Boys realizó una variante estratégica en la defensa y, pese a su buen desempeño antes de que le conviertan, luego hizo extrañar a dos de sus jugadores más discutidos.

 

Las variantes en el once inicial de Boys afectaron sobremanera a una defensa que en Huánuco otorgó licencias. Luciano Cardinali agradeció el gesto de Techera con un gol (Foto: Jesús Suárez / DeChalaca.com)En las últimas semanas, a Boys le estaba yendo excelente en sus presentaciones fuera de casa. Llevaba nada menos que tres partidos invictos en esa condición, y los dos últimos de ellos habían sido nada menos que triunfos. Su apuesta táctica en esos compromisos se apoyaba en el continuo rigor a la hora de pelear los balones, así como también prevalecer la continuidad de una primera línea defensiva que, pese a ser discutida, cumplía con la misión que se le encomendaba. Jorge Huamán, Santiago Salazar, José Honores y Jair Yglesias se hacían sentir inamobibles en sus funciones y, en cierto modo, le otorgaban respaldo al portero argentino Diego Morales.

Sin embargo, por alguna razón, tal premisa varió esta tarde en el Heraclio Tapia. No se tenía información respecto a alguna lesión de Salazar e Yglesias, pero lo cierto es que el primero de ellos se quedó en el banco, mientras que el otro no emprendió el viaje a Huánuco. Probablemente la pésima actuación de ambos en el partido ante la 'U' condicionó su presencia desde el vamos, pero lo cierto es que Claudio Techera hizo tres ajustes en el bloque posterior y, en principio, la apuesta le funcionó.

El uruguayo colocó como lateral por derecha al juvenil Ederson Mogollón, además de correr como central a Jorge Huamán (tal como lo hizo en Moquegua ante Cobresol) y situar a Jesús Arismendi como marcador por izquierda. De la conformación estandar en la retaguardia, solo se mantuvo Honores, pero aún así el funcionamiento de Boys fue como un relojito: se conformó una sociedad con los volantes de marca (Lizarbe y Nakaya) y había un inmediato impulso para recuperar el balón ante cada embate huanuqueño. Probablemente, la intención de Techera era la de mantener el cero y, apelando a la contra, vulnerar la valla de 'Chiquito' Flores. Todo le resultaba casi a la perfección, hasta que llegó el desdoble de Sidney Faiffer y el centro para Luciano Cardinali, quien abrió el marcador sobre los 25'.

A partir de ese tanto, todo se desdibujó para Boys. León se apoderó nitídamente de las acciones y la zaga porteña desnudaba una serie de falencias que, claramente, no estaban presupuestadas. La descoordinación era tal que, en el acto, se podía suponer de que los nombres de 'Cafu' Salazar y Jair Yglesias se sentían a raudales en la línea defensiva rosada. Al final, los del primer puerto perdieron 2-0 (y pudo ser por más), pero lo concreto es que evidenciaron una clara descompensación sicológica. Habría que considerar que esta vez tampoco estuvo Mario Gómez, otro de sus líderes. ¿Acaso a este equipo le cuesta mantener el equilibrio sin sus referentes?

Foto: Jesús Suárez / DeChalaca.com

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