Bakas flacas
Solo siete equipos no han cambiado de DT desde principios de año. Uno de ellos es Juan Aurich, que sostiene a José Mari Bakero pese a la mala campaña en el Descentralizado y la eliminación en la Sudamericana. ¿Por qué?
La realidad indica lo siguiente: José Mari Bakero tiene pocos galones como entrenador, aunque muchos como exfutbolista; no ha realizado aportes tácticos innovadores, su equipo juega al ‘tiqui tiqui’ pero no concreta y se rumora que la relación con su plantel no es de las mejores; Aurich marcha 12°, está más cerca de la zona de descenso (7 puntos) que de una clasificación internacional (12 puntos) y fue ampliamente superado por el modesto Itagüí Ditaires en la Copa Sudamericana; para colmo, no tiene ‘feeling’ con la prensa, que fecha a fecha vocea su salida.
¿Cómo es que Bakero se sostiene como entrenador del ‘Ciclón’ pese a que la suma es tan adversa?
Una hipótesis sugiere que su sola presencia es entendida como un gran aporte. Pese a que su recorrido como DT no es muy grande (aunque tampoco es tan escueto, pues ha dirigido en México, Polonia y en su propio país a la Real Sociedad), se trata de una figura emblemática del Barcelona y del fútbol español de los ochenta y noventa. El personaje importa, no solo por la experiencia que pueda transmitir, sino por cuestiones de marketing. Esto sugeriría un cambio en el antiguo esquema de mecenazgos: el Grupo Oviedo es una empresa que, como imagen, necesita del Juan Aurich; no lo tiene simplemente como un trampolín personalista, sino que es parte de su estructura empresarial. Y Bakero tiene algo indudable: prestigio, que es algo a lo que toda empresa aspira.
Sin embargo, es evidente que los resultados son malos y que, de por sí, ya ningún prestigio sostiene por sí solo un proyecto. La otra hipótesis, tal vez más realista, tenga que ver con un cambio de percepciones dentro de Juan Aurich (y del propio Grupo Oviedo). Está relacionado, también, a cuestiones de imagen: Oviedo se ganó fama de despedir a entrenadores emblemáticos ante la primera racha de derrotas; en esa lista estuvieron Franco Enrique Navarro (que salvó a Aurich del descenso en 2008 y lo clasificó a la Libertadores en 2010), Luis Fernando Suárez (un entrenador mundialista) y Diego Umaña (el único DT que sacó campeón a Aurich en su historia). Aurich y Oviedo proyectaban una imagen de niño caprichoso que se aburre rápido con su juguete nuevo.
El contraste era mayor cuando se comparaba con el otro ‘millonario del norte’, la César Vallejo: pese a que Oviedo tiene un perfil más bajo que César Acuña (quien suele caer en ciertos tonos gamonales para exigir resultados a sus técnicos y jugadores), Vallejo es el equipo que más respaldo le da a sus entrenadores. Desde que regresó a Primera, en 2008, y sin contar a interinos, solo tuvo tres DT: Roberto Arrelucea (que dirigió la primera rueda del Apertura 2008), Mario Viera (de 2008 a 2010) y Víctor Rivera (de 2011 hasta la fecha), a quien respaldó pese a que su primera campaña, en 2011, fue muy similar a la que cumple hoy Bakero con el Aurich.
¿Cambió el chip en Aurich? Las próximas semanas lo dirán. Mientras tanto, la prensa, con muy mal gusto, fecha a fecha especula con una cabeza que no cae. Bakero es un caso raro para nuestro fútbol, pero, por ahora, se queda en el ‘Ciclón’.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: Prensa Juan Aurich
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