Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comCuando los defensas lo veían saltar, era imposible detenerlo. Con esa decisión y voracidad, Iván Zamorano, quien este 18 de enero cumple medio siglo de vida, se convirtió en el gran embajador del gol del Pacífico en los noventa y terminó de abrir el mercado europeo a los goleadores sudamericanos.
    Diego Rodríguez | @diroda86
    Redactor

Cincuenta años han pasado desde que Iván Luis Zamorano Zamora naciera en Maipú. Con sus 179 centímetros, no tenía biotipo de delantero, pero su hambre goleadora lo llevo a enrolarse a los 18 años en las filas del Cobresal, un equipo de media tabla alejado de la fama de los grandes mapochinos. Destacó en la Segunda División chilena con el Cobreandino, club al que fue cedido y con el que marcó 27 goles antes de volver a Cobresal y campeonar la Copa Chile como goleador del equipo, lo que le sirvió para dar el paso a Europa en 1988.

Si en Chile comenzó en clubes chicos, lo mismo le ocurrió en el Viejo Continente. Lo adquirió el Bologna italiano, pero rápidamente y sin jugar fue cedido al modesto Saint Gallen suizo junto a su compatriota Hugo Rubio -aquel de los festejos con la camiseta cubriéndole el rostro-; y fue al pie de los Alpes que su efectividad ofensiva generó que los helvéticos compraran su pase. Rubio tuvo menos suerte y tras una lesión volvió a Chile, de donde nunca más emigró.

De eso en más, Zamorano se convirtió en 'Bam Bam' a punta de mazazos. Su compatriota Vicente Cantatore lo llevó al Sevilla en 1990, y tras dos años en filas andaluzas llegó al Real Madrid, en el que se erigió como figura descollante para obtener el título 1994/95 que rompió la hegemonía del Barcelona y sus cuatro títulos seguidos. En aquella temporada, el chileno fue 'Pichichi' con 28 goles, además de marcar tres goles y dar dos asistencias frente al Barcelona en el famoso 5-0 del Bernabéu y anotar el gol decisivo para el título liguero frente al Deportivo de La Coruña. Luego vino lo más conocido y solamente con aura de grandeza: una Copa UEFA con el Inter, un título de Primera División mexicana con América y el retiro en 2003 en Colo Colo, con todo el arraigo y olor a multitud del que había carecido en sus inicio en Cobresal.

El peso de un pasaporte

Iván Zamorano bate a Paco Liaño y, con el triunfo 2-1 sobre Deportivo La Coruña, le permite al Real Madrid consagrarse campeón de la Liga 1994/95. (Foto: Marca) 

Acaso en el Real Madrid no ganó muchos títulos -fuera de la Liga 1994/95, solo una Copa del Rey y una Supercopa de España-, y por eso no faltarán quienes discutan si lo hecho por Marcelo Salas, cuyo palmarés con la Lazio y la Juventus fue mayor, no resultó más importante que lo de 'Bam Bam'. No obstante, la trascendencia de Zamorano tiene otra dimensión: la de haber jugado en un equipo como el Madrid justo en el año en que Europa comenzaría a abrirse al mundo a través de la 'Ley Bosman'.

Así, haber sido emblema goleador de un club tan mediático convirtió a Zamorano en un embajador no solo para Chile, sino para toda Sudamérica. Un plenipotenciario que abrió el mercado para una realidad en la que, hasta entonces, Sudamérica equivalía solo a brasileños y argentinos. Porque esos eran todos los sudamericanos de Europa: en Italia, Gabriel Batistuta se cansaba de marcar goles con la Fiorentina; Juan Antonio Pizzi fue en 1995/96 fue 'Pichichi' con el Tenerife, y Ronaldo lo propio en 1996/97 con el Barcelona. En Inglaterra y Alemania, los goleadores que copaban las tablas de efectividad eran todos locales. Y punto.

Zamorano, pues, inició el camino glorioso de los chilenos en el exterior. En la Liga, los casos parecidos eran muy aislados: solo el peruano Juan Seminario con Zaragoza en 1960/61, el paraguayo Cayetano Ré con el Barcelona y el uruguayo Jorge 'Polilla' da Silva en 1983/84 con el Valladolid habían sido goleadores sudamericanos en España sin ser brasileños o argentinos, pero ninguno marcó senda para sus compatriotas como sí lo hizo 'Bam Bam'. Eran, pues, otros tiempos: de más comunicaciones y sobre todo exposición mediática por el Madrid.

Roja, y en parte blanca

¿Cuándo debutó Iván Zamorano con la camiseta chilena? Fue en 1987, en Lima, ante la blanquirroja. (Foto: danielfnm) 

En la consolidación ya personal de Zamorano como mito aportó, sin duda, la gran dupla con Salas. Los ‘Za-Sa’ -siempre 'Bam Bam' más caudillo, ojo, y por tanto con su sílaba inicial por delante- eran la versión chilena noventera de la dupla ‘Ro-Ro’ conformada por Ronaldo y Romario. Un dúo que alcanzó su pico a costa de la desgracia peruana en el camino a Francia 1998 y que en dicha Copa del Mundo hizo pasar un mal rato a Italia, con el 'Matador' robándose los registros mientras el terrible Iván robaba las marcas.

Pocos recuerdan al respecto que con Chile, 'Bam Bam' jugó su primer partido en 1987 en Lima ante Perú y convirtió también su primer gol con la roja apenas a los 13 minutos de estar en el campo. Había entrado a los 61' por Orlando Mondaca, para formar el ataque junto a Ivo Basay, Osvaldo Hurtado y Sergio Salgado en un amistoso frente a la selección que dirigía Fernando Cuéllar, en la preparación para la Copa América de Argentina. Perú estaba ganando 1-0 con cierta comodidad gracias a un tanto de Franco Navarro, pero el ingreso del goleador en ciernes transformó todo: Zamorano activó el ataque mapochino y en solo 4 minutos llegó una catarata de goles: Mauricio Soto a los 70' de cabeza, Basay a los 72' tras una desinteligencia defensiva y 'Bam Bam' a los 74' con un remate en primera tras un centro desde la derecha.

Al día siguiente, en el reporte del diario La Crónica, el entonces poco conocido delantero fue referido por Teodoro 'Lolo' Salazar, en su primera mención, como "Zambrano". No sería la única vez que alguien le cambiaría el apellido por error en aquellos años. Luego iría pasando cada vez menos, y sobre todo entre los peruanos, quienes supimos sufrir su apetito goleador cinco veces y hasta hoy recordamos su apellido. Y aun como estandarte del rival de toda la vida, que por aquel tiempo aún no había ganado nada como sí en la actualidad, hay que decir que ni siquiera en esta brillante generación post Bielsa y Sampaoli no ha surgido todavía un líder del calibre del temible Iván Zamorano, y mucho menos un goleador de ese nivel, que acaso garantizaría a este Chile brillante de hoy un podio mundialista.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Marca, danielfnm


Comentarios ( 2)add
...
escrito por Angel , January 18, 2017
Un grande, un verdadero asesino en el área...

...
escrito por Carlos Pérez S. , January 19, 2017
No olviden la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos Sydney 2000.
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