Balón de plomo
El 5 de julio de 2010, Joseph Blatter anunciaba con bombos platillos la unificación de los premios Ballon d’Or y el FIFA World Player. Desde 2007, existían acercamientos entre el máximo ente del fútbol mundial y la prestigiosa revista francesa y finalmente en 2010 se concretó la compra de los derechos del nombre aunque sin revelar cifras. Inmediatamente, los tres directores anteriores de la revista -Jacques Ferran, Jacques Thibert y Gérard Ernault- publicaron una carta en la que deploraban la unión porque ponía en jaque la reputación que el Ballon d’Or se había demorado más de medio siglo en construir. Ya no había marcha atrás y en apenas cuatro años, esa unión se ha encargado de minar todo el crédito que había obtenido el galardón de France Football en todos esos años. Ya la primera ceremonia dejó al mundo entero estupefacto cuando Lionel Messi salía premiado por todo lo alto y Wesley Sneijder -campeón de la Champions League y subcampeón mundialista anotando cinco goles- ni siquiera quedaba en el podio de los mejores de aquel 2010. ¿Qué cambió?
Nepotismo dorado
El principal cambio y el más dramático a largo plazo fue la reducción de la influencia de los periodistas en el premio de un 100% a un 33%. En el inicio de France Football un grupo reducido de especialistas -que después se fue ampliando- elegía al que consideraba el mejor jugador europeo. Luego, las reglas del juego cambiaron y, a partir de 1995, también se podía elegir a un jugador no nacido en el Viejo Continente. Ese año ganó el liberiano George Weah y a Diego Armando Maradona le concedieron un Ballon d’Or honorífico por el que no le pudieron dar en su paso por el Napoli. En 2010 la situación dio un giro de 180° con la unificación con el FIFA World Player. En aquel premio votaban los seleccionadores y capitanes de cada selección que fueron sumados a la ecuación y redujeron considerablemente el poder de decisión de los periodistas.
¿Cuál es el problema con que los propios protagonistas decidan quién es el mejor de ellos? En principio ninguno, pero en aras de la “transparencia” -perdone la risa- los votos son públicos y eso podría generar resentimientos en la estrella del equipo que no es considerada por su entrenador. Así, jugadores y entrenadores votan a sus amigos, compañeros de equipo y hasta hay casos donde el espíritu de cuerpo es continental. Basta ver las votaciones del último Balón de Oro donde Samuel Eto’o eligió a Yaya Touré como el mejor futbolista del mundo, el marfileño es un crack ¿pero ha sido el mejor en 2013? O Steven Gerrard colocando a su compañero de equipo Luis Suárez en tercer lugar, Marc Wilmots, DT belga, eligiendo a Eden Hazard como tercero y hasta el propio Sergio Markarián que colocó en la misma posición a Edinson Cavani. ¿Ven dónde está el problema?
Difícil que la FIFA elija en el corto o mediano plazo de utilizar el nombre de un premio que ganó tanto reconocimiento a lo largo de los años. Además, así también puede controlar la agenda mediática a su gusto. El propio entrenado de Qatar denunció presiones de Joseph Blatter para colocar primero a Cristiano Ronaldo. En una elección absoluta de periodistas no ocurriría eso, cada uno defiende su punto de vista, puede haber polémica, pero difícil que alguno vote por presiones de afuera.
Alternativas saludables
Es en esta circunstancia que otros premios han sido creados o ganado notoriedad. Por ejemplo, el galardón que reconoce al “Futbolista Sudamericano del Año” que entrega el diario El País de Uruguay sigue teniendo vigencia y mucha importancia en el continente. Alrededor de 200 periodistas de Sudamérica eligen a los tres mejores futbolistas del año y la votación está mucho menos enredada en polémica. También ocurre con el “Premio al Mejor Jugador de Europa" que otorga la UEFA desde 2011. Es premiación justamente nació para “revivir la vieja costumbre de elegir al mejor jugador europeo” según las propias palabras de Michel Platini, cerebro detrás de la idea. El jurado lo componen 53 periodistas de las distintas federaciones europeas y ha premiado a Lionel Messi, Andrés Iniesta y Franck Ribery en 2011, 2012 y 2013, respectivamente, mucho más diverso que los cuatro premios consecutivos que obtuvo Messi antes que Ronaldo -que había obtenido el anterior- se lo arrebatara este año. France Football dio un paso adelante asumiendo un riesgo que no le ha pagado bien. Si cuatro años le bastaron a la FIFA para acabar con su prestigio, ¿qué ocurrirá en los siguientes?
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: AFP
escrito por Carlos , January 18, 2014
escrito por Jose , January 18, 2014
A tenor de este tema, seria interesante que en su seccion "Virtual Replay" se hiciera un repaso de quienes hubieran ganado el Balon de Oro de 1956 a 1994 bajo las reglas actuales o viceversa a partir de 1995 con las reglas originales. En el primer caso Pele creo que lo hubiera ganado varias veces en la decada del 60 y obviamente en 1970; Garrincha sin duda en 1962. Kempes en 1978, Zico en 1981, quiza Falcao en el 83, Maradona en el 86-87 y quiza en el 89 (la Eurocopa del 88 lo hubiera privado de hacer cuatro seguidas), y Romario sin dudas en 1994.
escrito por lolo de caujul , January 18, 2014
escrito por Marco , January 18, 2014
Una lástima que nunca jugó un Mundial - aunque estuvo cerca de hacerlo en el 2002, siendo Liberia eliminada en la última fecha de las Eliminatorias africanas, justamente por Nigeria.