En defensa de la biodiversidad

La regla “6+5” estipula que los clubes europeos deben alinear, simultáneamente, a un máximo de cinco jugadores extranjeros y un mínimo de seis del país en el cual tienen su sede social. Tras el informe presentado por el Instituto de Asuntos Europeos (INEA), la FIFA se apresta a aceptar el dictamen en el próximo Congreso del ente rector, a celebrarse en junio en Nassau, Bahamas. Allí se establecerá un calendario para la aplicación de la regla y el balón comenzará a rodar, a pesar de existir aún un caliente debate al respecto.
A favor y en contra
Quienes apoyan el informe de la INEA consideran que la medida impulsará el fomento del talento nacional, de las canteras de los clubes y, además, ayudará a “proteger la identidad nacional del fútbol y de las selecciones nacionales”. Más aún, que hará más competitivas las ligas locales y evitará que los mejores jugadores del mundo se concentren en pocos clubes del Viejo Continente. En pocas palabras, la medida plantearía el adiós a los ‘Galacticos’ del Real Madrid, a la ‘Sinfónica’ del Pep Guardiola y a la artillería pesada de los mejores clubes ingleses.
El principal argumento económico de quienes están en contra de la regla ‘6+5’ es el de la libre movilidad de factores. La Constitución de la Unión Europea, en sus artículos 3, 18 y 39, es clara al prohibir cualquier tipo de restricción a la libre movilidad de trabajadores en países comunitarios. La medida en cuestión restringe claramente este derecho inexorable y apunta a ser discriminatoria. Al respecto, la INEA justifica pobremente la medida, argumentando que la restricción no es al número de jugadores que un club puede contratar, sino a la cantidad de futbolistas que saltan al campo de forma simultánea.
¿Qué equipo compra un jugador sin la clara intención de hacerlo alinear? ¿Estaremos ante la posibilidad de ver a clubes reforzar no su once titular, sino su banca de suplentes? Asimismo, el ente admite que la medida puede resultar indirectamente discriminatoria, pero que “puede justificarse por razones de interés general”. ¿Qué constituye el interés general? Ciertamente, los clubes más poderosos del mundo quedaron fuera de esta ecuación.
De otro lado, la INEA justifica las críticas, asegurando que la regla no atenta contra los principios de la Constitución de la UE, porque se trata, solamente, de “reglas de juego que tienen su motivación en el deporte mismo”. Podrá ser cierto, pero, ¿dónde está la línea que divide al fútbol y los derechos generales de los futbolistas como trabajadores de un club?
Impacto global
La regla "6+5" frena en seco el exponencial crecimiento de la globalización futbolística. Gracias a ella, nacieron los grandes equipos que hacen de la Champions League la mejor competencia a nivel de clubes del mundo. Con la globalización viaja el Manchester United a jugar contra equipos japoneses, el Real Madrid hace su pretemporada en China y se venden camisetas de Beckham en Chiclayo. Atentar contra la diversidad -en lo que a calidad y nacionalidad de futbolistas se refiere- en los clubes de Europa es ir en contra de la historia del continente y de la esencia misma del fútbol: la de eliminar fronteras y unir a los pueblos.
Los casos concretos abundan. ¿Qué sería de la Premier League sin sus arqueros extranjeros? Ciertamente, Almunia, Cech, Reina y Van der Sar tendrán algo qué decir al respecto. Más alarmante aún, ¿qué pasará con el Inter de Milán después de junio? Actualmente, el once titular neroazzurro tiene solamente dos italianos (el resto del equipo lo conforman tres argentinos, tres brasileños, un ghanés, un serbio y un sueco). Clubes como el Inter se verían obligados a vender gran parte de sus más preciados activos (los jugadores) o resignarse a conservar a los suplentes mejor pagados del mundo.
En términos económicos, los futbolistas pasarían a estar subempleados, jugando por clubes de menor categoría y, quizá, teniendo que aceptar sueldos también menores. El hincha, por su parte, tiembla de sólo imaginar a Arjen Robben jugando por el Getafe o a Rafael Van der Vaart vistiendo las sedas del Valladolid. La Ley Bosman quebró el mercado. Hoy, esta nueva regla ‘6+5’ terminará de herir al fútbol europeo y, de seguro, será profundamente resistida por muchos clubes del G-14.
Resulta irónico pensar que, mejorando las canteras, se mejora el nivel de la liga doméstica. La relación causa-efecto va hacia el otro lado: las canteras se mejoran con más dinero y ese dinero proviene de tener una escuadra altamente competitiva, que coseche títulos y atraiga patrocinios. Sin grandes clubes -con jugadores de élite- que llenen sus estanterías con platería continental, resulta difícil pensar en una mejora integral de la cantera.
Todo este tema nos remite a un par de años atrás, cuando por estas latitudes se intentó hacer algo similar entre miembros de la CAN. La medida no fue aprobada, ¿Una ola de colombianos y ecuatorianos en Alianza Atlético lo estaría hoy salvando de los últimos puestos del Descentralizado? Más aún, ¿Cienciano habría tenido algún boliviano en sus filas? ¿Habría Oviedo mirado hacia el norte para armar su actual ‘Dream Team’ chiclayano? Desde hace décadas, la fantasía y el fútbol peruano son uña y mugre.
En suma, esperemos que estas motivaciones nacionalistas en la imperfecta Unión Europea no terminen por empañar el futuro del fútbol europeo. De momento, a los jeques árabes dueños de clubes de elite solo les queda ser más prudentes a la hora de invertir sus petrodólares para armar mega-escuadras. Porque, a juzgar por la nueva regla, menos es mejor que más. La suma de 6+5 es, en realidad, una resta.
Fotos rics.org, as.com, futbolistadigital.com, sebascardenas.com

Lo que seguramente se afecta es la economia de los clubes que decrece en favor de los mas pequeños equipos que crecera, se formaran nuevas canteras o seguiran produciendo las ya prolijas del Ajax, Atalanta, etc
Muy buen articulo..pero somos de opiniones diversas
Oe y eso de la resta, buenaso tu final, sigue asà y te mando fotos desde Canaletas el 27 jajajaja