No perdamos la mirada
Mientras Perú y Colombia se enfrascaban en una lucha por recobrar la fe con respecto a su fútbol en 'El Campín' de Bogotá, cientos de kilómetros más al sur, específicamente en Santiago, chilenos y uruguayos disputaban un encuentro más que atractivo debido al conocido potencial futbolístico de ambas selecciones y al nivel de sus entrenadores : Marcelo Biensa y Washington Tabares. Dejando de lado la parte sentimental por la salida del ‘Loco’ de la dirección técnica de la escuadra mapochina, es necesario analizar el plano netamente futbolístico del cotejo llevado en tierras sureñas. A pocos menes del inicio de la Copa América, resulta indispensable conocer cómo van evolucionando nuestros rivales directos para darnos cuenta de la real dimensión de su juego, considerando sus cualidades y debilidades como equipo.
Lucidez dentro de la locura
Con un fútbol vertical basado en el toque de primera y una adecuada circulación a lo largo de la cancha, Chile buscó durante todo el cotejo el arco defendido por Muslera. Con un esquema ultraofensivo 3-2-3-2, la ‘Roja’ neutralizó el pressing realizado por los uruguayos utilizando la misma táctica que estos se habían planteado realizar. Con un considerable volumen ofensivo, los dirigidos por Bielsa lograron hacerse del dominio de la pelota gracias a la excelente distribución que presentaron Arturo Vidal, Alexis Sánchez y Fabián Orellana, quienes no contento con ello, se dieron tiempo para pisar constantemente el área charrúa, lo cual se evidenció en los tantos de Sánchez y Vidal, que sellaron el 2-0.
Un detalle a tener en consideración en la ofensiva chilena es la no presencia de un típico ‘9’ de área, en desmedro de dos hombres con mejor manejo técnico pero menos presencia física, lo cual se puede denotar con el biotipo de ambos jugadores (no son el típico delantero fornido de 1.80 en adelante). No obstante, lo exhibido en el estadio Nacional de Santiago fue una muestra que la habilidad en el juego puede sobreponerse a la fuerza y biotipo del rival.
Chile formó con Claudio Bravo; Gary Medel, Waldo Ponce y Gonzalo Jara; Mauricio Isla, Marco Estrada y Arturo Vidal; Fabián Orellana; Alexis Sánchez, Humberto Suazo y Mark González. De lejos, el mejor once que puede diagramar la selección sureña. La gran interrogante es, ¿el próximo técnico -aun en misterio- mantendrá intacta la identidad 'Bielsista' del equipo de la estrella solitaria?
Le dieron la contra
Por su parte, Uruguay apostó por su conocido tridente de ataque conformado por Cavani, Suárez y Forlán para intentar realizar un pressing asfixiante en el territorio rival. Con un dinámico 4-3-1-2, el ‘Maestro’ Tabares volvió a evidenciar que continúa bajo la misma línea que lo llevó a ocupar la cuarta posición en Sudáfrica 2010. Con su clásica garra y con una movilidad envidiable en ataque, la ‘Celeste’ mostró en el amistoso disputado en Santiago algunas de las características que lo llevaron a la gloria en el mundial africano; no obstante, evidenció en esta ocasión una fragilidad notoria en defensa, quizá agudizada por el planteamiento táctico de su rival y la poca retención del balón que tuvo.
A diferencia de otra jornadas, la zona medular compuesta por Gargano y Arévalo Ríos no fue capaz de frenar el juego de su rival y, por el contrario, cayó en la desesperación y en la vehemencia, lo cual fue reflejado con la expulsión de Gargano sobre el final del primer tiempo. De ahí en más, los charrúas nunca pudieron hacerle frente a las constantes arremetidas de su rival por las bandas. Tanto Pereira como Fucile fueron ampliamente superados por el rival debido al volumen con que atacaba la ofensiva chilena.
La celeste saltó al coloso de Ñuñoa con Fernando Muslera en portería; 'Maxi' Pereira, Diego Lugano, Mauricio Victorino y Jorge Fucile en defensa; Walter Gargano, Egidio Arévalo Ríos y Álvaro Pereira en mediocampo; Edinson Cavani de mediapunta y Diego Forlán con Luis Suárez en ofensiva. Sí, la alineación base que dispuso en el reciente mundial. Aunque faltan más de siete meses para la Copa América, ya puede ir tomando nota de algunas consideraciones preliminares, don Sergio.
Fotos: Reuters
