Cómo seguir su estela

A un año de la partida de don Emilio, son pocas las cosas que han cambiado en el periodismo deportivo peruano. Quizá la más importante sea que él ya no está para servir de punto de referencia al sector y que ese vacío parece imposible de llenar en un plazo que asoma largo.
El Veco fue el indiscutido número uno por muchos años. ¿Tendrá el medio un nuevo número uno? Es casi un punto al que se debería converger por inercia. Pero quizá observar lo que está ocurriendo en los tres ámbitos en los que él se desempeñó ofrezca algunas luces.
En la prensa escrita: Aunque pueda no gustarnos, los diarios de 50 céntimos ganaron hace tiempo la batalla de los kioskos, tanto así que hasta los suplementos de los diarios más caros han acabado imitando algunas tendencias como las páginas centrales basadas en historias de farándula. Ello puede a veces coexistir con columnas de opinión que, cada cual con su estilo y algunas con más peso que otras, buscan hacerse de un nombre. Pero donde más se dejan extrañar plumas como las de don Emilio es en las crónicas de partidos, cada vez más esclavas de las fotografías y sus mayores dimensiones en detrimento de los caracteres: cierto es que el mundo actual es más gráfico, pero son pocos aquellos intentos de narrar un cuento en cada reporte que caracterizaban al buen periodismo de antaño. La posibilidad de sumergirte en una historia en cada partido es hoy un bien escaso.
En la prensa radial: El Veco, durante sus últimos años de vida, le devolvió al fútbol -y al deporte en general- la presencia que había perdido en la FM. En un horario estelarísimo, le reventó la sintonía al dial y marcó una pauta de cómo siempre los buenos entrevistados y el comentario inteligente van a ser más importantes que el reporteo prefabricado basado en conferencias de prensa -esas que él detestaba porque, como decía, el buen periodista tiene que ser capaz siempre de conseguir la mejor nota por él mismo-. Hoy, meses luego de su partida, ya hay una radio en FM casi enteramente dedicada al deporte que viene intentando rescatar ese concepto del intercambio de ideas que se había comenzado a extraviar. No perdamos de vista ese norte.
En la prensa televisiva: La pantalla está más limpia que hace algún tiempo porque por ahora, estilos al margen, al menos no están en ella quienes buscan hacer hígado por todo y basar su marketing personal en el raje fácil y el insulto asolapado. Dicho de otro modo, una cosa es tener que soportar a Chale y a Leguía, de quienes puede discreparse siempre pero a los que nadie podría negarles que son gente que sabe de fútbol -y mucho-, y otra aceptar que alguien que no sabe de fútbol y todos los datos que da son errados viva quejándose de que todo en el fútbol peruano está mal sin dar soluciones para mejorarlo. Sí falta, por cierto, que quienes hoy dominan las principales pantallas deportivas del país editorialicen un poco más: que recuerden que a don Emilio, siempre conciliador, siempre elegante para referirse aun a sus peores adversarios, jamás le tembló la voz para poner el dedo en la llaga y fustigar lo que no estaba bien. Él, por ejemplo, fue crítico mordaz de Autuori aun cuando para muchos de los que lo admiramos, Autuori haya sido uno de los mejores -y más incomprendidos- técnicos que pasó por el país. ¿Alguna vez lo atacó con bajeza? Jamás. Pero sí hay que sentar más posición de la que hoy el televidente consume en promedio.
En DeChalaca.com practicamos la prensa digital, un espacio en el que don Emilio, más allá de ser un voraz y ávido internauta, no llegó a incursionar del todo. Creemos, sin embargo, que si lo hubiera hecho, habría evitado por completo la búsqueda del clic fácil, ese que proviene de la calata a la que se le rebusca el vínculo más ridículo con cualquier futbolista o de artículos repletos de desagradable jerigonza que cree que por usar comillas puede destruir el idioma a su antojo. Creemos que el dato certero, el rigor de una redacción prolija y la opinión frontal son valores que pueden existir en el ciberespacio. Y a eso apuntaremos siempre, reafirmando cada 6 de febrero que a la vera del maestro habrá quienes sigamos intentando oír su música, esa del periodismo serio y bien cuidado.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com

Siempre se agradece la inteligencia hasta en la maldad. Gracias por la gran objetividad que practican al hacer periodismo deportivo.
COINCIDO CON DECHALACA.COM EN PRECISAR QUE EL VECO FUE "EL REFERENTE" DEL PERIODISMO PERUANO DESDE QUE LLEGÓ EN 1,982.
QUE VIENE DE AQUÃ EN ADELANTE?
HAY PERIODISTAS BUENOS Y DE LOS OTROS:
DECHALACA.COM EN SU RUBRO, ES LO MEJOR.
CREO QUE DANIEL PEREDO ES LO MEJOR EN LA PRENSA FUTBOLÃSTICA ACTUAL. PARA MÃ, PEREDO ANALIZA LOS TEMAS CON MAYOR PROFUNDIDAD Y LO SOSTIENE CON BASE. ADEMÃS SIMPLIFICA EL COMENTARIO PARA QUE TODOS LO ENTIENDAN. NO ATACA A NADIE CON BAJEZAS Y CUANDO CRITICA, ES PUNTUAL. DICE LO QUE HAY QUE DECIR.
PEDRO GARCÃA Y EGÚSQUIZA SON BUENOS EN SU RUBRO.
LO QUE SI DEBE EXTERMINARSE ES LOS CLÃSICO "VENDE HUMO". LOS QUE NO SON SERIOS. EXAGERAN LO POCO BUENO Y SE QUEDAN CALLADOS ANTE UN FRACASO. NO SON ANALÃTICOS.
HAY COSAS BUENAS Y DE LAS OTRAS EN EL PERIODISMO DEPORTIVO ACTUAL. OJALÃ QUE LAS BUENAS SE MULTIPLIQUEN.
Descanse en paz maestro de maestros
Quizas no vuelva a haber otro Veco en el Peru, pero tu desde tu pagina, yo desde mi blog sobre el Ascenso y todos los que intentamos ser comunicadores o aprendices de periodista y que podemos comunicar nuestras ideas, debemos tener a Don Emilio como modelo a seguir en todo sentido.
Espero mi comentario pueda ser publicado
Gracias.
El Veco fue un tremendo periodista y como tal se le recuerda. No obstante, no se puede afirmar que fue el más grande referente del periodismo deportivo local. Eso es mezquino respecto a la profunda huella que marcó Pocho Rospigliosi, con otro estilo, por cierto, pero tan trascendental y profundo como el que dejó El Veco.
Se respeta tu opinión, pero hay que recordar que en las épocas en que don Emilio estaba en canal 5, Manuel Burga era un joven dirigente que emergÃa con la bandera de la renovación y que acometió reformas importantes para el fútbol peruano, tales como la reducción de clubes de 41 a 16 en el año 1992, que comenzó a sacar al fútbol peruano del ostracismo en que lo sumieron los torneos regionales; un perfil muy alejado de este más bien dictatorial que hoy personifica. Punto aparte, yo considero que hay un trecho enorme entre la administración de Nicolás Delfino -a quien puede criticársele mucha pusilanimidad y debilidad para algunos manejos, pero no incoherencia ni deshonestidad- con la que Manuel Burga ha acometido desde 2002, caracterizada por la firma de resoluciones que él mismo no cumple y sus vÃnculos con dirigentes que en la época de Delfino eran parias (caso especÃfico de José Mallqui).
Carlos BolÃvar,
Yo tengo una posición formada sobre el periodista que mencionas y sobre casi todos quienes ejercen la profesión en el medio. Cómo, cuándo y dónde la expreso es asunto mÃo; ciertamente, los que accedan a esa opinión tienen derecho de estar o no de acuerdo y yo respeto (¿tolero?) a su vez esas opiniones también. Ahora bien, yo considero que hay una diferencia bastante grande entre tener una opinión negativa y descalificar. La descalificación es, por definición, un hecho basado en competencias y variables objetivas. Por ejemplo, un dato equivocado es, indudablemente, eso, equivocado; es algo que recae en el plano de la ciencia y tiene que ver con lo cierto o lo falso. La opinión negativa, en cambio, es una apreciación subjetiva: recae más bien en el plano del arte y tiene que ver con lo agradable y lo desagradable. En lo personal, creo que lo objetivo descalifica y lo subjetivo es siempre materia opinable.
Carlos,
Creo que El Veco marcó una época asà como, indudablemente, lo hizo Pocho Rospigliosi. En un artÃculo que escribà hace un año y en el que tú también comentaste senté una posición respecto de lo que considero que fue el aporte de cada uno a la historia del periodismo deportivo peruano: para mà Pocho, sin haberlo seguido en vivo como tú sà tuviste la suerte de hacer pero habiendo estudiado mucho sus textos, fue un adelantado a sus tiempos en términos de marketing deportivo, una ciencia que surgió casi 50 años después de que él entendió lo importante que era para la promoción del espectáculo. El Veco, en cambio, para mà simbolizó la esencia del periodismo bien trabajado y cuidado, de lenguaje prolijo y culto por la profesión. Recuerdo que empleaste en esa ocasión una metáfora con la que también podrÃa estar en cierta forma de acuerdo: Pocho fue el gran maestro de Secundaria, El Veco fue el catedrático universitario que graduó al periodismo deportivo en el Perú. Pienso, no obstante, que en términos de lo que hoy entiendo yo como periodismo (cuya frontera con el marketing está cada vez mejor zanjada), El Veco fue un referente inigualable. Respeto, a la vez, que haya muchas personas que consideren a Pocho como un referente igualmente o más importante, porque, estoy seguro, dejó en ellas una huella parecida a la que don Emilio dejó en mÃ.
Lastima nomas que alguno de tus columnistas no pueda entender esto y elimine mis comentarios (no necesariamente de acuerdo con lo que plantean) en alguna otra de las columnas que publican....pero bueno, como dijo alguien por ahi "Asi es el futbol".
Gracias.
Carlos Bolivar