Mañosazo y nada santito
Eso de que más sabe el diablo por viejo aplica perfectamente para el duelo especial que este sábado sostuvo en el estadio San Martín Aníbal Ruiz contra su ex club. El 'Maño', con mucha sapiencia y denotando pleno conocimiento del rival que tenía al frente, dispuso un 4-línea-1-1 que aplicó con algunas variantes que sacó de debajo del brazo y acabaron siendo determinantes.
Primero, colocó a Juan Diego Lojas, habitual back, como volante central junto a Carlos Zegarra. El propósito fue claro: alguien que cortara juego a diestra y siniestra en esa zona donde tan bien forman circuitos los tocadores albos -Quinteros, Cueva, Sánchez-. Con Lojas, León tuvo allí a alguien que quitó todo lo que pudo, pasó las que tuvo y las demás las reventó sin conmiseración para cumplir con su función: destruir el fútbol santo.
Segundo, puso a Sidney Faiffer, volante central, como volante por derecha. No le acomoda tanto por velocidad, pero sí por peso y buen toque. Desde allí suplió bien la ausencia de Manco pues Faiffer tuvo más panorama para tirar balonazos limpios hacia Cardozo, cazador de área como él solo. Así, León tuvo constante presencia en el campo de la San Martín sobre la base de pelotazos largos, algo que no es muy típico en el medio.
Tercero, mandó a Johan Vásquez, volante central, como enganche metido casi en frente de los zagueros santos. Su misión: impedir que Ramos y Cardoza, que a cada rato trepan, puedan subir demasiado, y a la vez volver inútil la salida de Ballón. Con Fernández en el banco hasta ya entrado el segundo tiempo, la San Martín perdió el partido desde la propia salida de su campo.
Sabe de santos y de fútbol, y mucho, pero mucho el viejo y querido Aníbal Ruiz.
Foto: Luis Chacón / DeChalaca.com
