Golpe ad hoc
En el Cusco se disputaba un partido que, sin definirlo todo, tenía ese saborcito de final entre los dos mejores equipos del interior en este Descentralizado. Por eso, se lo tomó muy en serio la hinchada garcilasiana: fue gente a las tribunas (aunque el borderaux arrojó en definitiva solo 5,364 espectadores) y, para recibir a la vista, Freddy García apostó por una estrategia ad hoc que llamó la atención.
Como se sabe, Real Garcilaso acostumbra, en casa, ser contundente vía pelotazos largos a sus delanteros y tratar de ahogar al rival en su campo sobre todo en los primeros 45', para allí tomar ventaja. De visita, en cambio, se abroquela al fondo, marca muchísimo en el segundo cuarto de cancha y acaba adormilando a sus rivales para complicarlos de contragolpe, como hizo el último sábado en el Monumental. Pero ante la Vallejo optó por un híbrido: mantuvo cierto dominio, cedió un poco de iniciativa al rival y buscó, siempre con pelotazos, contragolpear durante todo el partido. Leyó bien el funcionamiento de Vallejo en altura, sobre todo tomando como espejo obvio la derrota poeta hace algunas semanas ante Cienciano, y la invitó a salir para, con Ramón Rodríguez algo retrasado y Andy Pando como encargado de culminar las jugadas, tomar control del trámite.
La faena se completó con el tanto del goleador Pando apenas al regreso de vestuarios, como si se hubiera premeditado desarticular cualquier estrategia del 'Chino' Rivera en el entretiempo; uno de esos golpes desestabilizadores que, más que en lo sicológico, quiebran un partido. Y después de eso, a seguir con el libreto: contragolpes cada vez más peligrosos que acabaron con Real Garcilaso siempre más cerca del segundo que la Vallejo del descuento, amén de que por varios lapsos del segundo tiempo fueran los trujillanos quienes denotaban mayor posesión de pelota. Por cosas como esa, con un plantel cortito y sin figuras, el benjamín del campeonato es segundo a falta de una fecha para el final de la fase regular, en rúbrica de un campañón casi sin precedentes.
Foto: José Carlos Angulo
