cortuluá, equipo con el que hizo 19 goles en 22 partidos en la Primera División de Colombia. El inicio del atacante tierraltense fue fantástico. Anotó los cuatro goles, dos en Sao Paulo y dos en Medellín, en las semifinales. Luego, en la vuelta, de sus pies nació el remate que le dio a Atlético Nacional su segunda Copa Libertadores. Borja hizo 5 goles en total, los mismos que Ibarbo y Copete juntos, pero en apenas 4 partidos.
Cambios que influyen
Lucas Alario anotó el primer gol en Argentina, el mismo que abrió la llave para River la final ante Tigres. André-Pierre Gignac le dio un tremendo salto de calidad al cuadro mexicano para imponerse ante el duro Internacional. En esta final, Miguel Borja llegó con un estado de forma excepcional y le dio el título a Atlético Nacional. Otro campeón como San Lorenzo tuvo que luchar para mantener en su plantel, al menos hasta el final de la Libertadores, a Ignacio Piatti.
Este escenario dado en las últimas tres ediciones ha sido un reto para clubes como Atlético Nacional y San Lorenzo, pero una oportunidad para equipos como River Plate y Tigres para reforzar sus planteles aún más. El terrible desorden, que cada vez es menos novedad, imperante en la Conmebol, pues, distorsiona el final de un torneo que, sin embargo, no ha dejado que su impacto se pierda tras uno o dos meses sin jugarse. De pronto, Lucas Alario en River y Miguel Borja en Atlético Nacional se convirtieron en emblemas de la Libertadores en apenas unas semanas.
Es un mérito de los clubes poder adaptarse y aprovechar las oportunidades, pero siempre en un marco cortoplacista del cual parece no poder salir el fútbol sudamericano. Atlético Nacional ha vivido esta dualidad y supo sobreponerse. Su planificación a largo plazo lo llevó hasta la semifinal; su visión estratégica, en cambio, le dio una Libertadores más.
Fotos: AFP
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
