De los errores, se aprende
El primer gol que convirtió Sporting Cristal ante Universitario en el minuto 33, aquel que a juicio personal cambió la tónica del partido y malogró un plan estratégico de Nolberto Solano, entró en disyuntiva por saber quién lo hizo. A nosotros, que tuvimos la fortuna de gozar con una vista frontal perfecta a la jugada del gol en el mismo estadio Nacional, nos quedó claro que en realidad fue autogol de Aurelio Saco Vértiz (detalle que se puede clarificar en nuestro video adherido a esta nota); para el reporte oficial de la ADFP, sin embargo, el tanto le fue asignado a Nicolás Ayr. Si bien el que tiene la potestad de decidir al autor del tanto es Victor Hugo Rivera, las imágenes hablan por sí solas. Es más, esta ya no es la primera vez que se consigna mal un gol: en la fecha 5, en el triunfo de Alianza Lima por 3-2 ante Unión Comercio, se le dio uno de los tantos a José Carlos Fernández cuando ni la había tocado; luego, en la fecha 7, a un claro autogol de Óscar Vílchez en el empate de Cristal ante la Vallejo se le terminó consignando como anotador a Roberto Jiménez.
En lo estrictamente futbolístico, y fuera de este particular detalle que debería ser enmendado por la ADFP, Universitario abandonó el 4-cuadrado-2 que parecía tener sello propio de Nolberto Solano. Apoyado por la lesión de Rainer Torres (una fisura en las costillas), 'Ñol' tuvo dos opciones para encarar el duelo ante los celestes: o conservar el esquema táctico y hacer ingresar a un jugador que secunde bien a Antonio Gonzales, o jugársela por el poderío ofensivo y tomarse algunas licencias en la zona de contención. Esto último fue lo que aplicó y, por ello, se apreció en gran parte del partido un claro 4-1-4-1 que tuvo como peculiaridad la labor de Edison Flores y Andy Polo como generadores de fútbol en el mediocampo, y a Guillermo Tomasevich y Horacio Calcaterra más en función de carrileros. 'Toñito' Gonzales, pues, constantemente multiplicó energías para cumplir con solvencia en su función de recuperación, aunque tuvo, por momentos, apoyo de Diego Chávez y Aurelio Saco Vértiz; ergo, no estuvo del todo solo.
La apuesta aparentemente era suicida, pero la 'U' se encargó de proponer en el terreno de juego -con mucho desorden- y eso, en cierto modo, liberó las preocupaciones defensivas. Hubo, sin embargo, una jugada que arruinó el plan del DT merengue, y ese fue el mencionado tiro libre que tuvo como ejecutor a Carlos Lobatón y que, finalmente, tras la acción confusa, terminó vulnerando las redes de Carlos Cáceda. A partir de allí, la historia se trastocó: empezó a relucir la figura de Jorge Cazulo en el 4-2-3-1 celeste y, posteriormente, tras el ingreso de Marcos Delgado en lugar del irreconocible Renzo Sheput (que permitió tener a Lobatón varios metros má arriba), el duelo táctico lo empezó a ganar Mosquera. Cazulo y Delgado neutralizaron el juego que quizo proponer la 'U' en el mediocampo, suficiente para aguantar el partido y, con algunas acciones aisladas (como la letal proyección de Junior Ross que derivó en el 0-2), obtener el anhelado triunfo.
Universitario tuvo buena intención en el Nacional, pero todo se le fue al traste a partir de aquel bendito minuto 33.
Foto y video: José Salcedo / DeChalaca.com
Mostrar/Ocultar comentarios
