El juego del baja y sube

Los fracasos deportivos han sido, son y serán inevitables en un club de fútbol, debido a la naturaleza impredecible de este deporte. Si bien el manejo administrativo -establecer un presupuesto acorde con los ingresos que percibe la institución-; y deportivo -conformar un plantel equilibrado en sus líneas y que sea competitivo- son dos elementos de gran influencia en el desempeño de un equipo, siempre existirá el riesgo que los resultados no se produzcan, al punto, incluso, de perder la categoría. Justamente, al contrario de lo que se suele pensar sobre el descenso, esta situación no debe verse solo como una tragedia. Resulta obvio que a ningún hincha le agrada ver a su equipo descender (más aún si es un ‘grande’) debido a las críticas y burlas de los rivales. Sin embargo, la pérdida de la categoría debería representar una inmejorable oportunidad para cambiar las directrices del manejo de una institución, con el fin de construir un nuevo proyecto deportivo.
Dos de los semifinalistas de la presente edición de la Copa Libertadores, Corinthians y Universidad de Chile, vivieron en carne propia el drama del descenso en sus respectivas ligas hace algunos años. Por fortuna, lograron re-posicionarse en el balompié de su país y, no conformes con ello, se situaron en el primer plano del fútbol sudamericano. Ahora están a un paso de superar sus mejores participaciones en la Copa Libertadores.
Azul desteñido
El 15 de enero de 1989, por la última fecha del torneo nacional de 1988, Universidad de Chile, que, en ese entonces, era dirigida por un debutante Manuel Pellegrini, descendió por primera vez a la Segunda División, tras igualar 2-2 con Cobresal en el Estadio Nacional de Santiago. El equipo azul obtuvo un total de 26 puntos al cabo de 30 partidos y terminó en la penúltima posición, junto con Unión Española y O'Higgins. No obstante, por diferencia de goles, la ‘U’ perdió la categoría. Durante su estadía en Segunda, el cuadro azul vio renovada su estructura administrativa y técnica, con los ingresos de Mario Mosquera a la presidencia del club y de Luis Ibarra como director técnico. Pese a tener un inicio complicado, superó las dos primeras fases de la Zona Sur del Torneo de Ascenso y consumó su retorno el 14 de enero de 1990, tras vencer por 3-0 a Curicó Unido en el Estadio La Granja. Posteriormente, y al ser líder del grupo de la Zona Sur, el cuadro azul disputó con Palestino, líder de la Zona Norte, el título de Segunda División en el Estadio Nacional: ambas escuadras empataron 0-0 y, en definición a penales, con un 5-4, Universidad de Chile se adjudicó el trofeo.
En su regreso a la máxima división del fútbol chileno, la ‘U tomó un impulso que la llevó a ganar los títulos de 1994, 1995, 1999 y 2000, así como llegar a una semifinal de Copa Libertadores en 1996, instancia en la cual quedó eliminado por River Plate. Ya en los últimos años, para ser específicos desde 2007, alcanzó sus mayores éxitos deportivos, como la obtención de los títulos del Apertura 2009, Apertura 2011 y Clausura 2011, además de la Copa Sudamericana del año pasado, gracias la gestión de Azul Azul S.A.
Nada poderoso
Tan solo dos años después de alzarse con su cuarto título en el Brasileirão, y de tener a jugadores de la talla de los argentinos Carlos Tévez y Javier Mascherano, Corinthians perdió la categoría por primera vez en su historia en 2007, tras ubicarse en en el puesto 17 luego de sumar 44 puntos. La principal razón de su crisis deportiva fueron los malos manejos del ex presidente del club, Alberto Dualib, quien realizó negocios turbios con la empresa británica Media Sports Investments, la cual recibió, durante varios años, el 51% de las ganancias del club. En medio de escándalos de corrupción y malversación de fondos, el ‘Timão’ tuvo que afrontar su descenso y cayó en la Serie B.
Pero, al igual que en el caso de la Universidad de Chile, Corinthians dio un giro radical en el manejo del club. Andrés Sánchez asumió la presidencia de la institución y, bajo su mandato, el equipo logró salir campeón del torneo de ascenso. Ya en su vuelta a Primera, en 2009, Corinthians cumplió una aceptable campaña, al finalizar en el puesto 10. Asimismo, ese mismo año logró clasificar a la Copa Libertadores 2010, tras haber ganado la Copa Brasil 2009 y la Copa Paulista.
El baja y sube
Como se ha podido apreciar, la pérdida de la categoría estuvo lejos de ser el fin del mundo para estos dos clubes; por el contrario, contribuyó para que se produjera una reorganización administrativa y deportiva, que fue el impulso para conseguir grandes resultados deportivos. Este hecho debe ser entendido en nuestro fútbol, donde se suele pensar que la baja solo es sinónimo de fracaso y humillación. Considerando la dura situación por la que atraviesan Alianza Lima, Universitario y Sport Boys, tres de los equipos emblemáticos de nuestro medio, los hinchas, socios, dirigentes y, en general, todos los actores relacionados con el producto fútbol, tienen que darse cuenta que, en caso de un descenso, se deben aprovechar las oportunidades que esta situación trae consigo. Lejos de desear que alguno de estos equipos pierda la categoría, el presente informe ha tratado de mostrar dos casos de éxito nacidos de sortear los obstáculos de terribles fracasos deportivos.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: AP, AFP; Videos: Usuarios TegazUl y hwgames
