No hay súplica que valga
Los siete pecados que le han quitado a la 'U' sus opciones de título nacional.
Es cierto: numérica o matemáticamente, Universitario todavía puede luchar el ansiado sétimo puesto. Sin embargo, futbolísticamente parece casi imposible. Acá, algunos motivos por los cuales la 'U' no ha logrado ubicarse dentro de los siete primeros del Clausura, y en consecuencia, no pueda obtener una nueva estrella en su extenso palmarés.
UNA DIRIGENCIA SIN CABEZA. Gino Pinasco pesa poco dentro de su propia dirigencia y en consecuencia, dentro del plantel. No lo respetan, ni impone respeto. Resultó sintomático que en el receso del Clausura por Eliminatorias, ante un compromiso amistoso que Universitario debía afrontar en Iquitos, el plantel se haya negado a viajar por falta de pago, a pesar de los ruegos del presidente crema. Pero apareció Juan Carlos Noli, quien formalmente es tesorero, para convencer al equipo de lo contrario. ¿Acaso el tesorero tiene más peso que la cabeza del club? Al parecer, en Universitario, sí.
UN GERENTE EQUIVOCADO. Germán Leguía, gerente deportivo del cuadro merengue, parece haber creído que su papel era el de emular de una u otra forma al inefable González. Sus declaraciones, casi diarias, eran constantemente desatinadas. Buscó, en vez de establecer un diálogo fluido entre el plantel y la dirigencia, un protagonismo innecesario, impropio de un gerente deportivo. ¿Él es la persona indicada para salir a decir, muy suelto de huesos, que la 'U' no le va a prestar a la San Martín nunca más su estadio, como si el cuadro merengue pudiera darse el lujo de negarse a recibir cualquier clase de ingreso económico hoy por hoy?
UN RUMBO DIALÉCTICO ERRÁTICO. Por todo lo anterior, es evidente que en Universitario no hay una voz oficial, pero de ahí a que todos los días salga uno y otro dirigente y diga lo que se le plazca –o de acuerdo con el humor con el que haya amanecido- hay un trecho largo. Que Gareca se va, que el plantel no creía más en el cuerpo técnico, que la interna de la 'U' es un desastre y los largos etcétera que se escucharon a lo largo del Clausura repercutieron directamente en los jugadores y generaron una sola cosa: inestabilidad.
LAS MALAS CONTRATACIONES Y LAS MALAS DECISIONES. ¿Algún hincha de la 'U' que haya seguido regularmente la campaña del Apertura puede negar que el título se habría conseguido mucho antes si se hubiera tenido un '9' efectivo. Lo de Roberto Jiménez a lo largo del año ha sido pobre. Lo peor, es que pesar de que todo el mundo se dio cuenta de ello, con miras al Clausura la dirigencia contrató cualquier cosa menos delanteros (el argentio Perillo prácticamente no ha jugado). Líneas aparte, la obstinación de Gareca de mantener a 'Malingas' como titular indiscutible fue y será totalmente discutible: un '9' que no hace goles, no puede jugar. Así de simple.
LA FALTA DE PROFESIONALISMO DE ALGUNOS JUGADORES. Quien escribe, si bien ha discrepado con muchas decisiones de Gareca como DT de Universitario, cree que el argentino es un buen entrenador (por algo lo está pidiendo Vélez). Más allá de que los resultados no lo hayan acompañado en el Clausura, ha sido evidente a lo largo de este campeonato el poco profesionalismo de los jugadores de la cremas. Es un mal congénito del fútbol peruano: entrenador que no sale a los bares con sus jugadores es casi un bolo fijo -salvo honrosas excepciones- de que su plantel se le voltee y lo deje de apoyar. Las últimas alineaciones de la 'U' lo dicen todo: reflejo de alguien que no sabía qué más hacer ni donde más probar, o, si lo traducimos al lenguaje del futbolista peruano, alguien que buscaba que jugador sí se la jugaba por él (como si un jugador tuviera que jugársela por su entrenador, cuando en realidad tiene que dar lo mejor de sí porque ese es su trabajo).
LA DEPENDENCIA DE UN ESQUEMA EN UN HOMBRE. No se trata de Neyra, mediáticamente sobreexpuesto, o de las innecesarias polémicas con Candelo. Si la 'U' extrañó a alguien en el Clausura, ese fue Miguel Ángel Torres, atacado por las lesiones y en cuyo carril derecho se soportaba buena parte del peso del 3-4-1-2 de Gareca. En DeChalaca.com los promedios lo revelaron al final del Apertura: la figura de la 'U' era Torres, no Neyra. Seis meses después se entiende por qué.
EL EMPEÑO POR BUSCAR OTROS CULPABLES. Formar cortinas de humo sobre los problemas con Álvaro Barco; hablar de la "ética" de los jugadores de la San Martín para no perder sus últimos tres partidos a pesar de que les convenía y les conviene hacerlo; el apoyo ciego a Burga en búsqueda de no perder el dinero fácil de la Libertadores, sin preocuparse en dar una efectiva solución a los problemas de la FPF -como corresponde a un club con arrastre en el sistema-. Entre otros, esos son algunos puntos en la larga lista de desaciertos en los que se enfrascaron Universitario y su dirigencia durante los últimos meses, y que son los que los han llevado a perder el campeonato nacional. Porque ni la San Martín ni nadie más tiene la culpa de la irregular campaña crema en el Clausura.
El lector puede agregar más argumentos si lo desea. Por lo pronto, estos siete pecados explican por qué en el Monumental este año no va a haber más vueltas olímpicas que la del campeón de la Copa Perú.
Foto: Andrés Durand / DeChalaca.com
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Igual voy a seguir alentando, todo por la U, nada por estos dirigentes y jugadores del monton