En las garras del demonio
El vergonzoso desarrollo de los torneos locales invita a la reflexión. Mientras en el Descentralizado las cancelaciones de partidos se suceden como pan caliente, la Segunda no se queda atrás y arroja su primer W.O. Ni hablar en la Copa Perú, donde se vive de apelación en apelación.
Ya pasó una semana de la culminación de Sudáfrica 2010 y, aunque cueste aceptarlo, el golpe de impacto con el campeonato doméstico es terriblemente doloroso. No por el cambio de ritmo, el nivel desplegado o el habitual vértigo que poseen nuestros clubes (al menos, en DeChalaca.com estamos curados para vivir todo con la misma pasión), sino más bien por las continuas irregularidades e informalidades que siguen imperando en todas sus esferas. Hace algunos días, y luego de cuatro meses, llegó el dictamen de la Comisión de Justicia de la ADFP, en el cual declaró fundado el reclamo de León de Huánuco y, por consiguiente, le otorgó los tres puntos del duelo ante José Gálvez por la sexta fecha. Empero, como bien se sabe, el elenco chimbotano debería estar apelando a la Comisión de Justicia de la FPF, por lo que, de momento, el fallo no es definitivo.
Sin embargo, cuando todo hacía suponer que por fin se apreciaría la tabla de posiciones completa, la ADFP dio a conocer en el acto que el duelo que iban a protagonizar Cienciano y José Gálvez -este domingo- quedaba suspendido por la extemporaneidad del cumplimiento de pago a la SAFAP por parte de los imperiales. Como verá, una nueva joyita que tiene sus raíces en el manejo gamonal de Juvenal Silva y que, por consiguiente, denigra el curso correcto del campeonato. Si bien es una decisión entendible, habría que recordar que se trata del campeonato profesional y no de un torneo relámpago a la vuelta de la esquina. Con todo ello, una vez más los aficionados serán los verdaderos paganos y la incertidumbre se vuelve a instalar. ¿Cuánto tiempo habrá que esperar para que se emita la resolución referida al cotejo entre cusqueños y chimbotanos? Hagan sus apuestas.
Como para colocarle la cereza en la torta, el sábado en la mañana se consumó el primer Walk Over en la Segunda División, algo que, a decir verdad, estaba cantado desde el arranque del torneo. Tecnológico Campo Verde no viajó con destino a Chancay para enfrentarse a Deportivo Coopsol y ocasionó la segunda vergüenza del campeonato de ascenso, tras los retiros de IDUNSA y Sport Águila. La escuadra albiceleste atraviesa una terrible crisis económica y lo más probable es que su destino sea desaparecer de la faz del torneo; sin duda, un verdadero espejo de lo que no se debe hacer a la hora de afrontar un reto mayor. A todo ello, habría que prestarle interés a lo que ocurra este domingo en Recuay, donde Sport Áncash rivalizará ante San Marcos. Esto, debido a que la ‘Amenaza Verde’ también afronta un déficit financiero que lo tiene a un tris de la guillotina. Sería el colmo de lo absurdo si también pierde por W.O.
Por último, es necesario señalar las continuas falencias que presenta la Copa Perú. Un torneo con historial rico, pero que continuamente está enmarañado por actos vandálicos y por personas intolerantes que irrumpen el terreno de juego toda vez que sus equipos se encuentran con el marcador abajo o al borde de la eliminación. Un círculo vicioso de nunca acabar y que sigue teniendo consecuencias, como lo ocurrido el fin de semana pasado en el cotejo entre Cultural Géminis de Comas y Boca Junior de Chorrillos, que se quedó a escasos minutos de concluir por una supuesta agresión a la terna arbitral, situación que imposibilitará el desarrollo normal del Cuadrangular Final del apasionante Interligas de Lima. Además, el “fútbol macho” continúa inmerso en el caos: torneos cancelados de manera abrupta, innumerables partidos dilucidados en mesa por malas inscripciones y retiros de equipos por voluntad propia (Pasco y Arequipa son solo algunos ejemplos esta semana).
En todos los ámbitos, como se puede discernir, el panorama es poco alentador. Y es que la palabra seriedad, sin duda, continúa siendo indigerible. Si bien se propició la llegada de un nuevo seleccionador -para hacer magia-, por si acaso, a lo mucho este le cambiará el rostro al combinado patrio, más no a la organización del fútbol peruano. Ese árbol marchito al que le cuesta erguirse una barbaridad.
Foto: Diario de Chimbote
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