Defensa negra
El buen ritmo que ofreció Cristal en los 45' iniciales en el San Martín no admite discusión. Pero tampoco es soslayable la enorme cantidad de licencias y facilidades que Melgar ofreció en defensa en el San Martín (o ahora pretendidamente Alberto Gallardo) al cuadro rimense producto del plantemiento de Julio Zamora.
La defensa de tres que a Melgar le ha funcionado en Arequipa fue una auténtica coladera. Por el lado derecho, Manuel Contreras dejó fisuras enormes para los desbordes frecuente de Sheput y Yotún; en el uno-dos, Balta las perdió todas, y el argentino Federico García, el más decente -o menos opaco- de los tres, la tuvo más que difícil con un Ávila inspirado. Pero peor que eso fue lo que ocurrió por los laterales: si Larry Yáñez, quien ya ha fungido de carrilero varias veces, ha dejado claro que lo suyo es proyectarse antes que marcar, lo de Roberto Carboni por izquierda sí rayó en la desubicación. El argentino es '10' y, acaso, fue el socio que le faltó toda la mañana-tarde al 'Pato' Salas para hilvanar juego, con el agravante de que fue un "ausente" que estaba presente en el campo, pero en la zona que no debía.
Julio Zamora hizo correctivos para el segundo tiempo: retrocedió a Yáñez, corrió a García a la izquierda y pasó a jugar con línea de cuatro y un rombo al medio dado el ingreso de Ojeda. En parte por eso, Melgar contuvo la hemorragia celeste y llegó al descuento a poco del final. Pero la reacción táctica del 'Negro' fue excesivamente tardía para un escenario que estaba muy claro cuando a los 14' apenas Cristal ya ganaba 2-0. Y en realidad, la nueva disposición no solucionó el problema de desconexión: Meza Cuadra, Di Cosmo el tiempo que estuvo en el campo y Chávez desde que entró estuvieron aislados del resto del equipo y nunca fueron bien alimentados.
La razón para lo ocurrido es sencilla: a Melgar esta táctica avezada de jugar con dos volantes laterales que no son carrileros le sirve para Arequipa, pero afuera va a tener muchos problemas, máxime ante equipos como el rimense que atacan muy bien por los lados. Por eso, si el 'Dominó' ha aprendido a sacar provecho de su localía, tiene el reto de dejar de ser un visitante tan cómodo para sus ocasionales anfitriones.
Foto: José Salcedo / DeChalaca.com
