Juventud que vale por 10
Cristal lanzó al campo del Alberto Gallardo un equipo alterno, pues como se sabe, el titular viene trabajando en el Cusco con miras a la final ante Real Garcilaso. Así, jugadores que no alternan habitualmente como Martín Carpio, Irwing Acuña o Sebastián Capurro -estos dos últimos en su debut absoluto- fueron titulares, y luego ingresaron otros como Pier Saavedra, Marcos Ortiz y Víctor Eugenio -este último también en estreno-.
La apuesta le pasó factura: Cienciano se puso 0-3 arriba y manejaba el partido con bastante solvencia. Hizo tres goles en 13 minutos y su peso se conjunto se sobreponía, pero entonces Cristal sacó a flote un espíritu de pecho caliente que se le ha reclamado siempre. Reaccionó y de la mano de sus jóvenes forzó la remontada: primero Saavedra descontó, luego Acuña volvió a descontar y finalmente Edinson Chávez forzó un penal. Todo en solo diez minutos.
Lo que también salvó Cristal en esos diez minutos, curiosamente, fue un invicto que le había tomado diez años volver a construir. Los rimenses no cerraban una temporada invictos en el Alberto Gallardo -la final la jugarán en el Nacional- desde 2002: en aquella temporada, en la que Cristal dio la vuelta olímpica, los celestes perdieron como locales ante Alianza y Universitario, pero no en el ex San Martín sino en el Nacional. Por lo tanto, fue la cantera la que hoy hizo respetar la casa y la que mejor honor hizo a aquellos años nostálgicos que los hinchas cerveceros evocan ahora que están cerca de un nuevo título, como en las épocas en que jugar al borde del Rímac era prohibitivo para los rivales.
Foto: Abelardo Delgado / DeChalaca.com
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