Juan Carlos Mariño apareció en el momento justo para hacer ganar a Cristal y, de paso, legitimar su llamado a la selección.

 

Por si surgió alguna duda por su convocatoria, Mariño se encargó de darle la contra con un buen gol ante la San Martín (Foto: Abelardo Delgado / DeChalaca.com)La última convocatoria de Sergio Markarián tuvo como punto más polémico, acaso, la convocatoria de Juan Carlos Mariño Márquez (Lima, 2 de enero de 1982). El 'Burrito' no es titular indiscutible en Cristal -sino más bien suplente habitual-, no está en el mejor momento que se le recuerde y, encima, tiene delante a un jugador como Renzo Sheput que sí anda muy bien y que no fue tomado en cuenta por el seleccionador.

Ante eso, Mariño aprovechó la mejor oportunidad que tuvo de la forma más eficiente posible. Apenas Luis Alberto Perea igualó el partido para la San Martín en el Gallardo, Roberto Mosquera tiró al '23' al campo en reemplazo de Sheput: una apuesta arriesgada que rindió frutos rápido.

A los 76', Mariño se encontró una pelota en el borde del arco Sur. Midió a Butrón, alzó la cabeza y le pegó como siempre supo hacerlo: mitad con el empeine, mitad con la planta para darle efecto. Latigazo de esos que hace seis años a Cienciano le permitieron ganarle un Clausura a la 'U' en Trujillo o poner Matute en jaque en la final nacional: disparo al segundo palo, pegado a la base del poste, inatajable en este caso para Leao Butrón. Fue el 2-1 que inclinó el partido decididamente para Cristal, que así ratificó su superioridad en un partido en el que nunca pisó el acelerador. Y acicate para Mariño, quien previno cualquier crítica a su llamado y mostró algunos de los argumentos por los cuales aquel tiene sentido.

Foto: Abelardo Delgado / DeChalaca.com

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