Más que solo oportunismo
En el fútbol peruano hay, así como virtudes técnicas comunes en promedio, carencias características. Una de ellas es la de jugadores que tengan sentido de la oportunidad: los azadores de pelota en el medio del área, esos que aparecen para poner la pierna justa -con el gran Sergio Ibarra como principal estandarte-, habitualmente provienen del exterior.
Por eso, lo de Niger Josset Vega Argumedo (Trujillo, 6 de agosto de 1993) en los dos últimos partidos de la Vallejo ha llamado la atención. Joven y ligero, este mediapunta con el rostro repleto de barritos adolescentes ha convertido los últimos tres goles poetas de manera muy parecida: tomando rebotes en el área chica para ponerla, con una aparición oportuna, adentro de los arcos rivales. Así le anotó a Boys en el Callao y así lo hizo ahora en el Mansiche en el arco de Unión Comercio, tras un disparo de Jiménez en el primer gol y luego de una combinación rápida para el segundo. La forma tampoco es un tema: si en el Callao casi se enredó con la pelota para meterse con ella al arco, ahora hasta puso el pecho para introducirla al arco de Pretel.
La aparición de Vega -quien lleva cuatro partidos en Primera, pues debutó precisamente ante Unión Comercio en la fecha 1, cuando la huelga de futbolistas- es esperanzadora. Pero más que eso, confirma algo que otros casos ya han denotado en filas de la Vallejo: el buen trabajo en menores que se desarrolla en tienda poeta, con futbolistas como Morales o Cedrón, por citar otros casos, que han sido claves en la gran campaña del cuadro trujillano este 2012. Algo poco común en clubes del interior, allí donde la labor en juveniles siempre ha estado al debe.
Foto: diario La Industria de Trujillo
