After Party: Fauces hambrientas
La derrota de León en Brasil no puede opacar la buena imagen dejada por los huanuqueños. A pesar de algunos puntos a cambiar, el futuro de los cremas del centro no parece oscuro para este 2011.
NO ES UN CUCO BRASILEÑO. A esta versión 2011 del Gremio no le basta el nombre llanamente para conseguir asustar a sus rivales. El cuadro gaúcho no presentó argumentos en la cancha como para pasar por encima al León y fue el conjunto huanuqueño el que sorprendió con una actitud bastante loable en el Olímpico Monumental. A pesar que los comentaristas argentinos tendieron bastante a parcializar el partido con diversos apuntes en contra del juego del equipo brasileño, es innegable que la oncena dirigida por Renato Gaúcho fue un cúmulo de acciones previsibles sin el menor asomo de velocidad y cambio de ritmo en el traslado. Si los goles solo llegaron de pelota parada es porque no existieron demás ocasiones. Otro equipo con mayor poder ofensivo aprovecharía la molestia que tiene a ‘Chiquito’ Flores casi retirado y haría ver el verdadero estado del arquero. Asimismo, la zona defensiva del equipo brasileño tampoco puede sacar cara por el equipo. Hasta se podría decir que fue la que más sufrió hoy. Por ello, uno no debería esperar que en Huánuco, Gremio entré al Heraclio Tapia como el dueño de la cancha. No ha mostrado esa actitud señorial.
DEVALUADO INTERNACIONALMENTE. En 2010, al tándem conformado por Carlos Zegarra y Jean Ferrari en la primera línea de volantes le llovieron elogios suficientes para colgar los chimpunes con dignidad. Ambos volantes se apropiaron del ancho y largo del terreno de juego para facilitar la tarea de Rodas con los hilos del León. El caso es que a nivel internacional la cuestión es un poco más compleja. En Porto Alegre se pudo comprobar que cuando Zegarra se acercaba al área para crear peligro y el balón se perdía en ataque, Ferrari quedaba pagando demasiado caro con la rapidez de los brasileños y era prácticamente nula la esperanza de cortar el avance sin una falta -ojo que ambos quedaron amonestados antes de los 40’-. Lo que hay que entender es que ambos mediocampistas son lanzadores y se sienten más cómodos en la distribución del balón que cortando los ataques rivales. Ninguno tiene el alma de perro de presa que está en Rainer Torres o Adán Balbín. Ferrari ha tenido que acomodarse como ‘6’ debido al correr de los calendarios, Jean siempre fue un volante de avanzada. Lo mismo ocurre con Zegarra que en sus inicios fue ‘10’ y fue reconvertido en volante de contención. Lo ideal para esta noche hubiese sido poner a Cevasco -desde el arranque- para que se encargue de esa tarea y sacar a un Elías que quedó chiquitito en la cancha.
INOCENCIA CULPABLE. Como se podría haber pensado, fue justamente la inocencia de León la que generó los dos goles en contra. Si algo este redactor estuvo 100% con Matías García y Ariel Heleuni -los encargados del partido por Fox Sports- fue que un equipo no puede despejar las pelotas paradas dentro de su área chica. En el tiro libre hay que pararse al borde del área para sacar al equipo contrario. Las dos jugadas de peligro para Gremio fueron casi calcos. Centro violento al punto de penal y, en primera instancia, André Lima ganándole a toda la defensa para poner el primero de cabeza. En la segunda ocasión, el apurado intento de ‘Chiquito’ por despejar se vio interrumpido por el ‘Coco’ Araujo y su jalón de camiseta que consiguió que Enrique Osses cobre penal. A pesar de ser un conjunto repleto de jugadores que ya cuenta con una o más Libertadores a cuestas, aparece todavía con ingenuidad para afrontar estos compromisos. La misma que genera que Jair Céspedes piense que puede agarrar el balón en media cancha y llevarse a todo el equipo contrario para anotar un gol maradoniano. Desde acá se aplaude la actitud encaradora del volante, pero hay que jugar en equipo para que la pelota avance.
NUEVO LLAMADO A LA CALMA. Se vuelve a hacer un pedido a cualquier hincha que esté alentando a León en la Copa. No hay que mirar lo del conjunto crema como un fracaso. Esta edición de la Libertadores sirve como entretenimiento y para acumular experiencia. Lo que han mostrado los dirigidos por Franco Navarro dista bastante de ser una mala imagen. León ha pagado por su inocencia y nada más. Como ya se dijo, no está fuera del otro mundo ganarle a Gremio en Huánuco, pero lo contrario tampoco sería una catástrofe. El equipo huanuqueño viene haciendo las cosas bien y el largo plazo debería estar más en la mira de los dirigentes que la taquilla que va a conseguir con la llegada de los gaúchos a Huánuco.
Foto: AFP
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