Enviados por el enemigo
A lo largo de las últimas décadas, Alianza Lima se caracterizó por el poco olfato al contratar extranjeros. Pero los casos de Román Cuello y Jorge Serna pasaron el límite de la decepción; recordémoslos para levantar moral de cara a los partidos contra Colombia y Uruguay.
Las campañas de Alianza Lima en 2005 y 2008 tuvieron muchas similitudes, principalmente, porque en esas dos temporadas el cuadro íntimo tocó el fondo de la tabla. Sin embargo, la coincidencia involucró también a dos delanteros extranjeros que llegaron como salvadores y que se fueron del país sin siquiera anotar un gol.
Desde Uruguay
En 2005, el jale fue el uruguayo Román Cuello, quien reforzó al cuadro íntimo luego de la purga de Rodrigo Astudillo, Oswaldo Mackenzie y Gustavo Barros Schelotto. El delantero llegó con cartel de goleador, pues en toda su carrera contaba con 93 goles y decía tener un perfil parecido al de Flavio Maestri. Cuello fue dirigido tanto por Wilmar Valencia como por Roberto Chale, y ninguno logró sacar provecho de sus cualidades, si acaso esto hubiera sido posible.
El charrúa jugó diez partidos y no anotó un solo gol. Alianza peleó los últimos puestos y, gracias al sistema de campeonato de entonces (con promedios para la baja), no peleo el descenso. La decepción de Cuello también estuvo emparentada con el humor: el uruguayo, en la conferencia de prensa de su presentación, aseguró que anotaría cuatro goles en su debut. En todo el semestre, no cumplió siquiera el 25% de su promesa.
Desde Colombia
Para no personalizar en el uruguayo el tema de las promesas fallidas, tenemos a Jorge Horacio Serna, colombiano que llegó para reforzar el equipo de Miguel Ángel Arrué en 2008 y que, a su arribo al aeropuerto Jorge Chávez, dijo que no lograría sentirse tranquilo si, por lo menos, no anotaba quince goles en dicha temporada.
Cabe recordar que, para aquel año, Alianza contaba con poco presupuesto y se había decidido apostar por los menores, pero, al ver que el equipo no funcionaba, se apeló a la llegada de varios jugadores cotizados que acabaron por contribuir con la quiebra económica del club (y, de paso, con el ascenso de ‘Pocho’ Alarcón). Serna jugó once partidos, no anotó ni un gol, se perdió varios de forma increíble, y ni siquiera cuando en un partido se cobraron dos penales a favor de Alianza (contra Vallejo, en la fecha 6 del Apertura) le dieron la oportunidad de ejecutarlo. Alberto Enrique Bologna, el arquero argentino de Alianza, hizo cuatro goles en aquella campaña; es decir, cuatro más que Serna.
Hoy Serna defiende la camiseta del Mineros de Guayana en Venezuela, habiendo jugado en Envigado y Atlético Paranaense, luego de su paso por Alianza. El colombiano lleva marcados 65 goles en 176 partidos. Por su parte, Cuello ha defendido a ocho equipos tras su partida de Matute, pasando por Chile, Azerbaiyán y su natal Uruguay; actualmente tiene 35 años y defiende al Fénix. Al parecer, a ninguno le fue tan mal como en nuestro fútbol.
Y, desgraciadamente, ninguno de los dos enfrentará a nuestra selección en los próximos dos partidos eliminatorios.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Foto: ANDINA; Recorte: revista El Gráfico Perú
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