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Que Cienciano haya, por alguna vez en su existencia, dado una muestra de respeto a su propia institucionalidad mediante los despidos de Marcelo Trobbiani y Julio García.
Marcelo Trobbiani es polémico. Es imposible negar que se trata de un hombre que respira fútbol, como que es un campeón mundial; que plasma una idea de juego clara en sus equipos y que tiene un nombre ganado en este negocio. Pero a la vez, tampoco puede ocultarse que sus inconductas son muy nocivas para los equipos que defiende y para el espectáculo; que ensucia partidos con sus arrebatos y que se la pasa, por lo general, más tiempo en las tribunas por suspensiones que en los banquillos como técnico.
Julio García es controvertido. Fue puntal del mejor Cienciano de la historia, ese de la Sudamericana y la Recopa, y la '10' roja le queda pegada a la espalda. Es ídolo y querido en el Cusco. Pero siempre se le espetó irregularidad, pechofriaje y resquemores en circunstancias decisivas. Hay quienes dicen, además, que siempre fue especial para negociar premios y demás temas económicos.
Que Trobbiani y García hayan chocado, a la luz de esos antecedentes, parece algo más que normal. Que se hayan dicho la vela verde y luego, como hombres de fútbol que son, se hayan perdonado, pase y venga. Pero lo inaceptable es que lo hayan hecho a costa de una camiseta.
Cienciano es un equipo grande que no merecía, en lo absoluto, ser protagonista de una telenovela de esta índole. Un equipo que, además, había hecho una primera rueda para el recuerdo con el mismo plantel, casi, con el que el año pasado se había estado a punto de ir al descenso. Todo eso se estropeó en esta reanudación de Descentralizado: cuatro partidos perdidos al hilo a la luz de un conflicto que, al mejor estilo de dos enamoradetes que le cuentan a todo el barrio que terminan y luego se amistan con gran pompa, reventó la interna al costo de bajar al 'Papá', por ahora, de la lucha por el campeonato.
Por eso, la decisión tomada por la directiva roja merece un "me gusta". Porque ese Cienciano cuyo patrimonio son 60 soles y un televisor, ese Cienciano que ganó copas internacionales pero no tiene campo de entrenamiento ni divisiones menores, ese Cienciano cuyos estatutos impidieron por años que hubiera una renovación de directiva ha, al fin, dado una muestra de institucionalidad. De hacer respetar el valor de su escudo y decirles a dos personas que pueden haber sido muy provechosas en lo futbolístico para el club que los trapos sucios no se pueden lavar afuera de casa, ventilándolos a la prensa o armando escándalos mediáticos, y mucho menos que eso acabe causando un perjuicio deportivo directo.
Quizá sin Trobbiani y sin García, que ya reconciliados podían sumarle futbolísticamente a un equipo cuajado, Cienciano pierda peso para seguir peleando arriba este 2011. Pero con certeza, la decisión de Juvenal Farfán, Ronald Vallenas y el resto de la directiva del equipo de la Plaza San Francisco sienta un valioso precedente de cómo se pueden hacer a partir de ahora las cosas en el Cusco.
Por eso, la felicitación a la decisión de este lunes no tiene nada que ver con cuán simpáticos o antipáticos puedan caer Trobbiani o García, con cuán símbolo rojo sea cada uno o con cuál de los dos le seguía siendo más útil a Cienciano. Solo tiene que ver con cómo un club dos veces campeón continental no puede dejarse convertir en la chacra o el patio trasero de nadie.
Composición fotográfica: Kenny Romero / DeChalaca.com
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Por ello, y para darle mayor claridad, les pido tengan a bien señalar qué logros tiene como DIRECTOR TECNICO el señor trobiani.
Luego, la separación de ambos del club rojo me parece atinada. No se puede estarse con estas puyadas entre gentes que se supone apuntan al mismo objetivo. Bien hecho señores de la directiva roja, ya es hora que se trazen mejores metas y este puede ser un buen punto de partida.
Me da pena por Garcia, que formó parte del rojo historico que conquistó la Sudamericana y Recopa, pero bueno esperemos que pueda retornar para tener un retiro con el rojo digno de un campeon, y que esperemos cambie de actitud y no se repita.
Lo que debemos entender TODOS LOS HINCHAS DE CIENCIANO, es que no es posible que por lios internos o problemas personales se arrastre al equipo a un abismo de malos resultados, lo que es peor hacer de un problema personal la novela favorita de la "prensa deportiva", el mensaje es claro y tiene que marcar un antes y un despues. Los jugadores,cuerpo tecnico,dirigentes e hinchada ""DEBE DARCE CUENTA QUE YA NO ESTAMOS EN TIEMPOS DE juvenal sabino""
muy buen articulo de opinion, y si lo hace el SR. Roberto Castro garantia de buen analisis!!
aunque me gustaria que dejen volar la imaginacion y hagan otro articulo,imaginando como hubiera manejado el problema juvenal sabino....CUANTO DAÑO NOS HIZO ESTE personaje!!!
Cienciano será grande en corazón y en simpatÃa , pero como club deja mucho que desear.
Bueno esperemos que este mal momento pase y pueda levantarse y sume puntos por el bien de su hinchas
Si Cienciano logra ser una institución sólida y grande de verdad, y asà lo lograran también Melgar, Bolo, Aurich, CNI, etc, etc. etc. nos conviene a todos, ¿porque es tan difÃcil para los hinchas de dos clubes populares de Lima entender eso?
Tengo entendido que GarcÃa propuso traerlo y es gracias a él que el argentino estaba en Cusco, pero ese apoyo de GarcÃa tampoco fue gratuito, ya que propuso que a cambio su hermano Carlos, juegue en Cienciano, a lo que Trobiani accedió, pero luego lo echó lo que no le gustó al pincel, ese es el trasfondo de todo; lamentablemente solo en el Perú un jugador contrata al técnico y luego se pelean públicamente y el más perjudicado siempre va a ser el club. Yo estoy de acuerdo con la decisión, pero a un Ãdolo no se le hace eso, un caso parecido al Jorge Soto en la Florida, aunque con distintas circunstancias. Saludos. Mi twitter: @jrichard1802 . Gracias.