¿Un santo sacrificio?
Desde que Ángel Cappa asumiera la conducción del cuadro de Santa Anita en la fecha 23 (empate 0-0 contra Juan Aurich), los santos han disputado nueve cotejos obteniendo tres triunfos, cuatro empates y dos derrotas. Ahora, independientemente de los 13 puntos cosechados, los albos tienen una preocupante producción ofensiva al promediar 0,78 goles por encuentro, fruto de convertir solo siete tantos a lo largo del ciclo Cappa.
Este discreto panorama ofensivo encuentra respuestas si se tiene presente que San Martín no juega con un ‘9’ definido. Pese a tener en el equipo a Luis Alberto Perea, el técnico argentino ha optado por retrasar al colombiano, haciéndolo jugar alejado del área. De igual forma, el ex técnico de Universitario, ha utilizado a lo largo de su proceso a jugadores como Christian Cueva (quien ya no se encuentra en el equipo), Juan Diego Gutiérrez, Juan Diego Gonzales Vigil y a Gianfranco Labarthe, quienes son jugadores que tienden a jugar por fuera.
Con una propuesta de juego que se basa en el juego al ras de piso, en la elaboración de jugadas producto de combinaciones y triangulaciones, el hecho de no jugar con un punta definido que pueda añadir los balones dentro del área rival, le está pasando factura a los santos debido a que se hacen predecibles en su juego.
Ante José Gálvez, los santos sufrieron para llegar con claridad al pórtico de Daniel Reyes y solo pudieron llegar a gol luego de un error defensivo de su rival sobre el final del partido. Para un equipo que tiene aspiraciones de clasificar a un torneo internacional, resulta indispensable que pueda tener una buena presencia ofensiva que se vea traducida en goles. Queda en Ángel Cappa darle vuelva a una situación que se torna cada vez más complicada.
Foto: José Salcedo / DeChalaca.com
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