After Party: Problemas recurrentes

COME PIERNAS. Si alguno de ustedes amables lectores dejó de ver el partido alrededor del minuto 25, seguro que se habrá ido con la idea de que la César Vallejo se iba a terminar llevando el partido con un par de goles de ventaja. El cuadro de Víctor Rivera salió con un fuerte ritmo físico que logró agobiar a los colombianos en el inicio. Lamentablemente para los intereses trujillanos, con el correr de los minutos terminó pareciendo que el pasto sintético del Mansiche se terminó por comer su físico mientras que los bogotanos se echaron a correr y combinar con más facilidad.
TU ESPALDA, HERMANO. Producto de este consumo de energías es que poco a poco los jugadores colombianos comenzaron a abrir la cancha y superar las espaldas de los laterales poetas. Así, tanto Óscar Rodas por derecha como Mario Gómez por izquierda comenzaron a superar en velocidad a Lee Andonaire y Manuel Ugaz, respectivamente. Los problemas defensivos de los hombres de la banda no lo suplieron nunca con sapiencia al momento de subir. En esa línea, la poca capacidad de proyección de ambos laterales imposibilitó a su equipo de poder sorprender con salidas rápidas aumentado el trabajo de Jorge Cazulo y Mario Leguizamón, quienes eran los encargados de pegarse a la banda en el cuadro local.
LOS GOLES VALEN IGUAL. Sin duda el gol de Leguizamón sorprendió a todos los silenciosos asistentes del Mansiche. No hay que desconocer que la anotación fue más demérito del portero Agustín Julio que brillantez del '10' de la Vallejo, pero a las finales el gol presentó un contexto que los trujillanos no supieron aprovechar. Ante un rival desordenado, que se le hacía difícil el estado de la cancha, los locales dejaron pasar esos primeros minutos de dominio ofensivo en donde debieron aumentar la cuenta. ¿Qué se quiere decir? Que si la vida te da limones aprende a hacer limonada. Si tienes a tu rival a merced se deben aprovechar esos momentos. Este es un eterno problema de los equipos peruanos que pareciera haber desaparecido a nivel de selección pero no a nivel de algunos clubes.
DE VISITA EN CASA. Tal vez la nota más cuestionable haya sido el poco apoyo que recibió el equipo local por parte de los asistentes al Mansiche. Como bien señaló Mario Azabache -enviado especial de DeChalaca.com al coloso trujillano para seguir este partido- durante la transmisión vía twitter, la poca bulla que se podía oír en las tribunas era de la pequeña barra colombiana que no paró de alentar a su equipo durante los 90'. En partidos de esta envergadura, y es algo que los aficionados tienen que entender, es vital el apoyo de la tribuna. Este apoyo es lo que puede llevar a los jugadores a dar el último resto para sacar un partido adelante y más si se toma en cuenta la importancia que tenía para el cuadro poeta el poder llevarse su primera victoria a nivel internacional.
Foto: diario La Industria de Trujillo
