Vale la pena soñar
Como es usual en países de poca relevancia futbolera a nivel mundial, al Perú normalmente llegan estrellas que ya casi ni relucen. Antiguos cracks han recalado en tierras peruanas en busca de llenarse con un poquito más de gloria. ¿Pero existen en la actualidad en el Perú jugadores que sean seleccionables para sus países? Hay dos ejemplos que quieren decir que sí.
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Rarezas: el Perú como trampolín para convocatorias
Fotos: univision.com, japantimes.com
Cuesta creer que en el alicaído futbol nacional haya jugadores extranjeros que sueñen con llegar a su combinado nacional gracias a sus actuaciones realizadas en canchas peruanas. Como si los entrenadores de selección siguieran la travesía de sus jugadores en el Campeones del '36 de Sullana con tanto ahínco como lo hace medio mundo en el Perú con los que juegan en Stamford Bridge o el Phillips Stadium. Pero hay dos jugadores -uno está años luz más cerca que el otro- que no pierden la esperanza y creen que algún día llegaran -o volverán- a vestir su camiseta nacional.
LA FE MUEVE A MONTAÑO
Es natural que ante la despedida de una gran estrella de cualquier selección no falten, años después, los que anuncien que la estrella juvenil del momento es el sucesor de aquel jugador que tanta alegría le dio a ese pueblo con sus gambetas inolvidables o su inacabable cuota de goles o quizá su garra al jugar por su selección.
Es así que, desde el fin de la generación dorada colombiana -léase: Valderrama. Asprilla, Rincón, etc.- cantidad de jugadores cafeteros han sido calificados con el término del ‘nuevo Valderrama’. Aunque -como era de esperarse- ninguno ha vuelto a hacer saltar los corazones de los colombianos como lo hacía el ‘Pibe’.
Este molesto rótulo de ‘nuevo Valderrama’ le ha sido pegado a jugadores como Giovanni Hernández, Víctor Pacheco, Néider Morantes, Mayer Candelo y al mismo Johnnier Montaño. El actual jugador blanquiazul apareció de manera descollante en la Copa América de Paraguay en 1999. Con tan solo 16 años, Johnnier le clavó un esplendido gol de media cancha a Argentina en el recordado partido en que Martín Palermo falló tres penales y acabó 3-0 a favor de los cafeteros. De entonces en adelante la carrera de Montaño fue en subida hasta llegar al Parma italiano. En el país de las pizzas, Johnnier se dejó llevar por la mala vida y parecía que había acabado hasta que recaló en Sport Boys.
Con sedas chalacas, Montaño la cosió y descosió a su gusto y se elevo como figura unánime del Torneo Descentralizado 2007. A fin de año, era obvio que el jugador cafetero necesitaba un club que aspirara a objetivos más altos y la disputa entre Universitario y Alianza comenzó. Dicen que Johnnier desde ese momento apuntaba a llegar a la selección colombiana y tuvo una charla con Jorge Luis Pinto, quien le habría recomendado que fichara por el club blanquiazul debido a la simpatía que profesaba hacia Alianza. Incluso, hace poco El Comercio publicó una entrevista a Pinto en la cual este daba a entender que Montaño podría ser considerado en las próximas convocatorias colombianas.
Esta afirmación no parece muy alejada de la realidad, ya que Pinto es un defensor del mediocampo en rombo a muerte y todavía no encuentra el ‘10’ que se ajuste a su estrategia. El actual técnico cafetero siempre ha destacado por utilizar el rombo en un país donde la volante formada en cuadrado -dos contenciones y dos ofensivos- era casi una religión en las décadas de los ’80 y ’90. Sin embargo, tanto en las Eliminatorias como en la Copa América, Pinto se ha visto obligado a recurrir a otros sistemas debido a la falta de un conductro que colme sus expectativas.
Sin embargo, en el último amistoso que Colombia jugó -ante Uruguay- los cafeteros volvieron a usar el rombo con Giovanni Hernández como encargado de la creación. ¿El siguiente que ocupe ese puesto será Montaño? Su bendecida zurda tiene la respuesta.
SAWA QUIERE VER EL SOL NACER
En el momento en que Masakatsu Sawa la comenzó a romper en el fútbol peruano, no faltaron - es más, sobraron- las voces que propusieron una nacionalización del nipón para que este tuviera la oportunidad de ser llamado por José Del Solar con la finalidad de reemplazar a los castigados por el caso del Golf los Inkas. Apenas surgió esta posibilidad, el hábil extremo -quizá recordando la poca importancia que le brindó Chemo cuando los dos estuvieron en Cristal- cortó de raíz cualquier posible nacionalización aduciendo que todavía tenía la esperanza de jugar por su selección.
No hay persona que dude que la carrera de Sawa está en un nivel ascendente. Ciertamente hay un gran mérito de pasar de las divisiones menores de River Plate a romper cinturas uruguayas en la Copa Libertadores. El japonés comenzó su carrera profesional en tierras nacionales vistiendo las sendas de Sporting Cristal. Anunciado como defensa por algunos medios, Sawa nunca recibió la confianza ni de Edgardo Bauza ni de 'Chemo' y, cuando parecía que su carrera en el Perú tendría un final rápido, fue contratado por Coronel Bolognesi de Tacna.
En el equipo de la frontera, Sawa comenzó a ganarse el titularato de a pocos y escribió su hazaña máx grande cuando con un cabezazo decretó la victoria de 'Bolo' frente al Colo Colo chileno por la Copa Sudamericana de 2006. Luego de eso tuvo un paso por Municipal que fue feliz en lo personal pero triste en lo colectivo, ya que a pesar de haber sido recnocido como uno de los mejores extranjeros de la temporada, la 'Academia' perdió la categoría. Ahora, Sawa se encuentra jugando en la capital histórica del Perú, Cusco, con la esperanza de ser algún día llamado por su entrenador Takeshi Okada.
¿Cuáles son las posibilidades de Sawa en el país del sol naciente? Con un reciente cambio de entrenador debido al colapso nervioso que sufrió el serbio Ivica Osim, el nuevo técnico tendría que revisar las actuaciones del nipón en Copa Libertadores y Sudamericana. Por otro lado, los principales rivales de Sawa para el puesto son Yoshito Okubo y Tatsuya Tanaka. Okubo cuenta con 24 participaciones en la selección japonesa y tres goles con ella. Tanaka recién tiene 8 partidos con Japón y ya cuenta con dos tantos.
Esas son las posibilidades de Sawa y Montaño. Uno ya fue seducido por su técnico y otro mantiene viva la esperanza de jugar por su país. Quién sabe lo que les depare el destino. Quizá un día, acá se pueda decir: “¿Ves ese que la rompe en el Mundial? Jugó acá, en Perú”.
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Rarezas: el Perú como trampolín para convocatorias
escrito por Santoche , March 09, 2008