No es ningún consuelo
La última imagen que dejó Inti Gas en condición de visitante fue deporable: visitó a la 'U' y, si se salvó de una goleada de proporciones, fue porque Édgard Ospina mejoró su lectura en el segundo tiempo y, con algunas variantes, equiparó las acciones. Todo indica, de acuerdo a los apuntes de los colegas de Radio Metropolitana del Cusco, que la tónica del cotejo ante Real Garcilaso fue bastante similar: con absoluta desconcentración en los primeros minutos y con leve mejoría conforme fue transcurriendo el partido. De más está decir, por cierto, que la defensa gasífera estuvo huerfana en cuestiones defensivas con la ausencia de Nick Montalva. Una vez más, el aporte de Óscar Nadín Díaz y Percy Chuquisengo hizo tambalear la retaguardia visitante. Por fortuna, el portero Mario Villasanti, una vez, más, respondió con solvencia.
Desde el inicio de las acciones, y con un gol de entrada vía Andy Pando, la suerte parecía estar echada para los hombres del 'Peinadito' Ospina. No obstante, si de algo se tiene que sentir orgulloso Inti Gas, sobre todo cuando actúa en condición de visitante, es porque cuenta con un guardameta que, con arriesgadas intervenciones, se las ingenia para neutralizar las embestidas de su rival. Esta tarde hizo sufrir más de la cuenta a Pando y compañía: sacó varios remates con seguro destino de gol, lo que tranquilamente pudo devenir en un resultado más amplio.
En el tramo final del partido, y con otro sello característico de Inti Gas en la temporada (siempre de visita), el equipo se volcó en territorio contrario y, según cuentan los colegas radiales, los ayacuchanos rasparon el empate: no la concretaron por falencias al momento de la definición; este, sin embargo, es otro tema que debe pulir mejor el estratega colombiano. En esta tarde, la historia solo se circunscribe en el paraguayo Villasanti, aquel de portentosas atajadas y oportunas intervenciones, pero al que casi nunca se le otorga un premio consuelo.
Foto: José Carlos Angulo
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