De cómo Sport Huancayo le cerró todos los circuitos a Cristal y acabó cortando la racha de triunfos celestes en el Alberto Gallardo.

 

Junior Ross fue uno de los jugadores celestes que terminó bloqueado por el buen trabajo táctico de Sport Huancayo en cuestiones defensivas (Foto: Luis Chacón / DeChalaca.com)Impecable fue el trabajo táctico de Wilmar Valencia -y de Luis Ticona, y de Cristian Arrasada, y de Jorge Cordero y de todos los que ocasionalmente ocupan el banco del 'Rojo Matador' ante la prohibición reglamentaria para 'Bam Bam'- en el Alberto Gallardo. Sport Huancayo terminó cortando la racha invicta de Cristal con una receta que impidió, ante todo, que los cerveceros tocaran el balón fluidamente, aun a despecho de soportar cargamontones ofensivos por otras vías, y que sobre todo bloqueó al "triángulo mágico" que en jornadas anteriores construyeron Írven Ávila, Hernán Rengifo y Junior Ross.

Huancayo comenzó con un juego un tanto monocorde, con Ibarra como único destinatario de todo lo que pudiera surgir del fondo. Pero con el correr de los minutos, cada pieza en el andamiaje del 'Matador' encontró su función en el campo. Así, atrás había un zaguero destinado a sobrar para despejar -Figueroa- y otro dedicado a encimar a Rengifo -Farfán, quien solo se quedó dos pasos atrás en el gol del 'Charapa' a poco del final del partido. A los lados, Ojeda secó a Ávila -a tal punto que lo sacó del partido- y Reaños fue encima de Ross, aunque su atolonodramiento provocó que quedaran espacios por los cuales Cristal generó la mayoría de sus centros. Al medio, Blas López fue a encimar siempre a Sheput, y quedó alguien libre para cumplir la labor más importante del partido: José Mendoza, quien cual picapiedra con garrote, se encargó de romper y despejar todos los pases cortos de Cristal, siempre sobrando, para destruir los circuitos rimenses. De mediocampo hacia delante, Cruzado se llevó la pelota a un lado y jaló marcas; Salazar, siempre un paso atrás, era el encargado de lanzar los servicios que bien podían recibir Ibarra, como pelotazo largo, o Mimbela, como milimétrico pase que el menudo ex Universitario transformaba en desequilibrio con su gambeta.

Así, los del Rímac, perjudicados aun más por la lesión de Ayr -que sacrificó a Cazulo como back e hizo que en el medio celeste se sintiera cierto descontrol a ratos-, la pasaron negra en algunos lapsos del partido, sobre todo cuando Huancayo en rápido contragolpe encontró el 1-2 con magnífica definición de Mimbela. Una lección de cómo romperle el tiqui tiqui a un equipo de moda que bien pudo acabar peor para Cristal de no haber mediado el descuido de Farfán y del árbitro asistente Víctor Ráez, que no vio que Rengifo estaba un paso adelante en fuera de juego antes del cabezazo que selló el 2-2.

Foto: Luis Chacón / DeChalaca.com

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