After Party: Ilusión eliminada

BUITRAGO PARA BIEN Y MAL. La actuación del juez cafetero estuvo cerca de rozar lo bueno. Se lo podría acusar de llenar de tarjetas a los íntimos, pero en ese sentido estuvo muy bien: más allá de tratarse de un decisivo encuentro, no se puede poner en riesgo la integridad física de los jugadores, por lo que la agresividad debe ser controlada. No había otra forma de regularla si no era amonestando. Hasta ahí bien. No se puede permitir el juego brusco. Pero lo malo fue que empleó diversos criterios para amonestar. ¿Acaso el codazo de Miguel Martínez a Junior Viza y la fortísima falta de Paolo de La Haza (que le costó únicamente la amarilla) no ameritaron la tarjeta roja, teniendo en cuenta la expulsión de Villamarín? De todos modos, el árbitro colombiano estuvo aceptable.
INTERESANTE SISTEMA. Para este encuentro, los aliancistas jugaron con un 3-línea-2-1. En los primeros 25' dejaron una buena sensación amén a las alternativas que hubo en el medio sector; ergo, el control del balón y algunas tímidas llegadas al área rival, pero todo se ha dicho: se excedieron muchísimo en la agresividad de la marca y adelante hubo un 'Látigo' que no dejó huellas. Igual, Jaguares se dio maña para hacer daño en el arco de Libman hasta en dos ocasiones durante ese lapso, pero básicamente por méritos propios. Luego de la expulsión de Édgar Villamarín, la estrategia se derrumbó y se tuvo que replantear para la complementaria: en esos últimos 15' de la primera mitad, los victorianos se salvaron de irse en desventaja en el marcador. De cara al torneo local, este sistema podría ser efectivo.
PREOCUPACIÓN DEFENSIVA. Si de algo debe alarmarse la afición íntima es, justamente, del aspecto defensivo. Leandro Fleitas y Christian Ramos no han estado en su nivel habitual y cometieron errores, en gran parte, producidos por los mexicanos. Si bien el 75% de los goles de la eliminatoria fue producto de yerros defensivos, habría que tener algo claro: Jaguares gana ambos partidos por su dinámica y su rodaje. Las diferencias se evidenciaron durante los 180' y eso es irrefutable. De poco sirvió el replanteo en la segunda etapa, en la que Alianza jugó con dos líneas de cuatro: sus laterales, Paolo de La Haza y Luis Trujillo, tienen dificultades para defender. Y si a eso se agrega que en los últimos metros no se aprovechan las poquísimas ocasiones, se pueden explicar los resultados.
SE CREYÓ EL GRAN CONQUISTADOR. Sin duda, Hernán Peirone habrá hecho renegar a la fanaticada victoriana con su actuación en los dos cotejos, pero hay que aclarar que fue una "incorporación" y no un "refuerzo". Se debería revisar la definición de ambos términos y, sobre todo, qué necesitaba Alianza para afrontar la Libertadores. Basta con revisar los recientes antecedentes del atacante para llegar a la conclusión de que no iba a ser la solución de gol. Desde la partida de José Carlos Fernández, los aliancistas han sufrido para anotar goles. Quizá por ahí la responsabilidad recae en la directiva: no se puede pretender sustituir a Wilmer Aguirre y 'Zlatan' con Leivas, Curieles o Peirones. Costas ya bailó antes con una así de fea cuando Jefferson Farfán se fue a Holanda y Alianza se quedó sin gol. El técnico tiene que volver a agarrar el ritmo.
Foto: EFE

Comentario aparte merece lo hecho por los equipos peruanos hasta hoy con los amistosos jugados ante equipos del extranjero, pues en realidad son muy superiores..... NO ESTAMOS QUEDANDO SEÑORES.