Lo mandaron a la guerra
En la ida en el Cusco, las únicas opciones de gol de Real Garcilaso pasaron por la cabeza de Ramón Rodríguez. Aislado Pando y neutralizado el 'Pitu' Fabio Ramos por el inteligente pentágono desplegado por Roberto Mosquera, solo los centros al 'Ratón' para que cabeceara al gol generaron peligro en el arco de Erick Delgado.
Desafectado Pando del plantel por decisión de la directiva garcilasiana, para la vuelta se esperaba que Rodríguez fuera acompañado de manera más efectiva por algún otro delantero. Con Real Garcilaso abajo 1-0 en el global, era imprescindible, obligatorio, inevitable que arrancara con doble punta. Pero Fredy García, en el que acaso haya sido su error más grueso a lo largo de una magnífica temporada, fue mezquino y optó por salir con un único atacante: el 'Ratón', que las tuvo que pelear otra vez solito. Fue un monólogo: desde el inicio del partido tuvo una clara que no pudo puntear ante el arco de Delgado y luego repitió la secuencia de cabezazos. Y Mosquera, perspicaz, una vez que se percató de la soledad del ariete cusqueño, le puso encima a Álvarez para que le hiciera la diferencia física y le ganara por cansancio. Así, Rodríguez acabó siendo enviado a la guerra solito, sin más armas que el arco y la flecha con los que suele celebrar sus goles.
Lo que no se comprende es cómo antes de la Etapa de Series la prioridad de Real Garcilaso fue comprar a dos delanteros para sumar cuota ofensiva: llegaron Antonio Serrano y Víctor Rossel, que sin ser ninguno la panacea ni mucho menos, sí tienen ciertas credenciales goleadoras para el medio. Pero alternaron poco o nada, lo cual se maquilló -y hasta justificó- por los buenos momentos de Pando y Rodríguez. En esta final, sin embargo, eran necesarios, pero nada: Rossel entró a muy poco del final y apenas pudo tocarla, y Serrano se la pasó calentando detrás del arco Norte. Una vez más en estos dos partidos, Real Garcilaso hizo su parte para quedarse como subcampeón.
Foto: José Salcedo / DeChalaca.com
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