Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comHan pasado siete años desde que un chico con fútbol prodigioso se fue de La Victoria buscando aires europeos. A su vuelta, nos preguntamos si Reimond Manco tiene todavía lo necesario para aportar en el equipo blanquiazul.

Hablar de Reimond Manco se ha vuelto para muchos sinónimo de cuestiones extra futbolísticas, algo a lo que DeChalaca no se adscribe y ha reprochado siempre. Su vuelta a Matute ha generado toda clase de temas y preguntas, desde una especie de redención hasta una repatriación. Nosotros, sin embargo, nos planteamos una pregunta mucho más importante: ¿qué puede aportar Manco al esquema táctico de Roverano?

El pasado

Sorprende la llegada de Manco a Alianza por el bajo nivel mostrado últimamente con León de Huánuco. Sus cualidades no son objeto de discusión; todos las conocemos y está comprobado que, cuando quiere, Manco puede jugar. Y mucho. Pero 2015 no ha sido un año favorable para el volante. León pasa por un mal momento y es candidato a la baja, algo que Manco no ha podido contrarrestar con su fútbol, que ha mostrado muy poco y esporádicamente.

Manco asumió roles de líder en UTC. (Foto: diario Paladín) 

Méritos particulares no ha hecho para volver a Matute. La vuelta haría más sentido si se diera, por ejemplo, desde el Manco de UTC de años anteriores, donde fue más constante y mejor líder en la cancha. En León, Manco ha sido inconstante como nunca antes en su carrera. De cualquier manera, algo hay que reconocer: Alianza Lima, luego de caerse en el Apertura a falta de pocas fechas, tampoco ha estado a la altura del juego que desplegó en muchos partidos del torneo pasado y no la pasa bien hace no pocas fechas.

El presente

Alianza lo tuvo todo para pelear el Apertura y salir campeón. De hecho, lo peleó por unas fechas y casi sin que nadie se diera cuenta, Alianza sorprendió a todos tomando la punta. A falta de pocas fechas flaqueó y perdió puntos importantes y hasta de maneras algo inocentes. Dejó ir a Cueva y, a la par, se fueron poco a poco los resultados en los momentos más importantes.

La salida de Cueva obligó a Alianza buscar alternativas. (Foto: Ovación digital) 

Desde entonces, Alianza ha sufrido la ausencia de un volante central con libertad que maneje la pelota y el ritmo del equipo. Claro que Cueva tampoco era una superestrella. Muchas veces jugaba para sí mismo, pecaba de individualista y no fueron pocos los momentos en los que se apagaba en la cancha y el equipo se desinflaba inmediatamente. No fue tan itinerante como Manco en León pero partidos en los que arrancó pero que uno no se acuerda de haberlo visto en la cancha.

Roverano trabajó muy bien lo mental. La confianza es un elemento importantísimo y se la dio a jugadores como Mimbela y Preciado que, a partir de ese momento, se volvieron fundamentales en Alianza. Pero también se desinflaron. El equipo se levantó por un empujón anímico que no tuvo como correlato un trabajo de equipo que se plasmara en la cancha. El juego muchas veces se dio por habilidad de unos cuantos o por inercia. Así se fue cayendo poco a poco y el Apertura se terminó por escapar.

El futuro

¿Será Manco la mejor alternativa para la volante aliancista? (Foto: Andina) 

La llegada de Manco, entonces, genera ciertas preguntas cuyas respuestas son más complejas de lo que parecen. La primera, y una de las fáciles, es si Manco llega como reemplazante natural de Cueva. Por características de juego, Manco tiene la potencialidad de ser un Cueva en Alianza. El fútbol lo tiene y el liderazgo, aunque a veces escondido, también. Lo que no acomodará tanto a Roverano es que Manco se tira más hacia los costados que Cueva y no conduce tanto por el medio, algo que Gabriel Costa también ha dejado de hacer para recostarse un poco más por la banda derecha.

Otro punto importante es la constancia del juego, algo que Alianza necesita a gritos para estabilizar su campaña en el Clausura. Así como Cueva, Costa, Landauri y hasta Deza tuvieron en su momento apagones futbolísticos y, con ellos, se apagó también el equipo. Manco ha sufrido lo mismo la primera mitad de este año. Con un equipo de nivel mucho más bajo y candidato al descenso, cierto, pero levanta algunas dudas cómo hará Manco para aclimatarse y estar en su mejor nivel lo más rápido posible.

Los volantes como Costa han tenido que cambiar su posición original. (Foto: Luis Chacón / DeChalaca.com) 

¿Es Manco el as bajo la manga que busca Alianza? Difícilmente. Antes que jugadores habilidosos, que los tiene, Alianza necesita concentrar en el grupo una forma de jugar entre todos. Conectar fútbol defensivo con fútbol ofensivo, que muchas veces ha venido fallando. El equipo no está jugando en equipo y por eso la solución no es traer una pieza más.

Sin embargo, el aporte de Manco no deja de ser importante por varios motivos. El primero, porque trae un aporte fresco para armar partidos de formas distintas, porque si algo ha sufrido Alianza es la incapacidad de variar su forma o esquema cuando el partido lo necesitaba, cuando había que adecuarse a otra forma porque la primera no funcionaba.

Algo que también suma la llegada de Manco es mayor diversidad de nombres, mayores variantes. Un punto donde Roverano ha fallado es en el recambio. Generalmente, los hace muy tarde pero, más allá de eso, el uruguayo ha sufrido la falta de variantes que le permitan cambiarle la cara al equipo y darle vuelta a un resultado.

A Manco se le presenta nuevamente una gran oportunidad para mostrarse. (Foto: Andina) 

Manco puede ser una piedra angular en el esquema de Roverano si sabe aprovecharlo. Podría planear armar un equipo en base a un estilo de juego que acomode al exjotita y que sirva para que el equipo recupere protagonismo en la cancha a través de una tenencia inteligente de la pelota. Muchas veces Alianza ha tenido la posesión sin tener la menor idea de qué hacer con ella. Terminar apelando a lo que la individualidad pueda hacer es una propuesta endeble que no permite triunfos a largo plazo. Con Manco, Alianza puede intentar volver a sus raíces y jugar con toque e inteligencia.

Suena a esoterismo tratar de analizar antes de tiempo lo que puede pasar con un equipo a la llegada de un jugador. Más aun cuando viene de un equipo deprimido futbolísticamente y donde no ha mostrado su nivel salvo en contadas ocasiones como contra Cristal (perdieron) o contra Universitario (ganaron), tal vez este último el mejor partido de Manco en lo que va del año y la clara imagen de lo que puede aportar a Alianza Lima a su vuelta. Ahora solo queda sentarse a ver.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Luis Chacón / DeChalaca.com, Andina, diario Paladín, Ovación digital


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