Banda de guerra
A nadie le queda duda de que Perú realizó un planteamiento correcto y planificado en el Hernando Siles, apoyado en el aspecto físico con jugadores que, finalmente, respondieron a las exigencias e, indudablemente, terminaron corriendo más que los propios dueños de casa. La apuesta, pues, era obvia dado el trabajo meticuloso de preparación que había realizado el comando técnico encabezado por Sergio Markarián. Esta labor, de hecho, quedó graficada en La Paz con el sensacional despliegue de Juan Carlos Mariño, y también con el incansable desempeño en la recuperación por parte de Edwin Retamoso; no obstante, estos jugadores ya formaban parte del proceso actual del DT uruguayo.
Lo que sí sorprendió, más allá del aceptable desempeño que vienen mostrando en el torneo local, fueron las labores que realizaron los "nuevos" en la era Markarián. Jugadores como Rafael Farfán y Joel Sánchez que, de acuerdo a las ubicaciones en la que les tocó actuar, respondieron a la altura de las circunstancias. Sin embargo, hubo un jugador que sí destacó sobremanera en el coloso paceño y que, por lo hecho en los 90' en el 1-1 ante Bolivia, es muy probable que don Sergio lo tenga en cuenta para próximos llamados: Jhoel Herrera. El popular 'Aceituna' fue lo más aplicado que mostró Perú en La Paz, con un trabajo diseñado exclusivamente para la marca, pero que también tuvo ciertos lazos de sociedad con Willian Chiroque -por ejemplo- en los instantes de vértigos del partido. El lateral derecho de Real Garcilaso se jugó un partidazo, y lo hizo en una posición en la que, actualmente, escasean jugadores en la selección nacional.
Es probable, pues, que por estas razones Jhoel Herrera no sea un ave de paso en la blanquirroja durante estas Eliminatorias. Y es que, de acuerdo a lo que se pretenda plasmar en los próximos partidos de la selección, tranquilamente podría competir por un lugar en su posición con Roberto Guizasola o Renzo Revoredo, los únicos laterales derechos peruanos que, en la actualidad, tienen nivel para encarar este tipo de competencias. Herrera, por cierto, no es ningún novato: ya tiene 32 años y un amplio recorrido en distintos clubes locales -y también del exterior-, aunque las mismas circunstancias del fútbol reconvirtieron sus características.
Jhoel Herrera surgió muy joven en el Cultural Progreso de Ventanilla y, posteriormente, ancló en el Yurimaguas, elenco en el que fue goleador de la Segunda División en 2000 (con ocho goles). Sí, 'Aceituna' era delantero, posición en la que engalanó a los dirigentes de Sporting Cristal para que sea contratado luego de un partido de práctica, aunque tuvo escasas oportunidades de mostrarse en el primer equipo. Luego partió a Bolognesi, aún como atacante, y fue recién en 2004, cuando pasó al Unión Huaral, que fue empleado como lateral derecho (a veces también como izquierdo). Más adelante tuvo rendimientos altibajos, y quiza esa haya sido la imagen que dejó hasta antes que recalar al Real Garcilaso, donde el buen momento de su equipo se traduce justamente en su juego, el mismo que, como lo demostró en La Paz, lo puede mantener vigente en las próximas citaciones a la Videna.
Fotos: Aldo Ramírez / DeChalaca.com, enviado especial a La Paz
