'Churrito' sin hito

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Es, qué duda cabe, uno de esos jugadores que, por razones enigmáticas, termina siendo un eterno postergado. Requerido por el clamor popular como si se tratará un '6' de exportación, John Hinostroza siempre fue voceado a la selección peruana en infinidad de oportunidades durante el último lustro, ya sea porque la zona de contención nacional jamás satisfizo o porque él atravezaba por un andar envidiable. Sin embargo, el destino -o los procesos que fueron pasando uno tras otro- se encargaron de deletearlo de la baraja de posibilidades.
Si bien se lo recuerda haciendo dupla en la volante de contención de Alianza Lima con Walter Reyes en 1999, aunque a veces también al lado de Sandro Baylón (el ‘Mudo’ también sabía desenvolverse como volante de marca), John Hinostroza se estrenó con los blanquiazules en un partido de la Copa Merconorte de 1998, ante The Strongest. Igual, salvo ese episodio y, posteriormente, a la regularidad que adoptó en la última temporada de los noventa, al ‘Churrito’ más se lo relacionó con la derrota ante Universitario en la final, ya que pese a su buen año tuvo un accionar distante a lo que, por ejemplo, hizo su hermano Paulo en temporadas anteriores.
Para el siguiente año, sin embargo, tuvo la que, acaso, fue su única participación con un combinado rojiblanco: fue convocado por Teddy Cardama al Preolímpico de 2000, siendo un habitual titular durante los cuatro cotejos que disputó la selección nacional. Posteriormente, retornó a Alianza Lima y tuvo la oportunidad de marcar su primer gol en plena Copa Libertadores, ante Atlético Paranaense en el Arena de Baixada. Empero, en esa misma temporada, los íntimos habían coformado un plantel austero e hicieron un campeonato mediocre. John, igual, siguió en lo suyo, como un volante cumplidor. No lucía mucho pero hacía lo suficiente como para ser titular dentro de un equipo que no ofrecía mucha competencia.
Tras ello, recaló en Estudiantes de Medicina, equipo en el que verdaderamente comenzó a mostrar su valía en el mediocampo. En dicho club conformó una excelente dupla en la volante de marca con Luis Galliquio; allí, el ‘Churrito’ cumplía funciones mixtas y se convirtió en el eje del subcampeón del Clausura 2001. Paralelamente, la selección cerraba un triste episodio en las Eliminatorias para el Mundial de Corea-Japón y, obviamente, a Julio César Uribe no se le pasó por la cabeza citarlo siquiera en la última convocatoria, cuando Perú se encontraba absolutamente fuera de carrera.
Para la temporada 2002, Franco Navarro, su técnico en el conjunto iqueño, decidió llevarlo junto con él a Alianza, con lo que John volvía a su casa, pero poco o nada fue lo que pudo demostrar en los predios blanquiazules. Ese año también significó la vuelta de Marko Ciurlizza y Juan Jayo al equipo victoriano, y además se encontraba en el plantel Juan Carlos Bazalar. Es así que, casi en el anonimato y sin mayores opciones de tentar un lugar en la oncena estelar, Hinostroza decidió irse a Unión Huaral, club que finalmente le permitió dar el salto a San Martín, elenco donde probablemente el ‘Churrito’ termine su carrera.
En el equipo santo John Hinostroza logró consolidarse. Se convirtió en un hombre experimentado y mostró el nivel con el que se lució en el cuadro iqueño, con la gran diferencia que aquí el proceso era mucho más serio y a largo plazo. Todos los técnicos que pasaron por Santa Anita lo tuvieron como titular y pronto se convirtió en una especie de caudillo albo. De esta forma, fue catalogado como uno de los mejores volantes mixtos del torneo doméstico, haciendo una casi impasable dupla con Edwin Pérez. El ‘Churrito’ había logrado la madurez suficiente como para quitar, tocar con criterio y ordenar a su equipo. Sin embargo, durante su mejor momento, ‘Chemo’ nunca lo convocó en todo lo que duró su proceso, pese a que el mediocampo era la zona más débil del seleccionado nacional.
Ahora, tal parece, la historia cambió. Con 30 años a cuestas, John Christopher Hinostroza Guzmán se muestra más lento en la zona de contención y ya no tiene un tan buen despliegue como antes. Además, para la era Markarián, aparecieron nuevos jugadores que relegaron aún más al jugador santo. Aparentemente, el último partido internacional de la San Martín, ante Emelec en Guayaquil, terminó siendo determinante y lapidario para el mediano de los Hinostroza, pues aquella noche del 5-0 el volante albo fue superado con amplitud por los jugadores ecuatorianos.
Atrás, pues, quedaron aquellos partidos en los que parecía que el ‘Churrito’ se triplicaba y que, a la vez, se encomendaba para ver su nombre en una nómina oficial de la selección. Aunque, quien sabe, sin hace mucho aspaviento y por ironías de la vida, capaz que el 'Mago' lo termine llamando a uno de sus acostumbrados microciclos. ¿Será demasiado pedir a estas alturas?
Composición fotográfica: Kenny Romero / DeChalaca.com
