Cifras que hincan
El Torneo del Inca cerró su primera rueda con cifras de asistencia y recaudación más de 30% por debajo de todos los arranques de año de la década, y con diez partidos con menos de mil espectadores en tribunas. ¿Dónde está la "mayor emoción" de los torneos cortos?
Mientras se habla de cierres de estadios y tribunas, ha pasado desapercibido que el Torneo del Inca cerró su primera rueda con cifras preocupantes de asistencia y recaudación. A saber: según el reporte oficial de la ADFP, a la fecha 7 ha asistido un total de 227,751 espectadores a los partidos del torneo, con una recaudación bruta acumulada de S/.3.62 millones (o US$1.27 millones, al tipo de cambio vigente al 31 de marzo).
Solo tomando cifras de lo que va de la década, las siete primeras fechas del año -un periodo que usualmente es de mayor interés para asistir a los estadios, dado que las expectativas se renuevan y la gente suele tener más tiempo libre en los veranos- jamás habían bajado de 340,000 espectadores de asistencia acumulada ni de S/.4.5 millones de recaudación agregada. Dolarizando las cifras al 31 de marzo del año correspondiente para efectos comparativos, en el siguiente cuadro puede observarse que la caída es atroz.
En términos de asistencia, la caída es de 33.9% respecto del año pasado y de 37.1% respecto del promedio de los tres años anteriores de la década. Y en términos de recaudación, de 39.6% respecto del año pasado y de 30.6% respecto del promedio de los tres años anteriores de la década. ¿Decrecimiento remontable en los nueve meses venideros?
Detrás del crash
La lectura se agrava si se observa que 10 de los 55 partidos jugados con público en las primeras siete fechas fechas (esto es, excluido el Cristal - San Simón a puertas cerradas de la última jornada) registraron asistencias inferiores a los mil espectadores, que convencionalmente es el límite mínimo aceptable para un partido de Primera División. El año pasado, en las primeras siete fechas, solo hubo 4 encuentros con menos de mil personas; en 2012, incluida la fecha jugada con juveniles, solo hubo 3 casos (al margen de un partido ganado por WO y otro a puerta cerrada); y en 2011, 4 casos.
Ante tal negatividad económica en las cifras, seguramente surgirá el argumento de que el periodo de 2014 comparable con las siete primeras jornadas de 2013, 2012 y 2011 no debería ser el correspondiente a este arranque del Torneo del Inca, sino las siete primeras fechas del futuro Apertura. Pero tal premisa erraría en no considerar la estacionalidad existente en el fútbol, en dos sentidos. Primero, por el comentado "renovado interés" que estimula al público a asistir más a inicios de año, por lo que haber colocado el torneo de menor interés en esa etapa este 2014 bien parece un harakiri. Y segundo, sobre todo por el hecho de que este año seis de las siete primeras fechas del Apertura coincidirán con el mundial Brasil 2014, por lo cual se vislumbra sumamente difícil que la tendencia económica negativa pueda revertirse.
Así las cosas, todo comienza a sugerir que lo señalado por DeChalaca tercamente desde hace años cobra sentido: los torneos cortos dañan el producto fútbol. El principal argumento de sus defensores, la supuesta "mayor emoción" que despiertan, no tiene correlato rentable y difícilmente lo tendrá en diciembre. Por ahora, queda esperar que este sistema de torneo 2014 solo sea un fallido experimento y que sus promotores entiendan que para sus propios negocios resulta perjudicial.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Foto: Luis Chacón / DeChalaca.com
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