Franja Bipolar: Con la mesura del caso

Desde lo emocional: no estamos clasificados
No estamos en el Mundial, como cantó la gente en Miraflores y celebró en Media Naranja a modo criollo de sentirse en Brasil. No estamos eliminados, como criticaron los karmosos y los anti Pizarro que siguen renegando porque en Alemania sus cabezazos tienen mejor dirección y en el Nacional no encuentran el rumbo. Hemos ganado tres puntos de tres. Guerrero, con su laceado y su mirada de no creérsela, nunca sintió el alza de la prensa, pues se fue bastante joven a Alemania: marcó dos goles que ratifican su racha de la Copa América. Varios idolatran a la 'Foquita', otros más se preguntan porqué 'Cucurucho' no la hizo en Argentina y algunos más se emocionan con la solidez del 'Mudo'. Una filosofía que debería acompañar a los más ilusionados. Lo demostramos en la cancha y no floreamos con fórmulas matemáticas.
Dejo de florear para aterrizar un poco. Ganamos a Paraguay, un equipo con el que estadísticamente nos fue bien. Ganamos a Pezzotta, quien a pesar de las advertencias de Markarián no quiso cobrar un par de faltas muy claras. Ganamos 2-0 y la gente lo vivió pese al alto precio de las reventas, tema que debemos combatir frontalmente. El estadio lució abarrotado y la cancha brillaba como el sistema luminoso. Ganamos dominando y no ratoneando. Ganamos teniendo las más claras y luciéndonos un poco. Ganamos merecidamente, a pesar de que el fútbol no conoce de merecimientos. Pero todavía hay mucho que cambiar si queremos llegar, desde los hinchas que piden que saquen a Pizarro. ¿Acaso todavía no se dan cuenta que su principal función no es meter goles? Él inició la jugada del segundo gol. El '14' nacional bajó a recuperar balones.
Considero que se le critica sin pensar en su real función. El respeto que le tienen las defensas rivales, las marcas que jala y el apoyo emocional que traspasa a los menos experimentados es invalorable. ¿Qué le vas a decir a un tipo que tiene el reconocimiento de ser el goleador extranjero en la Bundesliga? Hasta los que, repito, ya se sienten en el Mundial. Ganar es una buena excusa para celebrar, aunque creo que de ello no debería volar más. Nadie pensó si Farfán jugará contra Chile cuando lo sacaban en camilla. Nadie criticó al 'Mago' cuando esperó hasta los 90' para hacer el primer cambio cuando tenemos el clásico del Pacífico en cuatro días. Esto es un proceso: no vengo a decir que Perú ganó con suerte; solo que, prestándome una frase conocida, "matemáticamente no estamos clasificados".
Desde lo racional: garantía de competitividad
Siempre hay que tener los conceptos claros. Hay que reconocer que Paraguay, acaso afectado por las bajas, no ofreció su mejor versión. Su rendimiento estuvo distante con relación a la Copa América en la que fue finalista, quizá porque Francisco Arce no logró transmitir del todo su idea de juego a sus dirigidos. Pero también hay que reconocer que Perú se jugó un partidazo. Y no se trata de emocionarse e ilusionarse con la blanquirroja, sino de ser realistas. Hay enormes diferencias de este equipo con el que jugó las últimas Eliminatorias. Muchísimas. De hecho que se nota, ahora sí, el trabajo de Sergio Markarián. Lo que el 'Mago' declaró a la prensa desde que asumió el buzo nacional se refleja en el campo de juego.
Nunca se discutió las condiciones técnicas. Tampoco es que no tengamos jugadores de nivel europeo. Si algo nos faltaba y que, aparentemente, ha inculcado don Sergio es la actitud. Hay que ver la manera en que recuperaron el esférico y cortaron las jugadas paraguayos. Las palabras y las buenas intenciones se tradujeron en hechos, por lo que la actuación de la bicolor merece aplausos. Hay que ver el proceso de madurez y la experiencia que han ganado los llamados 'Cuatro fantásticos' en Europa: han aprendido a poner el cuerpo. Los guaraníes, por excelencia, se caracterizan por defender bien, pero ayer el combinado patrio se encargó de desnudar algunas de sus falencias.
El otro aspecto importante es el balance de la precisión. En el proceso anterior se notó mucha imprecisión en los pases. Ante Paraguay, los pases largos que, por lo general, se enviaron desde la línea de fondo cayeron con facilidad en los pies de los atacantes. Básicamente fueron por esos dos motivos que Perú le hizo daño a la defensa rival: pelotazos con sentido y mañosería de los de arriba para recepcionar balones. Apenas se podría exigir mayor contundencia en los últimos metros: se generaron varias situaciones, pero faltó concretar más. Aunque si la defensa mantiene al 100% la concentración, no hay que sorprendernos si llegan más triunfos como los de ayer.
Composición fotográfica: Kenny Romero / DeChalaca.com
