Cambia de dirección

Nolberto Solano ha dejado de ser el entrenador de José Gálvez. No hace falta recordar que los resultados no han acompañado a su labor, basta con mencionar que se aleja de la institución chimbotana dejándola en el último lugar de la tabla, cuatro puntos por debajo del penúltimo lugar de la tabla que evita el descenso directo. Ese puesto, el catorce, era el que tenía la franja cuando Solano llegó al equipo. Conforme avanzaron las fechas, ni Gálvez ni Unión Comercio ni San Martín encontraban la manera de salir de fondo. Hasta que se dieron los cambios en las otras dos instituciones: llegaron Julio César Uribe a Santa Anita y Édgard Ospina a Moyobamba y cambió el rumbo de ambos, tanto que ambos dejaron atrás al Gálvez de Ñol que mantuvo su rumbo errático.
Solano dirigió a Gálvez en quince encuentros: ganó dos, empató tres y perdió los otros diez. Son nueve puntos de los 45 que disputó, el porcentaje de efectividad fue incuestionablemente malo: apenas fue del 20%. En su quinto partido obtuvo su primer triunfo, se trató de un importante 4-1 sobre Unión Comercio, rival directo en la pelea por no descender. Luego se pasó cuatro partidos sin puntuar. Y en los siguientes seis partidos alternó dos flojos empates una victoria sufrida por 3-2 ante Cienciano y tres nuevas derrotas. Ya no podía esperársele más para virar el destino del equipo y fue cesado. A pesar de ello, Gálvez no fue un equipo desastroso; más bien se le vio como un equipo con variantes en ofensiva pero al que le quedó pendiente la tarea defensiva. Habría que buscar las razones de la ausencia de resultados por otro lado pues tampoco ha llegado a ser el peor equipo del torneo en cuanto al juego, como lo era indudablemente la San Martín antes de que llegara Uribe.
Mientras tanto, en Arequipa Julio Zamora, justo una semana antes de la llegada de Solano a Chimbote, empezaba a trabajar el frente de Huracán el ‘Negro’ Julio Zamora. Una contratación más que importante, el nombre era pesado para la Segunda, como lo fue el año pasado en la Primera cuando el DT llegó a Melgar. En el cuadro rojinegro le fue más que bien pues lo clasificó después de muchos años a un torneo internacional, pero no ha podido repetir el éxito en Globito. Catorce partidos lo dirigió Zamora, allí obtuvo tres triunfos, ocho empates y tres derrotas, un promedio de efectividad de 40.47%. Más allá del bajo promedio, poco a poco el tradicional equipo, que esperaba poder pelear por el campeonato, ha ido quedándose cada vez más atrás y en este momento ocupa la casilla once entre catorce participantes, a nueve puntos del líder, Los Caimanes, que ha empatado igual cantidad de partidos, pero se mantiene invicto. El alejamiento del técnico del cargo era lo más comprensible.
Zamora ha sido contratado por el José Gálvez. El entrenador conoce más que bien el Descentralizado y supo sacar adelante a un equipo que andaba sin rumbo pero con el potencial allí, esperando ser explotado. En Chimbote existe ese potencial, Solano no pudo encontrarlo pero Zamora bien podría hacerlo y evitar que el equipo se vaya a la baja. Se trata de un acierto, a priori, su llegada al equipo sin que eso signifique Solano sea un mal entrenador. Simplemente no pudo engancharse con este grupo que no escogió. Éxitos a ambos en sus siguientes emprendimientos.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Foto: Héctor Inti / Diario de Chimbote
